Nota:

Este documento fue presentado por el Gobierno de Chile a la XII Reuni�n del Grupo de Revisi�n e Implementaci�n de Cumbres, para la consideraci�n de los Estados miembros del proceso de Cumbres.


Versi�n de 06.01.98 

[Proyecto de] DECLARACION POLITICA II CUMBRE DE LAS AMERICAS

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de los pa�ses de las Am�ricas, elegidos democr�ticamente, nos hemos reunido en Santiago, Chile, en el marco de la II Cumbre de las Am�ricas, con el objeto de examinar la actual situaci�n de la regi�n, evaluar el proceso de cooperaci�n e integraci�n hemisf�rica y adoptar las medidas necesarias para dar un renovado impulso a este esfuerzo conjunto, de manera de utilizar en mejor forma las capacidades de nuestros pa�ses, contribuir a solucionar los severos problemas que a�n aquejan a parte importante de nuestros pueblos y dar respuestas a las inquietudes y requerimientos de los ciudadanos.

Una consistente y renovada acci�n hemisf�rica que complemente los Programas nacionales en marcha en nuestras respectivas naciones, permitir� a nuestros pa�ses aprovechar y enfrentar en mejor medida los beneficios, oportunidades, desaf�os y esperanzas que trae el siglo XXI. En este contexto, hemos suscrito la siguiente Declaraci�n Pol�tica:

1. Reafirmamos nuestra plena adhesi�n a la Declaraci�n de Principios suscrita con ocasi�n de la I Cumbre de las Am�ricas realizada en diciembre de 1994 y la firme voluntad de continuar el esfuerzo iniciado en esa oportunidad. Dicha Cumbre constituy� un importante encuentro para proyectar el estrechamiento de los lazos y la ejecuci�n de programas de cooperaci�n interhemisf�ricos. Hemos constatado los avances que se han logrado en el proceso de implementaci�n de los compromisos all� contra�dos, como tambi�n de aquellas �reas que requieren de un mayor dinamismo e impulso.

2. En el marco de amistad, solidaridad y cooperaci�n que anima a nuestras naciones, reiteramos nuestra decidida voluntad a profundizar consultas entre nuestros gobiernos y a privilegiar siempre el di�logo en materias de inter�s para el Hemisferio.

DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS

Expresamos nuestra firme convicci�n de que s�lo con democracias vigorosas y en constante perfeccionamiento, se lograr� acrecentar la participaci�n ciudadana. Mediante la adecuaci�n de las estructuras de gobierno a sistemas cada vez m�s �giles y representativos, se asegurar� que los importantes principios de respeto a la persona hu�nana y al pleno desarrollo de sus capacidades, encuentren la vigencia que merecen. Para ello, deben desplegarse constantes esfuerzos tanto en el plano interno como en el de la cooperaci�n internacional, a fin de hacer posible estos prop�sitos y aumentar las formas de apoyo tendientes a la permanente profundizaci�n del sistema democr�tico.

4. La experiencia de nuestros pa�ses nos indica que la Democracia, adem�s de constituir un ejercicio c�vico indispensable para la generaci�n peri�dica de autoridades representativas de las naciones, requiere de instrumentos y mecanismos que permitan fortalecer su base conceptual y �tica, perfeccionar su desarrollo y cautelar su aplicaci�n. Para estos efectos, expresamos de manera inequ�voca nuestra firme voluntad de seguir construyendo una comunidad hemisf�rica asentada en gobiernos emanados de una aut�ntica voluntad democr�tica. La consolidaci�n de una cultura democr�tica nos permitir� hacer realidad una sociedad americana m�s justa, digna, pr�spera, tolerante y libre.

5. Reafirmamos nuestro inter�s por continuar perfeccionando los instrumentos destinados a fortalecer el respeto a los derechos humanos, base esencial de una democracia s�lida y pluralista, as� como el car�cter universal, indivisible e interdependiente de ellos, tal como ha sido consagrado en los tratados internacionales universalmente aceptados. En este contexto, constituye un elemento de particular importancia que los gobiernos del Hemisferio suscriban las convenciones internacionales sobre la materia.

