SEGUNDA CUMBRE DE LAS AMERICAS
INFORME DE SEGUIMIENTO SOBRE EL TEMA MUJER
PAIS COORDINADOR: NICARAGUA

[XVII Reuni�n del Grupo de Revisi�n e Implementaci�n de Cumbres, Washington D.C., 19 de noviembre de 1999]

El Gobierno de Nicaragua, en cumplimiento de los compromisos acordados en las Cumbres de las Am�ricas, conferencias y convenciones internacionales, tiene el agrado de someter a consideraci�n del Grupo de Seguimiento para la implemetaci�n de Cumbres (GRIG), el siguiente informe provisorio de avance.

I. FORTALECIMIENTO DE MECANISMOS NACIONALES PARA LA EQUIDAD DE GENERO

Mandato

Fortalecer� y crear�n donde no existan, mecanismos, nacionales, redes regionales y subregionales correspondientes, para la promoci�n de la igualada jur�dica y de oportunidades entre, mujeres y hombres, enfocados en la equidad de g�nero. De esta manera, se proporcionar�n recursos financieros adecuados y oportunos a fin de que �stas promuevan, coordinen e instrumenten el cumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de los Estados, en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, la Conferencia Internacional sobre Poblaci�n y Desarrollo, la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, la Cumbre de las Am�ricas, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer y el reciente "Consenso de Santiago" de la VII Conferencia Regional de/ Seguimiento de Beijing (CEPAL / ONU)

Acciones

Los organismos o mecanismos nacionales de la mujer, que hoy existen en todo los pa�ses del Hemisferio, datan de fines de la d�cada de los setenta. Tomaron distintos nombres, jerarqu�as y estructuras, de acuerdo a los contextos econ�micos, social y pol�tico de cada pa�s. Si bien se ha avanzado en lo institucional, ya que en varios pa�ses se convirtieron en de Ministerios de la Mujer, en algunos casos a�n no se encuentran dentro de la estructura formal del Estado, lo que implica que es diferente la funci�n estrat�gica que cumplen para impulsar las pol�ticas de equidad de g�nero en las pol�ticas p�blicas.

La necesidad de fortalecer y crear mecanismos nacionales para la mujer es uno de los mandatos emanados de la Segunda Cumbre de las Am�ricas. Sin embargo, la ubicaci�n de estos organismos en rangos de baja categor�a institucional y falta de asignaci�n de recursos, es una debilidad que sugiere la necesidad de legitimar este tema en el Estado a trav�s de la existencia de una instancia rectora de pol�ticas y programas. Es por ello que, en distintos foros internacionales se sigue tratando el tema para definir e impulsar estrategias destinadas a ese fin.

1. Seminario Latinoamericano de Oficinas de la Mujer - DGPM/PNUD/FNUAP Rep�blica Dominicana, 6, 7 y 8 de abril de 1999.

Este seminario fue realizado con el prop�sito de intercambiar experiencias sobre los principales logros, obst�culos y estrategias con relaci�n a la institucionalizaci�n del enfoque de g�nero en las pol�ticas p�blicas de los estados y sociedades latinoamericana. Para ello se establecieron tres objetivos que se sintetizan en la necesidad de intercambiar experiencias sobre: 1) El marco conceptual referencial sobre roles o funciones de las Secretar�as de la mujer y sus relaciones org�nicas al interior del Estado 2) Estrategias exitosas de posicionamiento de las oficinas de la mujer y su articulaci�n con otras secretar�as o ministerios para lograr la incorporaci�n del enfoque de equidad de g�nero en sus programas y presupuestos y 3) El posicionamiento de la equidad de g�nero en la agenda nacional y en la opini�n p�blica v�a los medios de comunicaci�n masiva

Se cont� con la presencia de los siguientes pa�ses: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Espa�a, M�xico, Nicaragua, Panam�, Paraguay y Rep�blica Dominicana. El seguimiento identific� los desaf�os y temas pendientes con relaci�n a la igualdad de oportunidades y se efectuaron las siguientes recomendaciones tendientes a: 1) priorizar las pol�ticas estatales buscando mecanismos para garantizar la continuidad del tema de la mujer, no obstante los cambios de gobierno que se produzcan; 2) integrar las oficinas de la mujer en los ejes del desarrollo y las reformas globales priorizando la coordinaci�n interinstitucional; 3) explicar la diversidad entre las mujeres y entre los mecanismos institucionales de mujeres en el Estado; 4) aprovechar m�s intensivamente las oportunidades existentes en la cooperaci�n internacional para afrontar las limitaciones financieras y t�cnicas; 5) aprender a acumular aprendizajes y diversificar estrategias mediante el fortalecimiento del movimiento de mujeres como constructor de ciudadan�a y estableciendo alianzas estrat�gicas con otros sectores;  6) privilegiar los medios de comunicaci�n como veh�culos y aliados de la transformaci�n cultural de equidad de g�nero que garantiza la sostenibilidad a largo plazo: 7) reducir los riesgos de la mediaci�n partidaria en el accionar de las oficinas de la mujer y la interrelaci�n entre estas y los movimientos de mujeres; 8) continuar desarrollando estrategias conjuntas de trabajo entre las oficinas y los movimientos de mujeres.

