Intervenci�n del Director de Am�rica, Embajador Juan Martabit, con Motivo de la Apertura de la Octava Reuni�n del Grupo de Revisi�n de la implementaci�n de la Cumbre.

(Washington, D.C. 5 de marzo de 1997)


Doctor George Alleyne Director de la Organizaci�n Panamericana de la Salud,
Embajador Jeffrey Davidow, Secretario de Estado Asistente,
Distinguidos viceministros y delegados

En primer lugar, quisiera agradecer el gentil ofrecimiento del doctor Alleyne, que nos ha permitido desarrollar nuestros trabajos en la sede de esta prestigiosa organizaci�n. La organizaci�n panamericana de la salud ha jugado un significativo papel en el hemisferio, contribuyendo a lo largo de �ste siglo en el canto de la salud, aporte que ha tra�do beneficios sustantivos para millones de ciudadanos de las Am�ricas. Estoy cierto que todos los que participamos en �ste encuentro, nos sentimos honrados de poder sesionar en esta casa.

Hoy iniciamos una etapa mas de nuestros trabajos de revisi�n de la Cumbre de Miami y, en el d�a de ma�ana, tendremos una importante sesi�n destinada a preparar la pr�xima Cumbre que tendr� lugar en Santiago.

Como bien dice el subsecretario de estado adjunto, nos espera una ardua, compleja y, a la vez, estimulante jornada. Estoy cierto que con la activa participaci�n de todos ustedes, podremos obtener en ambas reuniones las necesarias respuestas y definiciones, conforme a las instrucciones con que nos han mandatado nuestros respectivos gobiernos.

En el d�a de hoy, tendremos la ocasi�n de poder recibir un detallado Informe de los coordinadores responsables de temas que nos preocupan y en los que hemos estado trabajando desde Miami. As�, contaremos con una evaluaci�n del estado y los progresos obtenidos en materia de infraestructura, narc�ticos, educaci�n, medidas de confianza, desarrollo sustentable y nutrici�n.

Aquellos informes, junto a los que nos han entregado en anteriores reuniones los coordinadores de estos y otros temas, nos permitir�, a estas alturas, poder contar con un cuadro general del grado de avance que se ha logrado desde el ano 1994, en el proceso de cooperaci�n e integraci�n iniciado entonces.

Constituir�, por tanto, una tarea prioritaria efectuar una apreciaci�n critica de los resultados globales de aquel esfuerzo hemisf�rico, con el fin de impulsar. De manera consistente aquellas �reas que por diversas razones pudieren haberse visto retrasadas.

Se�ores delegados,

En esta misma ciudad nos dimos cita hace unos meses, con ocasi�n de la s�ptima reuni�n de �ste mismo grupo de trabajo. En dicha oportunidad, reiteramos nuestra mas decidida voluntad por continuar fortaleciendo el esquema de relaci�n inter hemisf�rico surgido en 1994, y nos comprometimos a efectuar el mejor de nuestros esfuerzos para llevar a cabo la labor que nos ha sido encargada, con el fin de preparar adecuadamente la pr�xima Cumbre hemisf�rica.

Han transcurrido seis meses desde aquel encuentro, y debo 0tresar que junto con aquella declaraci�n de intenciones, cuya relevancia no necesito destacar, se han verificado en nuestro hemisferio una serie e hechos concretos que ponen de manifiesto la determinaci�n de los pa�ses de la regi�n por avanzar en �ste esfuerzo colectivo.

As�, quisiera mencionar en t�rminos extremadamente positivos el acuerdo de paz logrado en Guatemala. Su concreci�n enaltece a las autoridades y al pueblo guatemalteco y proyecta una imagen esperanzadora respecto a la consolidaci�n de la paz y la democracia en el hemisferio, poniendo as� termino a un doloroso conflicto de mas de treinta a�os.

Igualmente, desear�a saludar a Nicaragua y Rep�blica Dominicana, cuyos procesos electorales dejan de manifiesto que en las -Am�ricas estamos dando pasos decididos en beneficio de la institucionalidad democr�tica y de los derechos ciudadanos, al tiempo de expresar a los delegados presentes el mayor de los �xitos en las tareas que sus respectivos gobiernos se han trazado.

En esos mismos t�rminos, me gustar�a resaltar la reelecci�n del presidente de los Estados Unidos de Am�rica. Esperamos que durante su segundo mandato, el presidente Clinton podr� hacer realidad una serie de iniciativas de importancia para las Am�ricas y que por razones de diferente �ndole, no pudieron verse concretadas en su primer gobierno.

Desde ya, el anuncio de pr�ximos viajes a la regi�n y de su compromiso por reactivar las iniciativas de integraci�n comercial, son se�ales promisorias. Igualmente, la confirmaci�n del se�or McLarty, como consejero y enviado especial del presidente Clinton para las Am�ricas, constituye otro hecho que saludamos y valoramos muy especialmente.

