Discurso del Embajador Juan Martabit al Asumir en Nombre de Chile la Presidencia del SIRG

(1 de octubre de 1996)

Se�ores delegados,

A partir de hoy mi pa�s asume formalmente la presidencia de los trabajos preparatorios de la II Cumbre hemisf�rica, conforme al mandato otorgado por los gobiernos del hemisferio.

Constituye un especial honor y gran responsabilidad ejercer tan importantes funciones. Pondremos el mejor de nuestros esfuerzos para cumplir a cabalidad esa labor. Estoy cierto que contaremos con el apoyo y la contribuci�n permanente de todos los gobiernos del hemisferio para finalizar con �xito dicho cometido.

Desear�a en esta oportunidad, compartir con ustedes los lineamientos generales de como Chile se propone ejercer dicho mandato y presentar algunas orientaciones para la discusi�n de esta sala.

Transparencia

Creo propicio destacar que la presidencia tiene la convicci�n que para realizar un adecuado y conveniente trabajo preparatorio, �ste debe caracterizarse por la debida transparencia. Esa ser� la l�nea invariable de conducta que guiara en todo momento las labores propias de esta mesa; la conducci�n de los debates y la forma en que se adoptaran los acuerdos.

Consenso

El �xito de la Cumbre de las Am�ricas tiene como pilar fundamental el que sus acuerdos y compromisos, interpreten las aspiraciones e intereses de cada uno de los pa�ses de la comunidad hemisf�rica. De ah� la importancia de orientar nuestros trabajos a trav�s del dialogo, el intercambio de opiniones y a la b�squeda de formulas que sean siempre producto del consenso. A pesar de la heterogeneidad de nuestras realidades, nos inspiran principios y objetivos Comunes. Desde esa perspectiva, emerge como �nica formula conveniente para el buen �xito de nuestra labor, la de encaminar siempre nuestros esfuerzos para conciliar posibles diferencias, y a privilegiar las propuestas que se fundamenten exclusivamente en el esfuerzo com�n por alcanzarlas.

Participaci�n de todas las naciones

El trabajo preparatorio que tenemos por delante implicara un gran esfuerzo colectivo. Nos espera una larga jornada, no exenta de dificultades. Pero me abriga la seguridad que a trav�s de una activa participaci�n de cada uno de nuestros pa�ses, podremos ir sorteando los obst�culos que surjan en el camino y, con la debida antelaci�n, construir las bases de las propuestas que deberemos someter a nuestros mandatarios.

En �ste sentido, me permito recalcar que esta' presidencia esta a entera disposici�n de los gobiernos y coordinadores hemisf�ricos en forma permanente y que mantendr� estrechos y continuos contactos con las diferentes canciller�as para consultar pareceres y solicitar aportes. Esperamos de esa forma, presentar en las reuniones que sostendremos peri�dicamente, en el marco del SIRG, documentos que siempre hayan sido conocidos previamente por todos los participantes.

Igualdad de los estados

Las diferencias en los grados de desarrollo relativo que presentan los pa�ses del hemisferio, no debieran transformarse en impedimentos para que algunas naciones puedan participar en forma activa en �ste proceso. A esta presidencia le asiste la disposici�n de atender a todas y cada una de las iniciativas que le sean formuladas. Soy un convencido que las diversas experiencias que han vivido las naciones de nuestro hemisferio, contribuir�n a enriquecer el debate y ser�n de una valiosa orientaci�n para nuestras labores.

Selectividad de temas

Una de las primeras tareas a la que deberemos abocarnos ser� definir los temas que incorporaremos en nuestra propuesta a los jefes de estado y de gobierno. Para tales efectos, tendremos que efectuar una necesaria selecci�n entre aquellos que verdaderamente constituyan un real y fundamentado aporte para �ste esfuerzo colectivo de cooperaci�n, y que interpreten las urgencias del momento que estamos viviendo.

Desde esa perspectiva, estimo que cabria procurar concentrarnos en determinar un numero reducido de �reas tem�ticas. Invito desde ya a esta sala a reflexionar sobre la materia, de manera que podamos comenzar a bosquejar las primeras bases a �ste respecto.

Modalidad del trabajo

Los trabajos preparatorios de la Cumbre constituyen un ejercicio eminentemente diplom�tico, en consideraci�n al hecho que sus resultados y propuestas finales deben ser encaminadas a la consideraci�n de los mandatarios del hemisferio.

De ah� que sea de nuestra exclusiva competencia, determinar el curso de acci�n hacia el cual deberemos orientar �ste proceso. De lo contrario, podemos caer en la multiplicaci�n de foros, lo que nos podr�a llevar a descoordinaciones y a entorpecer las labores preparatorias.

Con todo, estimo extremadamente �til y necesario contar con el apoyo, en los casos y materias que as� se determine, de la sociedad civil, debidamente representada por entidades 0 personal altamente calificado 0 de reconocida competencia, y siempre bajo la decisi�n exclusiva de los respectivos gobiernos.

Contribuci�n de los organismos regionales

Es de particular e insustituible importancia el apoyo y contribuci�n que nos puedan prestar los organismos regionales, tal como ya lo han hecho desde el inicio del proceso. Estoy cierto que su valiosa experiencia, ideas y conocimientos, ser�n de gran utilidad para nuestro trabajo preparatorio.

Fecha de la II Cumbre hemisf�rica

Hemos recibido un amplio apoyo a nuestra propuesta tendiente a realizar la II Cumbre durante la segunda quincena de marzo de 1998. Agradezco en nombre del gobierno de Chile, la disposici�n de la comunidad hemisf�rica por atender la sugerencia de mi pa�s.

Conforme lo acordado, la fecha precisa ser� anunciada durante la Cumbre de desarrollo sostenible que se celebrara en santa cruz de la sierra.

Para tales efectos, con la debida antelaci�n les haremos llegar una propuesta en tal sentido.

Comentarios finales

Me he permitido transmitir en esta somera exposici�n algunos conceptos b�sicos sobre la forma en que conduciremos estos trabajos preparatorios. No cabe duda que si llegamos a acuerdos efectivos y concretos como estoy cierto que lo haremos -, nuestra acci�n contribuir� a la necesaria y esperada transformaci�n que requiere nuestro hemisferio.

Sus resultados, de ser exitosos, permitir�n una ampliaci�n sustancial en los horizontes de nuestros pueblos. Dada las actuales circunstancias mundiales, las luchas y esperanzas solitarias, tienen escasas probabilidades de fructificar. En cambio, una actuaci�n conjunta y solidaria tiene mayores posibilidades de prosperar.

Nos quedan aproximadamente 540 d�as para llegar a la Cumbre de Santiago. Esperamos que sean d�as de iniciativas, dialogo, creatividad, trabajo y tambi�n, como toda actividad humana, d�as de simpat�a, agrado y satisfacci�n de contribuir a una noble causa.

Muchas gracias. 

[SIRG/1996/VII/tracker.htm][SIRG/1996/VII/tracker.htm]