Documentos de la Reuni�n del 13 al 15 de Octubre de 1999 de la
COMISI�N INTERAMERICANA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Organizaci�n de Estados Americanos, Washington D.C.
Inf. 11/99
21 de septiembre de 1999
Original: Ingl�s
[Documento informativo preparado por la Secretar�a para
el punto 5 del Proyecto de Temario (CIDI/CIDS/doc. 1/99)]
Mandatos globales y regionales
La mayor�a de los pa�ses del mundo, incluidos todos los pa�ses de las Am�ricas, han firmado y ratificado el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Clim�tico de 1992, que establece compromisos, obligaciones y responsabilidades espec�ficas para cada parte a efectos de abordar las causas y los efectos del cambio clim�tico. Todas las Partes del Convenio se han comprometido a preparar inventarios nacionales y medidas de mitigaci�n de las emisiones antropog�nicas de gases de efecto invernadero as� como estrategias de adaptaci�n ante los impactos del cambio clim�tico; promover la transferencia de tecnolog�as, pr�cticas y procesos para el control de emisiones, e intercambiar informaci�n pertinente de car�cter cient�fico, tecnol�gico, socioecon�mico y jur�dico en relaci�n con el cambio clim�tico. Los pa�ses desarrollados (pa�ses del Anexo I) se han comprometido a proporcionar recursos financieros nuevos y adicionales para satisfacer los costos totales acordados que incurren los pa�ses en desarrollo para cumplir con sus compromisos; prestar asistencia a los pa�ses en desarrollo particularmente vulnerables a sufragar los costos de la adaptaci�n, y facilitar y financiar la transferencia de tecnolog�as ambientalmente sanas, o el acceso a las mismas a otros pa�ses para que puedan implementar las provisiones del Convenio.
En 1997, las Partes del Convenio acordaron el primer protocolo, el Protocolo de Kioto, que establece metas para reducir las emisiones y mecanismos financieros para comerciar en derechos de emisi�n, y en 1998 el Plan de Acci�n de Buenos Aires que establece un plan de trabajo y cronograma para implementar el Convenio y el protocolo.
En este hemisferio, los pa�ses de las Am�ricas ya han formulado compromisos para abordar las causas y consecuencias del cambio clim�tico, al firmar las Cumbres de las Am�ricas (Miami, Estados Unidos, 1994, y Santiago de Chile, 1998) y la Conferencia Cumbre sobre Desarrollo Sostenible (Santa Cruz, Bolivia, 1996). Se le ha encomendado a la OEA la tarea espec�fica del seguimiento de la Conferencia Cumbre sobre Desarrollo Sostenible, y en este sentido la Organizaci�n ha promovido activamente iniciativas para la consecuci�n de los objetivos establecidos en las cumbres (v�ase el recuadro).
La experiencia de la OEA
La OEA ha adquirido reconocimiento mundial en varias esferas del cambio clim�tico, tales como el dise�o de estrategias de mitigaci�n del cambio clim�tico, la ejecuci�n de evaluaciones de asesoramiento de vulnerabilidad y la planificaci�n para la adaptaci�n. En esta secci�n se presenta informaci�n sobre varios aspectos vinculados con el cambio clim�tico y las actividades en las cuales ha participado y est� participando la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.
Adopci�n de Estrategias Alternativas para Mitigar la Emisi�n de Gases de Efecto Invernadero: Energ�a
El consumo de energ�a, ya sea en forma de electricidad, combustible para transporte o potencia mec�nica, est� creciendo r�pidamente en todo el hemisferio. En gran medida esto refleja el desarrollo econ�mico de la regi�n, gran parte del mismo alimentado con la energ�a. Tambi�n es resultado del crecimiento demogr�fico y de una expansi�n de la electrificaci�n rural. En Am�rica Central y del Sur, gran parte de la energ�a generada se deriva de plantas hidroel�ctricas. A�n as�, las grandes reservas hidrol�gicas no aprovechadas son limitadas y ha bajado el costo de generaci�n de energ�a con combustibles f�siles. En Am�rica del Norte y el Caribe, un componente significativo de la generaci�n de la electricidad ya se basa en combustibles f�siles (carb�n o petr�leo). Por consiguiente, a medida que se consumen en mayores cantidades estos combustibles, contribuir�n cada vez m�s al cambio clim�tico y provocar� problemas de contaminaci�n a nivel local . Los grandes proyectos hidroel�ctricos, existentes o nuevos, tambi�n pueden tener consecuencias negativas, como la inundaci�n de grandes extensiones de tierra, lo que provoca el desplazamiento de comunidades, la p�rdida de biodiversidad, la susceptibilidad a las sequ�as y sedimentaci�n.