2. Directorio de Organismos Nacionales a cargo de las pol�ticas y Programas para las Mujeres de Am�rica Latina y el Caribe (CEPAL)

El directorio incluye a las autoridades nacionales para el adelanto de la mujer y la equidad de g�nero y los programas espec�ficos de los Ministerios de Relaciones Exteriores y otras entidades oficiales dedicadas al tema a nivel sectorial en cada uno de los Estados miembros de la Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina y el Caribe (CEPALC). Se ha publicado electr�nicamente y se va actualizando. Tiene por fin facilitar a los pa�ses de la regi�n el intercambio de experiencias sobre la institucionalizaci�n del tema de la equidad de g�nero y el desarrollo, as� como de proporcionarle un instrumento de seguimiento de los avances del objetivo de crear o fortalecer la capacidad de los gobiernos para formular, coordinar y evaluar pol�ticas p�blicas orientadas a lograr la equidad de g�nero y a que esas entidades integren de manera permanente el m�s alto nivel del aparato del Estado.

II. IGUALDAD JURIDICA DE LA MUJER

Mandato

De esta manera, se proporcionar�n recursos financieros adecuados y oportunos a fin de que estas promuevan, coordinen e instrumenten el cumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de los Estados, en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, la Conferencia Intencional sobre Poblaci�n y Desarrolla, la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, la Cumbre de las Am�ricas, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, y el reciente "Consenso de Santiago" do la VII Conferencia Regional del Seguimiento de Beijing (CEPAL/ONU)

Acciones

El Plan de Acci�n de Santiago establece entre los compromisos fundamentalmente de car�cter nacional el de promover el examen de sus respectivas legislaciones nacionales a fin de eliminar o modificar aquellas disposiciones que pudieron conducir a cualquier tipo de discriminaci�n, por alguna raz�n, y que se contrapongan con sus compromisos internacionales. Se otorga prioridad al derecho de trato igualitario en el trabajo, de propiedad, de sucesi�n, de custodia de menores, as� como el combate contra la violencia dom�stica.

En este sentido, las modificaciones producidas en el �mbito nacional, en el �rea legal para integrar la mujer en el desarrollo econ�mico y social, ha aumentado en la �ltima d�cada. Se ha efectuado una labor de eliminaci�n de expresiones discriminatorias en todos los niveles jer�rquicos normativos, se han producido reformas de C�digos y leyes y se ha aprobado legislaci�n espec�fica sobre temas que afectan a la mujer. Se han sancionado leyes a fin de asegurar cuotas m�nimas de participaci�n pol�tica de las mujeres.

Si bien los sistemas nacionales garantizan una igualdad formal de derechos ante la ley, que no considera la desigualdad real entre hombres y mujeres, a veces lo que es discriminatorio no es el texto de la ley, sino la interpretaci�n que de ellas se hace. No obstante los avances registrados en los derechos civiles de la mujer, la plena igualdad civil de las mujeres no ha sido lograda, como por ejemplo, en relaci�n con la autorizaci�n para contraer matrimonio, desigualdad para adquirir, administrar y disponer de bienes de la sociedad conyugal, diferencias en cuanto a la patria potestad, limitaciones en el derecho a propiedad de mujer, en ciertos tipos legales.

En el �mbito internacional, existen normas de protecci�n a los derechos de la mujer, algunos en forma general y otros m�s espec�ficos.

La CIM es el �nico foro hemisf�rico gubernamental que desde principios de siglo ha estado impulsando estas iniciativas. La �ltima, fue en 1994, la Convenci�n Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, Convenci�n de Bel�m do Par�. Ha sido ratificada hasta la fecha por 29 Estados miembros de la OEA y determin� entre otras, consecuencias importantes la adaptaci�n de las legislaciones racionales para el cumplimiento de los objetivos de la Convenci�n, por medio de la sanci�n de nueva legislaci�n al respecto, o la triplicaci�n de la violencia como delito.

En colaboraci�n con el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevenci�n del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD), y para ser aplicado especialmente a los casos de violencia familiar, la CIM desarroll� un proyecto para capacitar a docentes de escuelas judiciales de Centroam�rica sobre la perspectiva g�nero sensitiva en el fen�meno jur�dico, de manera que puedan incorporla a cursos, seminarios o talleres en la materia. El proyecto incluye la producci�n de un Manual hacia la Igualdad Real, adaptado a los niveles educativo y cultural, traducido a los idiomas maya, maya-quichReal, adaptado a los niveles educativo y cultural, traducido a los idiomas maya, maya-quich� y katchiquel, para su posterior utilizaci�n en los pueblos ind�genas. Tambi�n se contempla conformaci�n y puesta en marcha de comit�s de g�nero en escuelas judiciales.

