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Comisi�n Especial de Gesti�n de Cumbres Interamericanas          

Washington DC, 19 de Septiembre, 2000

 

Cuando vemos la evoluci�n de la OEA en la �ltima d�cada, notaremos que una de las consecuencias del proceso de cumbres hemisf�ricas ha sido su revitalizaci�n. Despues de ser un instrumento de la guerra fr�a, los Jefes de Estado a partir de Miami le proporcionaron una nueva agenda sobre la cual reformarse y reorientar sus acciones. Hoy es un foro de concertaci�n pol�tica y jur�dica; de intercambio de experiencias; de definici�n de estrategias sectoriales; de fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos; as� como en el �mbito de la soluci�n pac�fica de conflictos entre los pa�ses de la regi�n. Es un foro capaz de extenderse a los responsables de las distintas pol�ticas sectoriales de los pa�ses de la regi�n y de abrir espacios para la cooperaci�n con la sociedad civil.

Adem�s, la OEA, como aqu� se ha se�alado, es el foro para una creciente interacci�n con la sociedad civil en las actividades de la Organizaci�n y en el propio proceso de cumbres.

Por esa raz�n, el Secretario General de la OEA, ha encomendado a la OSFU coordinar las relaciones con la Sociedad Civil, as� como encargarse del proceso de su acreditaci�n en la OEA. En cumplimiento de esa tarea, la Oficina intenta ser un puente de di�logo constructivo entre gobiernos y sociedad civil. Por otro lado, el Gobierno de Canad�, hu�sped de la pr�xima Cumbre, ha abierto este espacio de di�logo, que permite a los actores no gubernamentales hacer llegar sus aportes y propuestas, en los temas relevantes de la agenda regional, a los responsables de las negociaciones intergubernamentales para el Plan de Acci�n de Quebec. La idea es que con anterioridad a cada reuni�n del GRIC, hayan estas consultas.

Se�or Presidente

Lo que ha favorecido este acercamiento con la sociedad civil es que se ha evitado ir por el equ�voco camino de discutir la representatividad de los actores sociales vis a vis los gobiernos, dentro del concepto cl�sico de la democracia representativa. En su lugar, esta b�squeda de concertaci�n se ha apoyado no en el car�cter "representativo" de los individuos o grupos de una determinada colectividad, sino en su capacidad de aportar al dise�o y la ejecuci�n de una Agenda regional. Este entendimiento, adem�s, es el reflejo de los mecanismos de participaci�n que se han dado desde la sociedad hacia la estructura pol�tica, en los propios pa�ses miembros, y que han sido eficaces en el control del abuso de poder Estatal y en dar m�s transparencia a la funci�n p�blica. Hoy, la naturaleza de la sociedad civil, manteniendo su especificidad y diferencia respecto a los actores pol�ticos, ha cambiado. Cada vez m�s, las decisiones que afectan a nuestras sociedades requieren de una intervenci�n mucho m�s directa de los distintos sectores sociales afectados por dichas decisiones.

Estos cambios profundos en los sistemas pol�ticos de la regi�n, han posibilitado una relaci�n m�s equilibrada, abierta e inteligente entre el campo social y el poder pol�tico.

En el caso de reuniones como la de hoy, el motivo es aun m�s distante de la confrontaci�n. Se trata de articular una nueva relaci�n entre gobiernos, sociedad civil, organismos internacionales y agencias de cooperaci�n, cuyo objetivo es concretar una agenda social que ha sido dise�ada por los Jefes de Estado y de Gobiernos de las Am�ricas.

Es cada vez m�s evidente, que varios de los compromisos emanados de las cumbres, s�lo se cumplir�n a cabalidad si somos capaces de movilizar en acciones constructivas la energ�a de gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil.

Pero hoy, adem�s tenemos en esta reuni�n una representatividad mucho mayor de organizaciones que vienen de otras subregiones y que tienen redes de informaci�n y coordinaci�n con la mayor parte de los pa�ses de la regi�n. Es el caso de la coalici�n entre la Fundaci�n Par ticipa, FOCAL, ESQUEL y CRIES, que est�n realizando un proceso de consultas nacionales en los pa�ses Andinos, MERCOSUR, con el apoyo de esta OFICINA, y el financiamiento de USAID, ACDI y del BID.

Los que est�n aqu� presentes saben que la evoluci�n de este proceso no ha sido f�cil, pues ha supuesto desarrollar una cultura diferente. Ha supuesto superar la l�gica tradicional del concepto de poder. En los debates sobre el tema se reflejaba una latente contradicci�n entre la propia naturaleza del sistema pol�tico tradicional y su vinculaci�n a la idea de poder en contraposici�n a una sociedad civil que tiene precisamente por vocaci�n limitar ese poder, afectando decisiones, abriendo procesos de transparencia, imponiendo transacciones y compromisos.

Se�or Presidente:

Respecto al Plan de Acci�n. en su cap�tulo de democracia, perm�tanme algunas breves reflexiones que no son m�s que una lista de lo que han manifestado en los �ltimos dos a�os, Jefes de Estado y de Gobiernos, autoridades gubernamentales, actores gubernamentales y representantes de organismos internacionales que han participado en diversas reuniones en esta Organizaci�n. Me parece oportuno traerlas a esta reuni�n porque creo que en muchos de estos temas hay aspiraciones comunes y la necesidad de acciones colectivas urgentes entre gobiernos y sociedad civil.