Asimismo, la realizaci�n de la conferencia Cumbre de desarrollo sostenible, a la cual usted tambi�n se refer�a, en la ciudad de santa cruz de la sierra, Bolivia, es otro paso en �ste compromiso conjunto de cooperaci�n. Sus resultados son una contribuci�n sustancial para la materializaci�n de las metas determinadas en Miami.

El esfuerzo desarrollado por el pa�s anfitri�n, y la constructiva labor diplom�tica. Llevada a cabo por los dem�s pa�ses participantes, nos permite hoy exhibir un acuerdo hemisf�rico en una materia de particular relevancia.

A la vez, dais atr�s se desarrollo la reuni�n de viceministros de comercio en la ciudad de Recife, Brasil. Estoy seguro que bajo la coordinaci�n del gobierno de Brasil, el trabajo destinado a configurar un �rea de libre comercio de las amer1cas, permitir�. El mayor avance posible, y que de la reuni�n ministerial de Belo Horizonte, surgir�n los acuerdos adecuados y necesarios para cumplir con aquel trascendental objetivo.

Sabemos que al respecto deber�n desarrollarse los mayores esfuerzos, para llegar a Santiago con resultados que pongan de manifiesto los compromisos adoptados en Miami. De all� que los pa�ses que participan en los grupos de trabajo tienen un gran y no menos complejo desaf�o por delante.

Quisiera tambi�n desear �xito a las autoridades del gobierno del ecuador y expresar nuestra esperanza en que la institucionalidad democr�tica resulte reforzada en ese pa�s hermano, frente al proceso que all� acaba de tener lugar.

Asimismo, quiero transmitir al gobierno del Paraguay, que asumi� la secretaria pro tempore del Grupo de R�o - mecanismo que junto a otros grupos regionales, se ha destacado por su activa participaci�n y contribuci�n a �ste proceso de dialogo, cooperaci�n e integraci�n hemisf�rica -, nuestro deseo de �xito en su tarea coordinadora.

La labor desarrollada por los pa�ses de la regi�n que integran la comunidad iberoamericana, talv1bien debe ser resaltada en �ste esfuerzo por perfeccionar nuestra institucionalidad democr�tica, profundizar la cooperaci�n regional y mejorar los niveles de vida de nuestros pueblos.

Dicha instancia se ha convertido en un significativo canal de dialogo y cooperaci�n del cual surgen consensos en materias que preocupan son de atenci�n especial en las Am�ricas, y cuyos contenidos pueden ser de inter�s, en definitiva, de todos los pa�ses aqui presentes.

Tambien quisiera recordar en esta oportunidad, en forma muy especial y con el mayor afecto, al se�or canciller del Per�, quien esta sufriendo, o a otras importantes figuras del quehacer nacional de ese pa�s y de representantes diplom�ticos de otros estados, el flagelo del terrorismo, del cual lamentablemente ninguno de nosotros esta exento.

Se�ores delegados,

Estamos avanzando gradualmente hacia horizontes que tan solo hace algunos a�os eran impensables. Los consensos alcanzados respecto al beneficio que reporta a nuestros pueblos una democracia s�lida, basada en una activa participaci�n ciudadana; un modelo econ�mico caracterizado por el libre comercio; la necesidad de una mayor integraci�n y cooperaci�n hemisf�rica; y de una ampliaci�n del dialogo y de las consultas entre los estados, son los ejes rectores de nuestra acci�n hemisf�rica.

Los programas concretos que hemos ido estructurando para profundizar tales directrices, nos permiten exhibir resultados positivos en muchas �reas. Debemos perseverar en ese esfuerzo colectivo, prestando atenci�n prioritaria a las urgentes necesidades de nuestros pueblos a trav�s de una agenda clara y precisa configurando cursos de acci�n conjuntos.

Ello nos llevara a superar los mas agudos problemas de nuestra regi�n y a eliminar las carencias que afectan a gran parte de nuestros pueblos. En esa medida habremos respondido en forma responsable a los desaf�os y oportunidades que la actual situaci�n mundial nos ofrece.

No debemos olvidar que la Cumbre de Santiago tendr� lugar a tan solo un a�o y meses del pr�ximo milenio, de manera que ser� una tarea de todos nosotros el que ella constituya una autentica puesta en relieve de aquellos temas que verdaderamente interesan a nuestros ciudadanos, hombres y mujeres de nuestro hemisferio, que muchas veces observan con desesperanza que el progreso es privilegio de otros.

De ah� que queremos que la segunda Cumbre de las Am�ricas constituya, en verdad, una instancia principal que permita definiciones y se�ale oportunidades reales para quienes mas necesitan la transformaci�n que, a trav�s de �ste encuentro hemisf�rica de jefes de estado y de gobierno, pretendemos llevar adelante.

Muchas gracias. 

[SIRG/1997/VIII/tracker.htm][SIRG/1997/VIII/tracker.htm]