En el �mbito de Naciones Unidas se produjeron dos importantes avances. Uno de ellos fue la aprobaci�n, el 11 de marzo de 1999, del Protocolo Adicional para la Convenci�n sobre la Eliminaci�n de todas las Formas de Discriminaci�n contra la Mujer, CEDAW, que ser� adoptado por su Asamblea General y abierto para su ratificaci�n el 19 de diciembre. Este es un instrumento espec�fico para que las mujeres presenten comunicaciones ante el Comit� de la CEDAW cuando se violen derechos contemplados en la Convenci�n o bien puedan enviar informaci�n al Comit� para que �ste realice una investigaci�n de oficio sobre las violaciones graves o sistem�ticas que se cometan en los pa�ses que son parte del Protocolo. A diferencia del, sistema interamericano, exige el consentimiento de los particulares o grupos de particulares cuando se act�e "a nombre de estos", salvo que "el autor pueda justificar el actuar en su nombre sin su consentimiento".

El otro es la adopci�n del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (17 de julio de 1998) "United Nations Diplomatic Conference of Plenipotentiaries on the Establishment of an Internacional Criminal Court". Por primera vez se reconoci� en un estatuto legalmente vinculante que la violaci�n sexual puede constituir un crimen de guerra o un crimen de esa humanidad, en vez de un crimen contra la dignidad de las personas como se establec�a antes de esta fecha en el derecho humanitario internacional. Adem�s, incluye el crimen de embarazo forzoso, la esterilizaci�n forzada, la esclavitud sexual, la prostituci�n forzada y otras formas de violencia sexual, y �l establecimiento de estructuras y procesos de protecci�n a las v�ctimas y testigos. Entrar� en vigencia cuando se reciba el dep�sito del sexag�simo instrumento de ratificaci�n, adaptaci�n, aprobaci�n o accesi�n. Hasta el 12 de agosto de 1999, este instrumento contaba con 84 pa�ses signatarios y cuatro ratificaciones.

III. SITUACION LA MUJER DE LAS AMERICAS

Mandato

Implementar�n y dar�n seguimiento, con el apoya de la, Comisi�n Interamericana de Mujeres (CIM), en colaboraci�n con la sociedad civil, la Comisi�n Econ�mica para Am�rica, Latina y e/ Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, y otras entidades de cooperaci�n internacional, los compromisos sobre la situaci�n y condici�n de las mujeres, acordados en la Cumbre de las Am�ricas, recurriendo seg�n el caso al Sistema de Indicadores adoptados por los pa�ses de las Am�ricas en Montelimar, Nicaragua.

Acciones

1. Sistema de indicadores

1.1. Indicadores de G�nero para el seguimiento y la evaluaci�n de los Programas de Acci�n de la Mujer de Am�rica Latina y el Caribe y la Plataforma de Acci�n de Beijing - Montelimar, Nicaragua.

Nicaragua, en su car�cter de Coordinador del Tema 18 de la Primera Cumbre de las Am�ricas, promovi� la confecci�n de un "Sistema de Indicadores Aplicables a los Contenidos del Tema 18". En Montelimar, Nicaragua, en 1997 se efect�o el Primer Encuentro T�cnico Hemisf�rico donde se los someti� a consideraci�n de los pa�ses en el entendimiento de que una segunda fase la constituir�a la puesta en marcha de los mismos.

El fundamento para ello fue que los indicadores deb�an constituir un mecanismo id�neo de seguimiento, para poder evaluar en forma objetiva y comparable los avances logrados. Tambi�n se consideraron como una forma de efectuar un acercamiento m�s riguroso a la implementaci�n de la Cumbre y percibir los cambios que se vayan produciendo.

1.2 Indicadores de g�nero para el seguimiento y la evaluaci�n del Programa de Acci�n Regional para las Mujeres de Am�rica Latina y el Caribe, 1995-2001 y la Plataforma de acci�n de Beijing" (CEPAL, 1999)

Con el mismo prop�sito, de contar con un instrumento preciso que permita identificar avances y rezagas en la situaci�n de las mujeres en los pa�ses de la regi�n, CEPAL elabor� un sistema de indicadores que hagan posible el seguimiento y la evaluaci�n de los acuerdos regionales e internacionales relacionados con el mejoramiento de la condici�n de las mujeres y la equidad de g�nero, a la vez que faciliten y orienten la recopilaci�n de datos cuantitativo tanto sobre la poblaci�n femenina como masculina y su posterior an�lisis mediante la aplicaci�n del enfoque de g�nero en el desarrollo. Los indicadores propuestos fueron definidos con el objeto de que midan con precisi�n cambios registrados a lo largo del tiempo y permitan comparaciones entre pa�ses. En todos los casos pertinentes, se formulan para ambos sexos y en algunos casos se hace hincapi� en la brecha que se produce entre ambos, m�s que en el nivel al que se sit�an uno u otro.