La OEA considera que es de suma importancia que la energ�a se genere y se consuma de manera tal que se reduzca al m�nimo el impacto sobre el medio ambiente mundial y local, en tanto se beneficia la econom�a y la calidad de vida de la regi�n. Las tecnolog�as de energ�a renovable y uso eficiente de la energ�a ofrecen alternativas que podr�an reducir la gran dependencia de las plantas hidroel�ctricas masivas y la importaci�n de combustibles f�siles. La energ�a renovable, como la e�lica, solar, generada por la biomasa, geot�rmica y los proyectos hidroel�ctricos a peque�a escala ofrecen alternativas favorables que son econ�micamente beneficiosas y no perjudican al medio ambiente. Son especialmente �tiles para resolver el problema cr�tico de proporcionar electricidad a las poblaciones rurales desatendidas de manera sostenible (del 20% al 90% de las poblaciones rurales de Am�rica Latina y el Caribe, seg�n el pa�s, carecen de acceso a la red de electricidad). No obstante, la diversificaci�n de la producci�n de energ�a no es la soluci�n total. Es de crucial importancia que los pa�ses comiencen a reducir el consumo de energ�a mediante una mayor eficiencia en el uso de la misma. Se calcula que de esta forma se podr�a reducir el crecimiento del uso de la energ�a el�ctrica en los pa�ses en desarrollo en un 25% en los pr�ximos 30 a�os. Esto constituir�a un gran beneficio econ�mico para las naciones de la regi�n, porque liberar�a recursos y facilitar�a inversiones en otros programas necesarios (educaci�n, salud, medio ambiente e infraestructura, por ejemplo). La adopci�n de pol�ticas y tecnolog�as bien concebidas que hagan uso eficiente de la energ�a beneficiar�an a los proveedores, a los consumidores y al medio ambiente.
La SG/OEA, en su car�cter de secretar�a de la Iniciativa Energ�a Renovable en las Am�ricas (REIA), se encuentra en condiciones adecuadas para fomentar las acciones en estas esferas y ayudar a la regi�n a desarrollar una estrategia para la generaci�n y el uso de energ�a sostenible en el largo plazo. En particular, se est�n desplegando esfuerzos para alentar, respaldar y facilitar la ejecuci�n de proyectos sobre energ�a renovable que puedan repetirse en otras zonas, establecer asociaciones de colaboraci�n para acelerar la adopci�n de estas tecnolog�as renovables y eficientes, y desarrollar estrategias innovadoras (desde los puntos de vista pol�tico, financiero e institucional) para su promoci�n y adopci�n.
Evaluaci�n de vulnerabilidad
En Am�rica Latina y el Caribe, la producci�n agr�cola, el turismo, la acuicultura y la pesca dependen de los vastos recursos naturales de la regi�n. Las repercusiones de la actual variabilidad del clima en estos recursos indican que los efectos de los cambios clim�ticos proyectados podr�an ser de suficiente importancia para merecer consideraci�n al formular planes de desarrollo o efectuar inversiones en estas �reas. En la actualidad, el uso del suelo es una fuerza de gran influencia en el cambio de ecosistemas, interactuando con el clima de maneras tan complejas que es dif�cil identificar perfiles comunes de vulnerabilidad ante el cambio clim�tico. En particular, los peque�os Estados insulares y de baja altitud del Caribe y de algunas zonas de Am�rica Latina figuran entre las naciones m�s vulnerables al cambio clim�tico y a la elevaci�n del nivel del mar vinculada con el mismo, dado que la mayor�a de su poblaci�n, actividad econ�mica e infraestructura vital se encuentra a nivel del mar o muy cerca del mar.
En el caso de Am�rica del Norte, cualquiera de los impactos del cambio clim�tico, tomado individualmente, podr�a abordarse con la capacidad de respuesta de una subregi�n o sector en particular. El hecho de que, seg�n las proyecciones, se producir�n simult�neamente y en forma concertada con cambios en la poblaci�n, la tecnolog�a, la econom�a y con otros cambios ambientales ecol�gicos y sociales, sin embargo, se suma a la complejidad de la evaluaci�n del impacto y de la selecci�n de respuestas apropiadas.
Planificaci�n para la adaptaci�n
En la regi�n existe poca experiencia en planificaci�n para la adaptaci�n al cambio clim�tico, por distintas razones: falta de informaci�n o incertidumbre sobre la manera de considerar la adaptaci�n; incertidumbre sobre la interacci�n entre el cambio clim�tico y otras presiones; falta de percepci�n p�blica y concientizaci�n sobre el cambio clim�tico y sus impactos; horizonte de planificaci�n a corto plazo; carencia de mecanismos para la participaci�n p�blica; conocimiento no t�cnico limitado (es decir, econ�mico, jur�dico, institucional) para la adaptaci�n, y conocimiento limitado de las herramientas y los procedimientos para evaluar el desempe�o de la adaptaci�n. Por otra parte, la incertidumbre inherente a las proyecciones del cambio clim�tico puede desalentar la adaptaci�n, sobre todo porque algunas opciones pueden ser costosas o exigir cambios en las normas y el comportamiento de la sociedad.
