DECLARACI�N DE SANTIAGO SOBRE MEDIDAS DE FOMENTO DE LA CONFIANZA Y DE LA SEGURIDAD

(Aprobada en la cuarta sesi�n plenaria celebrada el 10 de noviembre de 1995)

Los cambios ocurridos en el escenario internacional, el advenimiento de gobiernos democr�ticos en el Hemisferio y el fin de la guerra fr�a han creado condiciones propicias para afianzar la paz y la seguridad en el Hemisferio. Todo ello facilita las condiciones para que los Estados miembros de la OEA contin�en el necesario proceso de reflexi�n para eliminar los factores que generan desconfianza entre los Estados del Hemisferio y para identificar nuevas modalidades de colaboraci�n, a fin de consolidar la paz, asegurar el efectivo cumplimiento de los prop�sitos y principios de la Carta de la Organizaci�n de los Estados Americanos, garantizar el cumplimiento del derecho internacional y promover las relaciones de amistad y cooperaci�n, todo lo cual redundar� en el fortalecimiento de la seguridad en la regi�n.

La adopci�n de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad constituye una contribuci�n importante a la transparencia, el entendimiento mutuo y la seguridad regional, as� como al logro de los objetivos del desarrollo, incluidos la superaci�n de la pobreza y la protecci�n del medio ambiente. El desarrollo econ�mico, social y cultural est� indisolublemente asociado con la paz y la seguridad internacionales.

Las medidas de fomento de la confianza y de la seguridad deben adaptarse a las condiciones geogr�ficas, pol�ticas, sociales, culturales y econ�micas de cada regi�n y tienen su propio �mbito de aplicaci�n, como lo demuestra la amplia experiencia alcanzada en el Hemisferio.

El respeto al derecho internacional, el fiel cumplimiento de los tratados, la soluci�n pac�fica de controversias, el respeto a la soberan�a de los Estados y a la no intervenci�n y la prohibici�n del uso o amenaza del uso de la fuerza, de acuerdo con los t�rminos de las Cartas de la OEA y de las Naciones Unidas, son la base de la convivencia pac�fica y de la seguridad en el Hemisferio y constituyen el marco para el desarrollo de medidas de fomento de la confianza.

Los gobiernos expresan su satisfacci�n por los avances registrados en el Hemisferio en materia de integraci�n econ�mica por considerar que promueven la confianza y la seguridad en la regi�n.

Condici�n esencial para lograr un efectivo r�gimen internacional de seguridad es que todos los Estados se sometan a reglas universales, iguales y vinculantes.

Los acuerdos emanados de las reuniones regionales o subregionales de Jefes de Estado y de Gobierno y de la Cumbre de las Am�ricas, celebrada en Miami en 1994, contienen orientaciones importantes para el fortalecimiento de la seguridad regional.

Las negociaciones que en materia de seguridad y promoci�n de las medidas de fomento de la confianza y de la seguridad se desarrollan a nivel subregional, tales como las que realizan los pa�ses centroamericanos a trav�s, entre otros, de la Comisi�n de Seguridad de Centroam�rica, contribuyen a fortalecer el clima de seguridad en el Hemisferio.

Otras reuniones intergubernamentales, como la celebrada en Williamsburg por invitaci�n de los Estados Unidos de Am�rica (Reuni�n Ministerial de Defensa de las Am�ricas), contribuyen al di�logo e intercambio de puntos de vistas sobre esta materia.

Elemento fundamental de la contribuci�n hemisf�rica a la causa de la paz y la seguridad es el Tratado de Tlatelolco, cuyas estipulaciones sobre la proscripci�n de armas nucleares han convertido a Am�rica Latina y el Caribe en la primera zona habitada libre de armas nucleares del mundo. La ratificaci�n de la Convenci�n sobre la Prohibici�n del Desarrollo, la Producci�n y el Almacenamiento de Armas Bacteriol�gicas (Biol�gicas) y Tox�nicas y sobre su Destrucci�n, suscrita en 1972, y de la Convenci�n sobre la Prohibici�n del Desarrollo, la Producci�n, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Qu�micas y sobre su Destrucci�n, suscrita en 1992; la conclusi�n en 1996 del Tratado de Prohibici�n Completa de los Ensayos Nucleares; y el avance en las negociaciones las �reas de armas de destrucci�n masiva, limitaci�n de armamentos convencionales y prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados, contribuir�n a un ambiente internacional m�s seguro.

La aplicaci�n de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad contribuye a la creaci�n de un ambiente propicio para una efectiva limitaci�n de armamentos convencionales que permita dedicar un mayor n�mero de recursos al desarrollo econ�mico y social de los Estados miembros, el cual es un prop�sito esencial de la Carta de la OEA.

El fortalecimiento del di�logo bilateral y multilateral facilita el conocimiento mutuo y favorece una mayor colaboraci�n frente a los desaf�os del pr�ximo siglo. Las medidas que apuntan al fomento de la confianza y de la seguridad en las Am�ricas son especialmente significativas para la estructuraci�n de relaciones de amistad y cooperaci�n.