El sistema de indicadores desarrollado por el Gobierno de Nicaragua y los indicadores de g�nero de CEPAL se enfocan en muchas �reas comunes. Los indicadores propuestos por CEPAL se refieren a los doce temas cubiertos por la Plataforma de Acci�n de Beijing y diez de esas �reas (pobreza, educaci�n, salud, violencia, conflictos armados, econom�a, participaci�n en la toma de decisiones y mecanismos para el adelanto de la mujer, derechos humanos y la ni�a) est�n cubiertas por los indicadores de Nicaragua, que no contempl� solo dos �reas que son, mujer y medios, de comunicaci�n y medio ambiente.

Los indicadores de CEPAL identifican el objetivo, la correspondiente secci�n de la Plataforma del Plan de Acci�n de Beijing, del Programa de Acci�n Regional de CEPAL y de la Cumbre de las Am�ricas a la que se refieren, posibles fuentes de estad�sticas, m�todo de an�lisis a seguir, niveles de objetivos y resultados. Se seleccionaron los indicadores considerando la disponibilidad de fuentes de informaci�n en la mayor�a de los pa�ses de Am�rica Latina y el Caribe, como as� tambi�n la comparabidad de los datos. Los Gobiernos usar�n los indicadores de acuerdo a como la consideren necesario y pueden incorporar estudios adicionales fundados en necesidades individuales o �reas de inter�s.

2. Acciones realizadas desde la CIM

En abril de 1998 la Segunda Cumbre de las Am�ricas que tuvo lugar en Santiago de Chile, encarg� mandatos espec�ficos a la Organizaci�n de los Estados Americanos (OEA) respecto a sus l�neas de acci�n. Siguiendo estas Iniciativas, el vig�simo octavo per�odo ordinario de sesiones de la OEA adopt� mandatos para su apoyo y seguimiento, requiriendo a los �rganos, organismos y entidades del Sistema Interamericano dar prioridad a las iniciativas en el Plan de Acci�n de Santiago. A continuaci�n se detallan las acciones desarrolladas desde la CIM en cumplimiento de los mismos.

2.1 Educaci�n

En cumplimiento de los mandatos de la 11 Cumbre de las Am�ricas, el Comit� Directivo de la CIM, aprob� la elaboraci�n de proyectos sobre educaci�n con enfoque de g�nero.

2.1.1 Se realiz� el proyecto "Situaci�n Educativa de la Mujer en las Am�ricas" que contiene un diagn�stico sobre la situaci�n educativa actual de las mujeres. De acuerdo al balance efectuado y el relevamiento de los principales problemas de la condici�n educativa de las mujeres, propone cuatro l�neas fundamentales de acci�n que persiguen los siguientes objetivos; 1) eliminar las deficiencias en la formaci�n de las mujeres principalmente las j�venes para acceder al mercado de trabajo; 2) resolver el rezago en la educaci�n formal de las mujeres adultas y adultas mayores; 3) lograr el acceso a la educaci�n formal y no formal de las mujeres rurales en los pa�ses pobres; y 4) eliminar la reproducci�n de los estereotipos sexuales como parte del mejoramiento de la calidad de la educaci�n. Con esa apoyatura se dise�� y produjo material para desarrollar, desde la CIM, una campa�a hemisf�rica de concienciaci�n y sensibilizaci�n. Los materiales del proyecto consisten en un libro que presenta la situaci�n educativa de las mujeres de las Am�ricas y propuestas de l�neas de acci�n de un afiche alusivo para ser utilizado durante la campa�a, una campa�a publicitaria por radio, y una gu�a con orientaciones para implementar el proyecto y para el uso de los materiales. Se distribuy� todo el material para ser utilizado por las Delegadas Titulares. Ha sido tambi�n enviado a todas las Misiones Permanentes ante la OEA, �rganos y organismos especializados, oficinas nacionales de la OEA, para su conocimiento y difusi�n.

2.1.2. En el mes de octubre de 1998, se culmin� la primera fase de desarrollo del Proyecto "Programa Educativo y de Apoyo Familiar", cuyo objetivo es fortalecer la unidad familiar en familias de escasos recursos, mediante planes de educaci�n, apoyo social y desarrollo personal. Este proyecto est� dise�ado para tener efecto multiplicador en los pa�ses participantes, a partir de la elaboraci�n de un modelo integrado de servicio social para familias de bajos recursos en Latinoam�rica.

2.2 Derechos humanos de la Mujer

2-2.1. Violencia

La CIM continu� promoviendo la puesta en pr�ctica de los objetivos de la Convenci�n de Bel�m do Par� a fin de lograr su ratificaci�n por parte de todos los Estados OEA. M�xico y Antigua y Barbuda ratificaron la Convenci�n en el mes de noviembre miembros de la de 1998, con lo cual suman 29 los pa�ses que la han ratificado. A partir de su adopci�n, en los distintos Estados miembros ha crecido considerablemente el n�mero de pa�ses que han sancionado leyes sobre violencia dom�stica

En cumplimiento de la Resoluci�n AG/RES. 145197 (XXVI 1-0197) "Promoci�n de la Contrici�n Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer", "Convenci�n de Bel�m do Par�", la CIM present� al XXIX Per�odo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA, el primer informe bienal de seguimiento de dicha Convenci�n. El mismo destaca los avances logrado en los Estados miembros en la aplicaci�n de la Convenci�n, y las experiencias y resultados obtenidos mediante las �niciat�va y programas llevados a cabo en los Estados miembros para combatir la violencia contra la mujer.