Es probable que la adaptaci�n sea un proceso iterativo con una serie de ciclos de pol�tica e implementaci�n. Si el marco de adaptaci�n ha de ser efectivo, ser� necesario que incluya cuatro pasos: (i) informaci�n y concientizaci�n; (ii) planificaci�n; (iii) implementaci�n, y (iv) evaluaci�n. Esto sugiere que el s�lo hecho de proporcionar informaci�n es parte de la adaptaci�n y, por consiguiente, la realizaci�n de evaluaciones de impacto o vulnerabilidad son parte tambi�n del proceso de adaptaci�n. Existe la posibilidad de retroalimentaci�n en cada etapa del proceso. Otra caracter�stica del proceso de adaptaci�n es que las pol�ticas y los programas de desarrollo que procuran utilizar los recursos en forma sostenible, y que pueden responder efectivamente ante distintas condiciones como el cambio clim�tico, ser�an beneficiosos para los pa�ses de la regi�n incluso si no se produjesen cambios en el clima. Estas son soluciones en las que todas las partes obtienen alg�n beneficio y no hay nada que lamentar.
Proyecto de Planificaci�n para Adaptaci�n al Cambio Clim�tico Mundial en el Caribe (CPACC)
El proyecto CPACC es un ejemplo �nico en las Am�ricas, en el cual se incorporan los dos t�picos mencionados: la evaluaci�n de la vulnerabilidad y la planificaci�n para la adaptaci�n. El proyecto, de cuatro a�os, se origin� en la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible de los Peque�os Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, 1994), en la cual los Estados miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) solicitaron a la OEA asistencia t�cnica para abordar las repercusiones potenciales del cambio clim�tico. Se prepar� una propuesta con fondos de la OEA y del Servicio de Formulaci�n y Preparaci�n de Proyectos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM). El proyecto final fue presentado al Consejo del FMAM y al Directorio Ejecutivo del Banco Mundial, que es uno de los tres organismos de ejecuci�n del FMAM. Entr� en vigor en abril de 1997 y la SG/OEA fue designada organismo de ejecuci�n de la donaci�n de US$6,7 millones. A efectos de su implementaci�n a los niveles regional y nacional, la SG/OEA estableci� convenios jur�dicos con el Centro para Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad de las Indias Occidentales (UWICED), el Instituto Caribe�o de Meteorolog�a e Hidrolog�a, el Instituto de Asuntos Marinos y los 12 pa�ses participantes. El proyecto CPACC es una actividad habilitadora del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico (UNFCCC, 1992).
El objetivo general del proyecto es apoyar a los pa�ses del Caribe en sus preparativos para hacer frente a los efectos adversos del cambio clim�tico mundial, particularmente la elevaci�n del nivel del mar en zonas costeras mediante la evaluaci�n de la vulnerabilidad, la planificaci�n para la adaptaci�n y la creaci�n de capacidad. Sigue un enfoque regional que se ejecuta mediante un esfuerzo de cooperaci�n de los 12 pa�ses participantes y mediante una combinaci�n de acciones piloto y de demostraci�n a nivel nacional y capacitaci�n y transferencia de tecnolog�a a nivel regional. De esta manera se busca fortalecer la cooperaci�n y las instituciones regionales, as� como suministrar medios eficientes y de bajo costo de planificaci�n para la adaptaci�n, recolecci�n de datos e intercambio de informaci�n, pericia y beneficios del proyecto.
Las actividades espec�ficas que se respaldan en el marco del proyecto incluyen el establecimiento de una red de monitoreo del nivel del mar y del clima; establecimiento de bases de datos y sistemas de informaci�n; inventario de los recursos y usos costeros; formulaci�n de un marco de pol�tica para la gesti�n costera y marina integrada; monitoreo de los arrecifes coralinos en relaci�n con el cambio clim�tico, la vulnerabilidad de las zonas costeras y la evaluaci�n de riesgos; valoraci�n econ�mica de los recursos costeros, y herramientas econ�micas para la adaptaci�n de las zonas costeras. Las actividades est�n avanzando satisfactoriamente. Si se desea m�s informaci�n sobre la implementaci�n del proyecto, s�rvase visitar el sitio del proyecto CPACC en la Internet: http://www.cpacc.org
La experiencia adquirida durante la ejecuci�n del proyecto CPACC podr�a f�cilmente transferirse a otras regiones del continente.
Otras actividades afines
La funci�n de la OEA
En estos momentos la OEA tiene una significativa oportunidad de asumir una funci�n sustancial asistiendo a los Estados miembros en materia de cambio clim�tico, sobre todo en las �reas en las que la OEA ya ha adquirido pericia y experiencia, como se describi� previamente. Al asumir esa funci�n, la OEA ofrecer�a un foro hemisf�rico y fomentar�a enfoques hemisf�ricos para complementar los esfuerzos encabezados por la comunidad internacional y sus organismos para abordar las cuestiones del cambio clim�tico. El hecho de que todos los Estados miembros de la OEA est�n preparando actualmente su primera comunicaci�n nacional para el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Clim�tico y que est�n avanzando las negociaciones para definir el Mecanismo de Desarrollo Limpio hace que �ste sea el momento adecuado para que la OEA asuma una funci�n m�s activa.
La OEA tiene muchas caracter�sticas que podr�an facilitar su respaldo a los pa�ses miembros en lo que concierne al cambio clim�tico:
Acciones espec�ficas
En conclusi�n, y dependiendo de la disponibilidad de recursos financieros, la OEA podr�a proporcionar asistencia en las siguientes esferas: