PRENSA / PRESS

Washington, D.C.

10 de setiembre de 1999

 

PRESENTACION DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA ANTE LA REUNION CONSULTIVA DE LA ESTRATEGIA INTERAMERICANA DE PARTICIPACION PUBLICA

México, D.F. 10 de Septiembre de 1999

Ante todo, quisiera expresar mi agradecimiento al Excelentísimo Gobierno de México por acoger esta Reunión Consultiva con la que culmina el proceso de formulación de la Estrategia Interamericana para la Promoción de la Participación Pública en la Toma de Decisiones sobre Desarrollo Sostenible.

Deseo también saludar a los representantes de los gobiernos y de la sociedad civil de las Américas que han venido desde todos los rincones de nuestro continente trayendo los aportes, visiones y opiniones de sus pueblos y de sus gobiernos. Quisiera expresarles mis felicitaciones por haber llegado hasta aquí, pues sé que el camino que ha debido recorrerse para la formulación de la Estrategia ha sido largo, pero fructífero. El entusiasmo y perseverancia de todos, ha hecho posible este resultado.

La tecnología nos permite hoy comunicarnos por este medio, para informarles acerca del cumplimiento de uno de los mandatos más importantes que nos encomendaron los Jefes de Estado y de Gobierno en las Cumbres de las Américas.

En la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, la casi totalidad de los Jefes de Estado del planeta consagró el desarrollo sostenible como la meta hacia la cual se deben dirigir en forma colectiva y solidaria los países del orbe.

Pocos años después, nuestra región se convirtió en la primera en el mundo en realizar una cumbre presidencial sobre este tema, al llevarse a cabo la Cumbre de las Américas sobre Desarrollo Sostenible de Bolivia en diciembre de 1996. En este y otros foros regionales, se ha trabajado sobre los conceptos y propuestas relativos a la protección del medio ambiente y al desarrollo sostenible y se ha establecido claramente, que el reto de alcanzar el desarrollo sostenible es responsabilidad no solo de los gobiernos, sino de todos los sectores de nuestras sociedades.

Dentro de ese esfuerzo común, se ha logrado construir un puente sobre las bases sentadas en las Cumbres de Río, Barbados, Miami, Centroamérica, Santa Cruz, y más recientemente, Santiago. Gracias a ello, los países de las Américas se encuentran mejor equipados para enfrentar los enormes retos que nos depara el nuevo milenio; retos que se refieren, no solamente a las dificultades inherentes a la concepción del desarrollo sostenible y las formas de hacerlo operante, sino también, a los que se derivan de la diversidad misma de los países de nuestro hemisferio.

Nuestros países han venido trabajando con creatividad e imaginación en la búsqueda de nuevas formas de acción colectiva y de cooperación hemisférica. Con el fin de concretar caminos para fortalecer el desarrollo sostenible, en la Cumbre de Santa Cruz, los Jefes de Estado y de Gobierno confirieron a la OEA la responsabilidad de formular una estrategia para la promoción de la participación pública en la toma de decisiones sobre desarrollo sostenible.

Para responder a ese desafío, la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA, inició hace dos años la tarea de formular la ISP con el concurso decidido de los gobiernos, de la sociedad civil y de las agencias de desarrollo que nos apoyaron en esta tarea. En particular, quiero agradecer al Programa para el Medio Ambiente Mundial, al PNUMA, al AID y a UNESCO su contribución a este esfuerzo.

Al reflexionar sobre el proceso que nos condujo aquí, quisiera hacer también un reconocimiento especial al papel que ha jugado la sociedad civil en apoyar y alimentar el diálogo. Sin duda, fueron inmensas y muy valiosas las contribuciones positivas del sector no gubernamental.

Todo lo realizado en este campo, ha demostrado una vez más que la OEA es un foro que ha adaptado sus prioridades a las nuevas realidades del hemisferio, una Organización que está fortaleciendo los mecanismos de participación ciudadana permitiendo una mayor presencia de la sociedad civil en el diálogo hemisférico y en las tareas para hacer frente a los problemas colectivos. Esto se puso de manifiesto en el proceso de negociación del ALCA y con la aprobación en la Asamblea de la OEA, celebrada en Guatemala, de dos resoluciones orientadas a facilitar mayor participación de la sociedad civil en las actividades de la Organización.

Con la conclusión de esta etapa de formulación de la Estrategia Interamericana de Participación Pública, y los antecedentes que acabo de mencionar sobre la apertura de la OEA, en su capacidad para promover una mayor participación de la sociedad civil en el Hemisferio, podemos con más confianza aceptar el desafío que se nos planteara en la Cumbre de Santiago donde se encomendó a esta Organización la tarea de hacer extensivas las experiencias de la ISP a otras áreas sustantivas, con el fin de promover "una mayor participación de la sociedad en los asuntos públicos".

Sabemos que la tarea que tenemos por delante es formidable y que es necesario encontrar respuestas a la multitud de desafíos que se nos presentarán con la implementación de la ISP. Sin embargo, podemos afirmar que hemos recorrido un buen trecho del camino que nos propusimos transitar.

Al aproximarnos al final de este primer esfuerzo, podemos sentirnos satisfechos con el progreso que hemos logrado al avanzar en algunos elementos claves para el desarrollo sostenible en las Américas. Podemos también, sentirnos alentados por el espíritu de consenso y por el entusiasmo existente por llevar adelante esta iniciativa. Estoy seguro que esta reunión ha producido los frutos que se esperaban y constituirá un aporte nuevo e informado para perfeccionar esta importante iniciativa que guiará en el próximo milenio el desarrollo sostenible de las Américas, y por ende, del planeta que entregaremos a las futuras generaciones.

La OEA hoy está orgullosa de poder afirmar que hemos cumplido exitosamente con este mandato que nos fuera encomendado en la Cumbre de Bolivia. Toda acción futura requerirá que continuemos con esta colaboración que hasta ahora nos ha acompañado.

 

Señoras y Señores,

 

Quisiera concluir invitándolos a que transmitan un mensaje a todos los rincones del hemisferio: la participación ciudadana y el desarrollo sostenible son esenciales a los intereses de todos y es preciso que los gobiernos y la sociedad civil trabajen conjuntamente, pues cualquier esfuerzo de desarrollo, para que sea realmente sostenible, requiere la participación activa de la sociedad civil.

Muchas Gracias.