Continu� la promoci�n y distribuci�n gratuita en ingl�s y espa�ol del Proyecto "No es amor" realizado por Olmos Productions Inc.   Trata el tema de la violencia en la relaci�n de parejas adolescentes. Este proyecto fue financiado por la CIM y el gobierno de los Estados Unidos y consisti� en la producci�n de un v�deo educativo y una gu�a de estudios,

2.2.2 Relator de Derechos humanos de la mujer

La CIM cooper� con el Relator Especial de la CIDH en la elaboraci�n de un informe sobre como las leyes y pr�cticas de los Estados miembros, relacionadas con los derechos de la mujer cumplen con las normas interamericanas de derechos humanos. Los resultados de la investigaci�n fueron presentados por el Relator en el Informe de la Comisi�n Interamericana de Derechos Humanos sobre la Situaci�n de la Mujer en las Am�ricas a la Asamblea General de la OEA en junio de 1998, como parte del Informe Anual de la CIDH.

El Informe concluye con las recomendaciones de la Comisi�n respecto a lo siguiente supresi�n de las instancias de discriminaci�n de facto y de jure que impiden a las mujeres el ejercicio pleno de sus derechos; an�lisis de las consecuencias de tal discriminaci�n y desarrollo de iniciativas para cumplir con tales objetivos dentro del sistema regional. Se destacan, como recomendaciones centrales, las dirigidas a los Estados Miembros para que inicien acciones inmediatas para identificar y reformar la legislaci�n y las pr�cticas que tienen el prop�sito o efecto de discriminar, por razones de g�nero, a fin de que los Estados miembros eval�en los recursos legales previstos en la legislaci�n interna, con miras a desarrollar y reforzar su disponibilidad y efectividad.

El relator ha recomendado que, durante �ste a�o, la Comisi�n enfoque el tema de los derechos de la mujer con respecto al problema de la violencia contra ella y la utilizaci�n de los mecanismos del sistema interamericano de derechos humanos en contra de dicha violencia.

2.2.3 Publicaciones

Se publicaron tres publicaciones vinculadas al tema de la violencia:

• "Lineamientos para una pol�tica contra la violencia hacia la mujer"

• "La violencia contra la mujer. Su protecci�n legal en El Caribe"

" Violence Against Women in the Caribbean- State and Non -State Responses", de Roberta Clark, en coordinaci�n con UNIFEM.

La Comisi�n en la campa�a sobre la violencia contra la mujer y a favor de los derechos humanos que realizan el Fondo de Poblaci�n de las Naciones Unidas (FNUAP), EL Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y se han realizado reuniones para plantear la formalizaci�n de la colaboraci�n inter-agencia. Esta campa�a fue iniciada en 1997 en preparaci�n de la celebraci�n del cincuenta aniversario de la Declaraci�n Universal de Derechos Humanos. Su objetivo es crear conciencia en la sociedad en general sobre la violencia contra la mujer, sensibilizar a los gobiernos sobre el desarrollo y/o cambio de pol�ticas, legislaci�n y pr�cticas para prevenir la violencia y fortalecer la capacidad de los Gobiernos y de las organizaciones de mujeres para lograr un efectivo aporte en el alivio del problema de la violencia. Adem�s, trata de lograr un espacio de coordinaci�n e Informaci�n sobre la violencia contra la mujer y la ni�a.

2.3 Participaci�n de la Mujer en Estructuras de Poder y Toma de Decisiones.

2.3.1. La CIM inici� sus actividades como co-auspiciante y miembro del Consejo del Programa de Representaci�n y Liderazgo de la Mujer del Banco Interamericano de Desarrollo (PROLID), junto con el Fondo de las Naciones unida para la Infancia (UNICEF), el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD).  A trav�s de �ste Programa que aportar�n m�s de US$4 millones para financiar proyectos de liderazgo en el hemisferio. En el mes de Julio de 1998, se realiz� la primera convocatoria para proyectos, recibiendo m�s de 300 Propuestas. En noviembre de 1998, el Consejo realiz� la selecci�n de las 40 propuestas que recibieron financiamiento en el primer ciclo de actividades. El Comit� Directivo aprob� la asignaci�n de US$30,000 del presupuesto de 1998 de la CIM como aporte inicial para el Programa. El Consejo de PROLID se reunir� en octubre de 1999 en R�o de Janeiro, Brasil, y la Presidenta y Secretaria Ejecutiva de la CIM asistir�n al mismo.

2.3.2. El "Plan de Acci�n de la CIM sobre la participaci�n de la Mujer en las Estructuras de Poder y de toma de Decisiones" emanado de la Reuni�n Interamericana de Consulta sobre el mismo tema, celebrada en Washington D.C. en febrero de 1998, contiene las estrategias propuestas por la CIM para lograr paridad en el ejercicio del poder, e insta a que las Delegadas de la CIM lleven a la pr�ctica estas iniciativas en sus respectivos pa�ses.

2.3.3. La Asamblea General de la OEA aprob� en su �ltimo per�odo ordinario de Sesiones celebrado en Guatemala en 1999, la resoluci�n AG/res.1627 (XXIX-0/99), "Designaci�n de mujeres a cargos ejecutivos superiores de la OEA", en la que se insta al Secretario General a que fije el objetivo de lograr que para el a�o 2000 las mujeres ocupen el 50% de los puestos en todas las categor�as del sistema de la OEA, en particular de categor�a P-4 y superiores. Tambi�n se lo exhorta a que procure de que la igualdad de g�nero sea objeto de una de las prioridades en sus esfuerzos por instaurar una nueva cultura de gesti�n en la Organizaci�n.

2.4 Fortalecimiento Institucional de la CIM

La CIM ha emprendido una labor de promoci�n y fortalecimiento institucional que le permitir� una mayor capacidad de respuesta a los retos del presente, la mostrar� ante otros organismos y en los estados miembros y facilitar� el desarrollo de una fluida relaci�n intersectorial. Las acciones realizadas en �ste sentido se detallan a continuaci�n.

La Asamblea aprob� la Resoluci�n CIM/RES 209 (XXIX-0/98) "Fortalecimiento y Modernizaci�n de la CIM", la cual establece medidas y estrategias que, a ese fin, se instrumentar�n durante el bienio.  Estas incluyen: la preparaci�n de un Proyecto de Programa Interamericano sobre la promoci�n de los derechos de la mujer y equidad de G�nero, en cumplimiento de la resoluci�n AG/RES. 1592/98 (XXVIII-0/98) "Situaci�n de la Mujer en las Am�ricas y fortalecimiento de la Comisi�n Interamericana de Mujeres", y la realizaci�n de una reuni�n de Ministras(o), o autoridades al m�s alto nivel, responsables de las pol�ticas de promoci�n de las mujeres en los Estados miembros. En su Primera Sesi�n Ordinaria, el Comit� Directivo de la CIM para el per�odo 1998-2000 resolvi� que la agenda de dicha reuni�n deber� incluir la aprobaci�n del mencionado Proyecto de Programa Interamericano sobre la promoci�n de los derechos de la mujer y equidad de g�nero.

La XXIX Asamblea de Delegadas aprob� el "Plan de Operaciones para el Fortalecimiento Institucional de la ClM", en el que se realiza un an�lisis de la situaci�n de la CIM frente a los nuevos desaf�os que el momento actual presenta, y hace propuestas sobres sus posibilidades de establecer un liderazgo en la formulaci�n de estrategias consensuales dirigidas a lograr una mayor equidad en las relaciones entre las mujeres y hombres de la regi�n, as� como al interior de la OEA y en los Estados miembros.

2.5. Relaci�n Con Organismos no Gubernamentales y con otros Organismos Internacionales.

2.5.1. El valiosos aporte de las organizaciones no gubernamentales ha sido reconocido por los organismos internacionales. En la OEA existe actualmente un grupo de trabajo dentro del Consejo Permanente que se encuentra realizando un proceso de an�lisis sobre la Posibilidad de concederte una participaci�n estable. En la pr�ctica, estas organizaciones han sido invitadas a participar como observadoras en Asambleas y en reuniones especializadas de la OEA, y los organismos especializados de la OEA se han asociado a las mismas para desarrollar programas y proyectos de sus respectivas �reas de inter�s.

En t�rminos generales, en el �rea de la mujer se han fortalecido nuevos Mecanismos de participaci�n de la sociedad civil, abri�ndose un cauce fluido de Interacci�n entro el Estado y las organizaciones no gubernamentales, proceso que ha dado como fruto un mejor conocimiento de los problemas que afectan a la mujer y una participaci�n activa y propositiva del sector privado.

En este sentido, la CIM con el aporte de las Delegadas Titulares, est� preparando una base de datos con las 10 ONG m�s importantes de cada pa�s que permitir�n establecer un contacto permanente de intercambio de informaci�n y experiencias exitosas con las mismas. Adem�s permitir� analizar la posible participaci�n de algunas de ellas como observadoras de reuniones de la CIM.

2.5.2. La CIM ha iniciado una nueva etapa de fortalecimiento de relaciones, y colaboraci�n con los �rganos especializados de las Naciones Unidas (ONU), como surge a lo largo de este informe, en especial en el �rea de liderazgo, violencia contra la mujer y salud, adem�s de invitar a los organismos a participar en las sesiones ordinarias del Comit� Directivo con el fin de establecer contactos y posibilidades de unir esfuerzos para desarrollar temas de inter�s com�n.

2.5.3. En cumplimiento de los mandatos de la XXIX Asamblea de Delegadas, la Presidenta ha iniciada contactos con organismos similares de la Uni�n Europea. El fin es establecer un contacto estable que permita nuevas alianzas y fuente de informaci�n sobre los progresos que se detecten en Europa en el �rea mujer.