  • Un primer motivo de preocupaci�n es el de la situaci�n pol�tica y econ�mica en varios pa�ses de la regi�n, con una multiplicaci�n de se�ales de ingobernabilidad que se agrava por la situaci�n social y las grandes e inadmisibles diferencias sociales existentes. Es indudable que tambi�n los temas de las instituciones pol�ticas y su funcionamiento; la corrupci�n, la ineficiencia, la falta de transparencia, son fuentes de tensi�n en la regi�n.
  • Todo esto est� llevando a una percepci�n en la sociedad de que la globalizaci�n son fuerzas impersonales y ortodoxias impuestas por los pa�ses desarrollados, que est�n agravando las asimetr�as entre pa�ses. Esa percepci�n la asimilan tambi�n a la democracia y a la econom�a de mercado y su estigmatizaci�n se est� convirtiendo en el caldo de cultivo del populismo. Debemos comprender que esa situaci�n no es sostenible, y que los procesos migratorios, la violencia, el deterioro ambiental y las crisis de gobernabilidad en la regi�n son s�lo la punta de un iceberg que deber�a preocuparnos seriamente.
  • Las democracias est�n a�n est�n embargadas por la falta de cohesi�n social provocada por el grado alarmante de necesidades b�sicas insatisfechas de grandes sectores en la regi�n.
  • Hay ausencia de representaci�n de todos los grupos sociales, hay exclusiones culturales.
  • No se debe separar econom�a de pol�tica, ni lo social de lo cultural, van juntos, no hay una buena econom�a sin una buena pol�tica. No hay pol�ticas sociales sin respeto de la diversidad cultural. Es la ense�anza de los �ltimos a�os.
  • Hay necesidad de mejorar la calidad del sistema pol�tico. Se requiere construir Instituciones leg�timas, fuertes y transparentes. La calidad del marco institucional est� dada, entre otros, por el imperio de la ley, eficacia del gobierno, instrumentos eficaces para combatir la corrupci�n, la calidad y autonom�a de los sistemas regulatorios. Fortalecer los sistemas electorales.
  • Es necesario revalorizar la importancia y calidad de los partidos pol�ticos, que son esenciales para un sistema pol�tico eficiente. Hay que reformarlos, democratizarlos, mejorarlos, legitimarlos con la sociedad, pero no reemplazarlos.
  • Es necesario fortalecer los poderes judiciales y legislativo
  • Se requiere buscar una mejor percepci�n de los individuos sobre la pol�tica.
  • Se deben hacer esfuerzos de construcci�n institucional.
  • La seguridad jur�dica es esencial en una sociedad contempor�nea
  • Hay que invertir en la pol�tica, formar l�deres, capacitaci�n de cuadros pol�ticos democr�ticos, fomento de una cultura c�vica y democr�tica.

Se�or Presidente

Este cuadro tambi�n genera escepticismo en los ciudadanos respecto a las cumbres, hay una creciente percepci�n de que no hay una verdadera voluntad pol�tica en los gobiernos nacionales y menos en los pa�ses m�s desarrollados de contribuir a encontrar soluciones efectivas al problema de las crecientes brechas sociales externas e internas, al de la educaci�n, al de la brecha digital y a muchos otros. Esa percepci�n afecta a las Cumbres, que son consideradas incapaces de comprometer a los Gobiernos en acciones que ataquen la sustancia de los problemas regionales. En ese sentido, la pr�xima Cumbre conlleva un reto para los gobiernos y el sistema Interamericano de dise�ar y aplicar acciones efectivas, concretas y financieramente realizables, de plantear compromisos concretos y de mostrar, en plazos razonables, resultados que afecten positivamente a la gente.

Para finalizar, una reflexi�n respecto a la Declaraci�n, que es, como ustedes saben, una reafirmaci�n de los principios que unen a nuestros pa�ses y que justifican la emergencia de este proceso de Cumbres. Creo que es tambi�n la ocasi�n para reiterar los valores colectivos que persiguen nuestras sociedades y el prop�sito de consolidar nuestras democracias y un verdadero proyecto de ciudadan�a para el Hemisferio. Este momento exige que vinculemos el progreso moral de la regi�n a su desarrollo econ�mico y tecnol�gico. Esto implica ligar la pol�tica a la defensa de las libertades y los derechos humanos; la econom�a a procesos de equidad social; y la cultura a la formaci�n del individuo. Pues, a estas alturas todos deber�amos recordar ese principio que orient� la creaci�n de UNESCO, de que el poder p�blico tiene dos exigencias inseparables "RESPETAR LA AUTONOMIA DE LOS INDIVIDUOS Y OFRECERLES, MEDIANTE LA INSTRUCCION PUBLICA, LOS MEDIOS DE SER EFECTIVAMENTE AUTONOMOS", como los mejores medios para resistir a los asaltos del poder y el egoismo contra la dignidad del hombre.

Muchas gracias


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