Los Ministros de los Estados del Hemisferio se reunieron en Nueva Orleans el 30 de julio de 1999 para continuar con los esfuerzos cooperativos iniciados en 1994 destinados a la creación de una infraestructura energética para la región que logre los objetivos económicos y ambientales del siglo XXI.

Los Ministros reconocieron y reiteraron los compromisos e iniciativas anteriores que incluyen:

La Cumbre de las Américas en Miami de diciembre de 1994, donde los Jefes de Estado y de Gobierno acordaron la Declaración de Principios y el Plan de Acción en el cual ellos se comprometieron a cooperar en las formas para utilizar el sector energético para promover el crecimiento económico sostenible y reconocieron que el desarrollo y utilización sustentable de la energía promueve el desarrollo económico y toma en cuenta preocupaciones ambientales. Los Jefes de Estado y de Gobierno acordaron crear una Asociación para el Uso Sostenible de la Energía y manifestaron que los gobiernos y el sector privado deberían promover un mayor acceso a servicios energéticos confiables, limpios y de menor costo.

La Reunión de Ministros de Energía en Santa Cruz de julio de 1996, donde los Ministros adoptaron el compromiso de asegurar el desarrollo sustentable y la conservación de nuestro ambiente para las generaciones actuales y futuras. Los Ministros acordaron que el consumo de energía actual y futuro requiere la consideración de fuentes energéticas limpias y eficientes para racionalizar el desarrollo sostenible a nivel hemisférico, incluyendo la implementación de tecnología para energías limpias que minimice el daño ambiental para las generaciones presentes y futuras.

La Cumbre de Desarrollo Sustentable de Santa Cruz de diciembre de 1996, que reconoció que uno de los principales retos para el desarrollo sostenible incluye la atención a las preocupaciones ambientales globales y locales y comprometió a los gobiernos a promover la introducción de producción energética más limpia y adecuada, y tecnologías y opciones de consumo.

La Tercera Reunión de Ministros de Energía en Caracas en enero de 1998, donde los Ministros reconocieron el papel fundamental que juegan las tecnologías en la administración de los aspectos ambientales relacionados con la energía y acordaron intercambiar información y analizar actividades y mecanismos para la cooperación entre los países del Hemisferio.

La Cumbre de las Américas de Santiago de abril de 1998, en la cual los Jefes de Estado y de Gobierno acordaron promover el intercambio de tecnología, información y experiencias, así como compartir puntos de vista sobre el Mecanismo de Desarrollo Limpio.

Instrumentación y Progreso:

Los Gobiernos del Hemisferio han perseguido en forma decidida las metas energéticas establecidas por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de Las Américas de Miami en 1994 y sus iniciativas subsiguientes.

Todos los países han demostrado un compromiso hacia el desarrollo y uso energético responsable ambientalmente y en cumplir con sus necesidades energéticas mientras buscan la protección ambiental local, regional y global, incluyendo la instrumentación completa de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Todos los Países del Hemisferio han tomado acciones individualmente y, mediante la cooperación bajo la Cumbre de las Américas, para mejorar la inversión del sector privado en la producción y uso de energía limpia y en la eficiencia energética.

Metas Futuras y Estrategias:

Los Ministros reconocieron que para tener éxito en hacer que el desarrollo y uso de la energía sostenible sea una realidad para el siglo XXI, se necesitan esfuerzos continuos y agresivos para remover los impedimentos restantes para el comercio e inversión energética, para promover proyectos para tratar asuntos ambientales locales, regionales y globales y para además, mejorar las oportunidades para el sector privado.

Para ello, los Ministros expresaron un compromiso hacia un esfuerzo renovado y reforzado para integrar aún más sus objetivos energéticos, económicos, y otros objetivos ambientales. Esto permitirá edificar sobre el progreso alcanzado en la cooperación energética iniciada por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de las Américas de Miami y reafirmado en la Cumbre de Santa Cruz de la Sierra sobre Desarrollo Sustentable y en la Cumbre de las Américas de Santiago, el cual ha reforzado la compatibilidad del desarrollo y uso de las políticas energéticas sostenibles, el desarrollo económico y la protección del ambiente global y local.

Los Ministros reconocieron el valor de los esfuerzos conjuntos para desarrollar abastecimientos de energía adecuados, ambientalmente responsables y seguros; incrementar la protección ambiental a niveles local, nacional y global; y aumentar la calidad de vida de los individuos a través del desarrollo económico sustentable de sus países.

Con el fin de promover el desarrollo y uso limpios de energías limpias, los Ministros reconocieron la necesidad de contar con políticas que impulsen la investigación, el desarrollo y la aplicación de tecnologías de eficiencia energética, de energía renovable y otras tecnologías de energía limpia.

Los Ministros de Energía reconocieron que las políticas y el desarrollo energético sostenible son elementos integrales en cualquier estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, todos los países, teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y el carácter específico de sus prioridades nacionales y regionales de desarrollo, de sus objetivos y de sus circunstancias han acordado formular, aplicar, publicar y actualizar regularmente programas nacionales y, según proceda, regionales, que contengan medidas orientadas a mitigar el cambio climático, teniendo en cuenta las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción por los sumideros de todos los gases de efecto invernadero no controlados por el Protocolo de Montreal, y medidas para facilitar la adaptación adecuada al cambio climático.

Los Ministros reconocieron los importantes avances alcanzados en la Cuarta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático, celebrada en Buenos Aires, Argentina, en 1998 y, en particular, respecto al mecanismo de desarrollo limpio, reconocieron la importancia de hacer operativo e implementar este mecanismo.

Por lo tanto, los Ministros reiteraron su compromiso hacia la instrumentación de políticas energéticas sostenibles y a tomar medidas concretas para establecer políticas y programas que mejoren las inversiones en eficiencia energética y en tecnologías de energía limpia. Además, los Ministros reconocieron el valor de promover, sobre una base voluntaria, el máximo aprovechamiento de los mecanismos de flexibilidad definidos en el Protocolo de Kioto para alcanzar los objetivos de la Convención.

En este sentido, los Ministros, con base en el derecho soberano de cada Estado, reconocieron que cada país puede adoptar las acciones y compromisos unilaterales que les permitan aprovechar al máximo estos mecanismos, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Protocolo de Kioto.