IV. POLITICAS DE SALUD DE LA MUJER.

Mandato

Promover�n pol�ticas, orientadas a mejorar los �ndices de salud de la mujer Y la calidad de los respectivos servicios considerando todas las etapas de su vida.

Acciones

El �mpetu recientemente alcanzado por las reformas de las pol�ticas de salud y seguridad social (RSS) en toda la regi�n ha provocado un amplio debate con respecto a los efectos de dichas pol�ticas sobre la equidad en la salud y el desarrollo humano. Este debate se ha concentrado, sin embargo, en las dimensiones territoriales y de estrato social sin que, hasta el momento, haya incorporado la dimensi�n de g�nero. Tal ausencia se ha traducido en un vac�o de pol�ticas correctivas con respecto a las iniquidades de g�nero creadas o exacerbadas por las RSS, iniquidades que no pueden combatirse con las mismas medidas empleadas para reducir las brechas entre estratos socioecon�micos y regiones geogr�ficas.

El objetivo que se propone la Organizaci�n para la Salud (OPS), es el de incorporar criterios de equidad de g�nero en la formulaci�n, implementaci�n y evaluaci�n de las pol�ticas de reforma de la salud y la seguridad social para asegurar la equidad de g�nero en cuatro �mbitos de la salud:

  1. Equidad de g�nero en el acceso y la utilizaci�n de servicios. Ello no implica igualdad en la provisi�n de servicios, sino acceso a servicios de calidad que respondan a las necesidades diferentes y espec�ficas de mujeres y hombres.
  2. Equidad de g�nero en el financiamiento de la atenci�n, esto es que mujeres y hombres contribuyan de acuerdo con su capacidad y no con el tama�o de su necesidad, se trata de que las mujeres no tengan que pagar m�s que los hombres para proteger su salud, como efectivamente est� ocurriendo en los sistemas de financiamiento no solidario. Las mujeres pagan mas que los hombres porque tienen mayores necesidades de atenci�n a lo largo de su vida, en raz�n de su funci�n reproductora, su mayor mortalidad y su mayor longevidad. Este pago es mayor no s�lo en t�rminos absolutos, sino tambi�n en t�rminos de la proporci�n de sus ingresos, particularmente cuando se considera que el ingreso de las mujeres equivale al 70% de los hombres.
  3. Equidad de g�nero en la distribuci�n de las cargas y los beneficios, en las responsabilidades y el poder en la gesti�n de la salud dentro de la familia, la comunidad y el sistema de salud. Las mujeres realizan la mayor parte del trabajo de cuidado de la salud dentro de la familia, sin remuneraci�n, en la comunidad como voluntarias y en el sistema de salud concentr�ndose en los esca�os m�s bajos de remuneraci�n prestigio y poder.
  4. Equidad de g�nero en la situaci�n de salud. Con ello se busca reducir las diferencias injustas, evitables e innecesarias entre mujeres y hombres en cuanto a las probabilidades de enfrentar, morir o discapacidades. El �nfasis se dirige, entonces a las causas previsibles.

A partir de las consultas regionales que la OPS ha realizado, est� iniciando la definici�n de un grupo de indicadores b�sicos para medir y monitorear la situaci�n de las mujeres y las iniquidades de g�nero en los �mbitos de salud descritos.

IV. ERRADICACION DE LA POBREZA Y DISCRIMINACION

La pobreza sigue siendo uno de los ternas m�s agudas en gran parte de los pa�ses del hemisferio y es un poderoso mecanismos de exclusi�n de las instancias de participaci�n de la sociedad. La tendencia alarmante que presenta el fen�meno de la pobreza de la regi�n, cobra matices a�n m�s dr�sticos si se consideran diferencialmente los distintos sectores de la poblaci�n.

Aunque hay procesos similares que afectan a hombres y mujeres, hay tambi�n otros que tienen un claro sesgo de g�nero: la pobreza es una experiencia diferente para hombres y para mujeres, derivada de las condiciones de subordinaci�n y desigualdad a la que est�n sujetas, como consecuencia de la divisi�n de roles establecida social y culturalmente. Las iniquidades existentes entre hombres y mujeres hacen m�s vulnerable a la mujer ante la pobreza a la vez que restringe los medios que tiene a su alcance para combatirla.

La persistencia de la segmentaci�n del mercado de trabajo en ocupaciones masculinas y femeninas, limita la inserci�n de las mujeres a los empleos femeninos que est�n por lo general en la base inferior de remuneraciones (servicio dom�stico, el comercio y la agroindustria y en el sector informal de la econom�a). Esta limitaci�n perjudica en mayor medida a las mujeres de las �reas rurales donde el n�mero de ocupaciones es m�s reducido y se presentan niveles mas altas del analfabetismo.

En cuanto al desempleo, �ste afecta con mayor fuerza a las mujeres, a lo que se suma la insuficiencia de la cobertura de la seguridad social, la que, adem�s no incluye al sector informar, el cual est� compuesto por una gran contingente femenino.