En el proceso para identificar medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, se destacan la Reuni�n de Expertos de marzo de 1994 en Buenos Aires, as� como las resoluciones de la Asamblea General de la OEA, especialmente las resoluciones AG/RES. 1179 (XXII-O/92), AG/RES. 1284 (XXIV-O/94) y AG/RES. 1288 (XXIV-O/94), y el proyecto de inventario presentado por la Junta Interamericana de Defensa al Consejo Permanente en cumplimiento de la resoluci�n CP/RES. 650 (1031/95).

De conformidad con lo anterior, los gobiernos de los Estados miembros de la OEA, reunidos en Santiago, Chile, acuerdan recomendar la aplicaci�n de la manera que sea m�s adecuada, de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, entre las cuales cabe mencionar las siguientes:

a) Gradual adopci�n de acuerdos sobre notificaci�n previa de ejercicios militares;

b) Intercambio de informaci�n y participaci�n de todos los Estados miembros en el Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas y en el Informe Estandarizado Internacional sobre Gastos Militares;

c) Fomento de la elaboraci�n y el intercambio de informaci�n sobre pol�ticas y doctrinas de defensa;

d) Consideraci�n de un proceso de consultas con miras a avanzar en la limitaci�n y control de armas convencionales;

e) Acuerdos sobre invitaci�n de observadores para ejercicios militares, visitas a instalaciones militares, facilidades para observar operaciones rutinarias e intercambio de personal civil y militar para formaci�n, capacitaci�n y perfeccionamiento;

f) Reuniones y acciones para prevenir incidentes e incrementar la seguridad en el tr�nsito terrestre, mar�timo y a�reo;

g) Programas de cooperaci�n en casos de desastres naturales o para prevenir tales desastres, sobre la base de la petici�n y autorizaci�n de los Estados afectados;

h) Desarrollo e implementaci�n de las comunicaciones entre las autoridades civiles o militares de pa�ses vecinos de conformidad con su situaci�n fronteriza;

i) Realizaci�n de seminarios, cursos de difusi�n y estudios sobre medidas de fomento de la confianza mutua y de la seguridad, y pol�ticas de fomento de la confianza con participaci�n de civiles y militares, as� como sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los peque�os Estados insulares;

j) Realizaci�n de una reuni�n de alto nivel sobre las preocupaciones especiales de seguridad de los peque�os Estados insulares; y

k) Programas de educaci�n para la paz.

Las medidas anunciadas requieren la puesta en marcha de una serie de acciones tendientes al seguimiento y peri�dica evaluaci�n de su implementaci�n. Para tal efecto, los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros de la OEA solicitan a la Comisi�n de Seguridad Hemisf�rica que asuma tales tareas y prepare un informe sobre la materia para ser considerado por el vig�simo sexto per�odo ordinario de sesiones de la Asamblea General, el que decidir�, inter alia, sobre la realizaci�n de una conferencia regional de seguimiento de la Conferencia Regional sobre Medidas de Fomento de la Confianza y de la Seguridad realizada en Santiago de Chile.

Ante la importancia de conocer otras medidas que se est�n aplicando o que pudieran adoptarse, los representantes acuerdan brindar peri�dicamente a la Comisi�n de Seguridad Hemisf�rica de la OEA informaci�n sobre la aplicaci�n de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad, a fin de facilitar la preparaci�n del inventario completo y sistem�tico de estas medidas encomendado por la Asamblea General de la OEA.

Los representantes apoyan la continuaci�n de las negociaciones internacionales sobre la proscripci�n, el tr�fico y el uso indiscriminado de minas antipersonales, teniendo en cuenta los efectos nocivos que tienen sobre la poblaci�n civil y el desarrollo econ�mico y social. En este sentido, reconocen la labor de desminado que est�n realizando en Centroam�rica la Organizaci�n de los Estados Americanos y la Junta Interamericana de Defensa.

Los gobiernos del Hemisferio otorgan una especial prioridad a la identificaci�n de los riesgos, amenazas y desaf�os que enfrentan las Am�ricas de cara al pr�ximo milenio, as� como el fomento de un clima internacional de confianza y paz mediante la cooperaci�n, de conformidad con los prop�sitos y principios de la Carta de la OEA.

En este contexto, comprometen sus esfuerzos para que las controversias pendientes alcancen soluciones, a la brevedad posible, a trav�s de arreglos negociados, inspirados en la justicia y con pleno respeto al derecho internacional y los tratados vigentes.

Los representantes coinciden en que las Am�ricas est�n en condiciones de contribuir a robustecer efectivamente la paz y seguridad internacionales, mediante el intercambio de experiencias con otras regiones respecto de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad.

Los representantes dejan constancia de sus agradecimientos al Gobierno de Chile por la c�lida acogida brindada y por la correcta organizaci�n de la reuni�n. Tambi�n hacen extensivo su reconocimiento a la Secretar�a General de la OEA.

Santiago, 10 de noviembre de 1995

[Hemispheric Security/tracker.htm]