PAZ Y SEGURIDAD

6. La paz entre los pueblos constituye la base fundamental de la convivencia humana y el requisito principal para posibilitar el pleno desarrollo de las naciones. Con leg�timo orgullo constatamos que en el Hemisferio este es el concepto predominante. Es nuestro prop�sito cautelar y acrecentar todas aquellas acciones destinadas a asegurar este bien superior. Tambi�n es nuestro deseo compartir con las otras regiones del mundo este anhelo y esfuerzo que debe alcanzar a todos los pa�ses del planeta.

7. El concepto de seguridad, tal como fuera concebido originalmente por las naciones del Hemisferio propio de un entorno de guerra fr�a y enfrentamiento bipolar, en los tiempos actuales en el que no tienen cabida las fronteras ideol�gicas, debe situarse en una nueva perspectiva. A este respecto, solicitamos a los organismos regionales del Hemisferio que analicen y propongan mecanismos de cooperaci�n en esta importante materia, acorde con la evoluci�n de las circunstancias en el mundo y con otros relevantes conceptos que pueden micidir en la seguridad y convivencia entre nuestros pa�ses.

8. Sin perjuicio de lo anterior, constatamos diferentes experiencias destinadas a promover medidas de confianza mutua entre los Estados, las que han demostrado su validez e importancia. Reafirmamos nuestro inter�s por seguir desarrollando iniciativas en esta esfera, como tambi�n en la implementaci�n de los acuerdos emanados de las Conferencias sobre Medidas de Confianza Mutua celebradas en el Hemisferio hasta ahora.

FACTORES DE INESTABILIDAD

La realidad mundial y regional pone de manifiesto el surgimiento de nuevas amenazas comunes, derivadas de fen�menos tales como el narcotr�fico, el terrorismo, la corrupci�n y otras formas de delitos internacionales que dificultan no s�lo el normal desarrollo econ�mico, social y cultural de nuestras sociedades, sino que tambi�n la estabilidad democr�tica. Igualmente peligrosos para la regi�n son los derivados de estos delitos, que se manifiestan en un aumento de la delincuencia urbana, deserci�n escolar, pr�cticas laborales abusivas respecto de mujeres y j�venes, as� como otras alteraciones que afectan el normal desarrollo de nuestras sociedades. Nos congratulamos que el Hemisferio haya tomado debidas y oportunas medidas para hacer frente a estas nuevas formas delictivas y reafirmamos nuestra intenci�n de continuar profundizando la cooperaci�n en este campo y, si fuere preciso, definir acciones conjuntas adicionales para contrarrestar estos flagelos.

GLOBALIZACION

10. Confiamos en que el proceso de globalizaci�n que caracteriza al desarrollo actual de la humanidad, acreciente las relaciones hemisf�ricas sobre la base de los principios fundamentales de independencia y soberan�a. Al mismo tiempo, reafirmamos que s�lo mediante una interdependencia cimentada en la igualdad soberana de los Estados y en principios y valores comunes que permitan un crecimiento econ�mico fundado en pr�cticas de libre comercio; en el respeto a los derechos de nuestros ciudadanos a un medio ambiente sano; y en pol�ticas que aseguren una necesaria equidad, fortaleceremos la paz y el progreso sostenido en que vive el Hemisferio.

11. El fen�meno de la globalizaci�n ofrece nuevas oportunidades para el desarrollo sustentable del planeta y abre un amplio campo para lograr una cooperaci�n m�s eficaz por parte de la comunidad internacional. Con todo, no se debe soslayar el hecho que tambi�n puede producir situaciones altamente inconvenientes y riesgosas, que se traduzcan en un aumento en las diferencias de nivel de desarrollo econ�mico entre las naciones, induciendo a la exclusi�n social y pol�tica, con las senas repercusiones negativas que tal situaci�n engendrar�a.

12. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se efect�en todos los esfuerzos posibles con el fin de desarrollar oportunamente mecanismos de soluci�n de los problemas derivados de la globalizaci�n, en particular aquellos relativos a la volatilidad de capitales. Vivimos en una econom�a global cada vez m�s interdependiente y si no se adoptan en tiempo debido mecanismos de prevenci�n y correcci�n, se pueden evidenciar potenciales factores desestabilizadores para las econom�as individuales.