Con referencia a la situaci�n de las mujeres rurales, a�n cuando su participaci�n en la agricultura y el desarrollo rural no es reciente, �sta sigue invisibilidad, lo cual la pone en una situaci�n de mayor desventaja entre los pobres del campo, agravado por restricciones legales y culturales a�n existentes que limitan su acceso a la propiedad y al cr�dito, la principal consecuencia de esta realidad es la pobreza que hoy afecta a las mujeres del sector rural, potenciada por su deficiente acceso a los recursos productivos, fruto de relaciones de g�nero desiguales e inequitativas.

La CIM y el Instituto Interamericano de Cooperaci�n para la Agricultura (IICA) participan conjuntamente en la ejecuci�n del Proyecto de integraci�n de la mujer rural, presentado durante la VII Conferencia de Esposas de Jefes de Estado y de Gobierno de las Am�ricas. Aprobado por las Primeras Damas, �ste proyecto fue tambi�n presentado y aprobado por los Ministros de Agricultura en la reuni�n celebrada del 13 al 16 de octubre de 1997 en Santiago do Chile. Dicho proyecto se propone contribuir a revertir las condiciones actuales de la mujer rural, y apoyar e impulsar esfuerzos para mejorar su posici�n en el proceso de desarrollo del medio rural en Am�rica Latina y el Caribe. En 1998, la propuesta obtuvo el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en octubre de 1998, la CIM cofinaci� el Foro de la Mujer Rural en el Siglo XXI, realizado por el IICA en Panam� bajo los auspicios de la Primera Dama de ese pa�s.

Tambi�n la CIM se propone realizar la Cumbre Econ�mica para la Mujer de las Am�ricas, que tendr� lugar del 11 al 13 de noviembre de 1999, en Buenos Aires, Argentina. Reunir a mujeres dirigentes en el �mbito de los negocios, empresarial y profesional de las Am�ricas a fin de explotar y compartir estrategias para incrementar su actividad comercial y empresarial en el Hemisferio, y a fin ampliar a�n m�s las relaciones comerciales y empresariales iniciadas previamente. La Cumbre Econ�mica, tambi�n ofrecer�: informaci�n sobre el mercado Latinoamericano y las �reas de crecimiento datos sobre la mujer como mercado econ�mico en la regi�n, informaci�n b�sica sobre pactos Comerciales y su efecto sobre la capacidad de la mujer de concertar negocios en la regi�n y el mundo; capacitaci�n sobre c�mo utilizar la tecnolog�a para aumentar la capacidad de una empresa de emprender negocios transfronterizo y sesiones pr�cticas para la apertura de oportunidades comerciales a las participantes.

V. PROBLEMAS DETECTADOS PARA EL CUMPUMIENTO DE LOS MANDATOS Y SUGERENCIAS

Hay tres temas que son comunes a todas las �reas: 1) la insuficiente inserci�n de la perspectiva de g�nero en las pol�ticas p�blicas; 2) la ausencia de mujeres en cargos de toma de decisiones; 3) la falta de estad�sticas desagregadas por g�nero que permitan hacer una evaluaci�n realista y precisa de los problemas que afectan a la mujer para pianificar estrategias apropiadas; 4) la insuficiencia de recursos humanos y materiales.

Si bien se ha avanzado en el fortalecimiento de organismos de la mujer subsiste la dificultad para lograr que las pol�ticas de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres sean insertadas en las pol�ticas p�blicas. Las razones detectadas son los escasos presupuestos que le son asignados, la fragilidad institucional y su d�bil inserci�n institucional en el Estado que limita su participaci�n en los temas de los gobiernos.

La CIM, cuyo fortalecimiento estuvo presente desde la primera Cumbre de las Am�ricas, necesita continuar recibiendo el apoyo de los gobiernos para que pueda alcanzar los objetivos que le asignan como �nico foro interamericano de la mujer con capacidad incluso de promover legislaci�n sobre los temas que afectan a la mujer de las Am�ricas.

En el �rea de trabajo, persisten las discriminaciones salariales y de acceso a la capacitaci�n, en un modelo que exige de los / las trabajadores/as una capacitaci�n continua. En estas, condiciones la importancia de la globalizaci�n como mecanismo para que las econom�as puedan alcanzar mayores niveles de crecimiento y desarrollo econ�mico y social, corre el peligro de verse relativizada por el impacto que pueda tener sobre la situaci�n de la mujer. Es necesario revertir las tendencias que se perciben que puedan tener un efecto negativo sobre su integraci�n al mundo amplio que le ofrece la globalizaci�n en curso y aprovechar las oportunidades que trae consigo la integraci�n y lograr que su masiva inserci�n en el mercado laboral, a pesar de las limitaciones se�aladas, se constituya en un poderoso mecanismo de formaci�n de ciudadan�a.

[SIRG/1999/XVII/tracker.htm][SIRG/1999/XVII/tracker.htm]