El Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA) une a siete organizaciones del sistema de la ONU, para ayudar al mundo a prevenir la propagaci�n del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), proporcionar cuidado a aquellos ya afectados y mitigar el impacto del SIDA (s�ndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Puesta en marcha en 1996, ONUSIDA ayuda a organizar y a apoyar una respuesta global amplia a la epidemia – una respuesta que atrae los esfuerzos de muchos sectores y socios del gobierno y de la sociedad civil.

La Secretar�a, basada en Ginebra, estima que la epidemia del SIDA se estaba extendiendo a raz�n de 16.000 nuevas infecciones por d�a hacia fines de 1998. El desastroso impacto social y econ�mico de la enfermedad mantiene el SIDA con alta prioridad en la agenda de los organismos de ayuda al desarrollo y de los gobiernos donadores.

La r�pida extensi�n del VIH/SIDA est� amenazando destruir los beneficios logrados en lo relacionado con el cuidado de la salud infantil durante los �ltimos 20 a�os. Consecuentemente, ONUSIDA gestion� la acci�n conjunta con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Poblaci�n de las Naciones Unidas (UNFPA) para prevenir la transmisi�n del VIH de la madre al ni�o una vez que las investigaciones mostraron que un breve tratamiento de p�ldoras antirretrovirales durante el embarazo pod�a ayudar a las madres seropositivas a tener un beb� sano.

ONUSIDA tambi�n identifica estrategias correctas y las mejores pr�cticas para paliar el impacto de la epidemia en las comunidades – a�n cuando estas pr�cticas se consideran "delicadas" o problem�ticas, como es la educaci�n sexual en los colegios.

Una parte importante de la atenci�n de ONUSIDA se concentra en las necesidades de las mujeres y en una reproducci�n sana, incluyendo la planificaci�n familiar y los anticonceptivos, de acuerdo con la adopci�n del Programa de Acci�n de la Conferencia Internacional sobre Poblaci�n y Desarrollo que se celebr� en El Cairo en 1994.