14. Estamos convencidos que la Educaci�n es el principal instrumento para hacer de nuestros pa�ses aquellas democracias s�lidas que todos anhelamos y constituye el elemento fundamental para acceder a mayores niveles de desarrollo. Solo mediante la educaci�n haremos de nuestros hombres y mujeres, ciudadanos con oportunidades para acceder al mundo del conocimiento, de la tecnolog�a y de nuevas formas de crecimiento individual y social que hoy en d�a s�lo est�n disponibles para minor�as. En la actualidad, la verdadera riqueza de las naciones radica en las cualidades de las personas que las integran. El desarrollo de las capacidades de las mujeres y hombres, define los l�mites y posibilidades del bienestar de las naciones.

15. Hemos conversado extensamente sobre los proyectos que se est�n ejecutando en cada uno de nuestros pa�ses para acrecentar y atender debidamente las necesidades de educaci�n de nuestras poblaciones, tomando tambi�n en debida consideraci�n aquellos factores provenientes de una adecuada valoraci�n de la identidad cultural de cada naci�n y comunidad que las conforman.

16. Reconociendo que en el Hemisferio la educaci�n tiene desaf�os, perspectivas y problemas que son comunes, y estando de acuerdo en las soluciones para atender dicha situaci�n, nos comprometemos a implementar pol�ticas educacionales que hagan efectivos los criterios de calidad, equidad y pertenencia.

17. Coincidimos en que esta materia debe ser abordada integralmente, de manera que no s�lo comprenda el incremento y la resignaci�n de recursos dentro de los pa�ses para cumplir con estos fines, sino que tambi�n incorpore planes y programas debidamente actualizados. En estos planes se contemplar� el desarrollo de una s�lida formaci�n en valores y una combinaci�n entre capacidad de competir y vivir la solidaridad. Con ello procuraremos preparar a las personas para su din�mica inserci�n en el mundo del trabajo y una participaci�n responsable como ciudadanos; introducir tecnolog�as educativas disponibles y que han demostrado su eficiencia; permitir el acceso a la inform�tica a los m�s amplios niveles; y posibilitar la capacitaci�n permanente de docentes, incluyendo el intercambio de alumnos y profesores entre los diversos pa�ses de la regi�n, as� como iniciativas destinadas a fortalecer la educaci�n superior.

18. Con este prop�sito, reafirmamos nuestra voluntad de continuar robusteciendo la cooperaci�n internacional y solicitamos a los organismos internacionales que acrecienten substantivamente la atenci�n que brindan al tema de la Educaci�n. Dada la importancia que atribuimos a esta materia, adjuntamos en el Plan de Acci�n conceptos e iniciativas espec�ficas sobre dicho �mbito.

ACCESO A UNA JUSTICIA AGIL, EFICIENTE E INDEPENDIENTE

19. Convencidos de la necesidad de satisfacer oportuna y eficazmente las demandas de justicia de nuestras poblaciones, estamos conscientes que esta debe ser un �rea de renovada atenci�n y actualizaci�n. Nos esforzaremos por reforzar y adecuar cada vez que fuere necesario los sistemas de administraci�n de justicia, adoptando las medidas pertinentes para que toda la poblaci�n tenga un pronto, imparcial y �gil acceso a ella. Nos comprometemos a revisar los sistemas de gesti�n y estructura organizacional de los servicios p�blicos que integran el sistema de administraci�n de Justicia, analizar su rentabilidad social y efectuar los estudios econ�micos y estad�sticos que fueren del caso.

POBREZA, EQUIDAD SOCIAL Y LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACION

20. La superaci�n de la pobreza y la marginalidad sigue siendo el mayor desaf�o que enfrenta nuestro Hemisferio. Estamos conscientes de que los positivos �ndices de crecimiento mostrados en las Am�ricas en los �ltimos a�os, no han logrado traducirse en la superaci�n de la pobreza, la inequidad y la marginaci�n, que todav�a persisten en vastos sectores de nuestros pa�ses. La regi�n toda debe hacer un esfuerzo adicional para superar definitivamente en los pr�ximos a�os esta situaci�n, y lograr as� el necesario equilibrio que permita no s�lo mejores y m�s justas condiciones de vida y desarrollo para nuestros pueblos, sino que tambi�n reforzar la legitimidad y eficiencia del sistema.

21. Para responder adecuadamente a este reto, aplicaremos aquellas pol�ticas que en la experiencia hayan demostrado su validez, tanto en el terreno macroecon�mico, el de la integraci�n y la cooperaci�n, como en proyectos espec�ficos en �reas tales como el fomento a la micro, peque�a y mediana empresa, por la v�a de una adecuada asignaci�n de recursos y de la espec�fica capacitaci�n a los sectores necesitados.

MEDIO AMBIENTE

22. Reiteramos que el ser humano tiene derecho a una vida sana y productiva en armon�a con la naturaleza, y que para lograrlo debemos aumentar los esfuerzos nacionales como tambi�n los de cooperaci�n internacional derivados de la aprobaci�n del Plan de Acci�n de la Cumbre de Desarrollo Sostenible, celebrada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en diciembre de 1996.

INTEGRACION Y LIBRE COMERCIO

23. Reiterarnos nuestro pleno convencimiento que la integraci�n hemisf�rica constituye un elemento esencial y complementario a las pol�ticas nacionales para alcanzar un grado de desarrollo que nos permita superar los m�s urgentes problemas que afectan a nuestros pa�ses. En ese contexto, reafirmarnos nuestro compromiso con un proceso de integraci�n global din�mico y equitativo, que junto con acrecentar los lazos entre nuestros pueblos, favorezca el cumplimiento de los objetivos que nos hemos planteado.

24. El establecimiento del Area de Libre Comercio de las Am�ricas, a m�s tardar en el a�o 2005, sigue siendo un objetivo prioritario. Al suscribir esta Declaraci�n, con satisfacci�n anunciamos nuestro compromiso de dar inicio a las negociaciones espec�ficas destinadas a este fin, sobre la base de la propuesta formulada en la Conferencia Ministerial sobre Comercio celebrada en San Jos� de Costa Rica, en marzo pasado, al tiempo que aprobarnos la metodolog�a y calendario de trabajo que nos han sido sugeridos.

INSTITUCIONALIDAD HEMISFERICA

25. Los Jefes de Estado y de Gobierno de las Am�ricas reconocemos que las situaciones expuestas en esta Declaraci�n requieren para su soluci�n de progresivos e insustituibles esfuerzos nacionales, as� como de una adecuada y din�mica cooperaci�n internacional. Para este efecto, hacemos un llamado a los organismos internacionales del Hemisferio y a otros del �mbito mundial, relacionados con estas materias, a que acent�en y agilicen sus procesos de tomas de decisiones, deterniffien nuevas prioridades en conformidad con los acuerdos emanados de esta Cumbre y, en consecuencia, racionalicen sus recursos a fin de atender con la debida prontitud y eficiencia las necesidades para los cuales fueron creados.

26. Consideramos llegado el momento de hacer un an�lisis cr�tico de la institucionalidad hemisf�rica con el fin de aproximamos al cambio de siglo con estructuras internacionales que constituyan un mejor apoyo para las reformas que cada uno de nuestros Estados debe continuar llevando adelante. Para este efecto, solicitamos a nuestros Cancilleres que se constituyan en una instancia de evaluaci�n y an�lisis a fin de que nos propongan las ideas que concilien sobre el particular, temiendo en debida consideraci�n el aporte que estas instituciones y organismos han significado para el desarrollo de nuestros pa�ses, como el potencial que �stas representan. Es nuestro prop�sito que dicha evaluaci�n conlleve propuestas espec�ficas e innovadoras en todos los �mbitos del que hacer hemisf�rico.

27. Resolvemos reunimos en el transcurso del a�o…en una III Cumbre de las Am�ricas.

Santiago, Chile, 19 de abril de 1998.

[SIRG/1998/XII/tracker.htm][SIRG/1998/XII/tracker.htm]