Novena Conferencia de Primeras Damas de las Américas 

Historias del Desarrollo Cooperativo de Canadá con las Américas

Colombia: Fortaleciendo a la Mujer

A pesar de que la mujer colombiana contribuye de una manera importante a la economía, cultura y bienestar social del país, menos del 8% de los representantes electos a nivel municipal son mujeres. Las mujeres indígenas y afro-latinas tienen, paticularmente, un bajo nivel de participación en el proceso político. La mujer colombiana, en la mayoría de los sectores de la sociedad, tiende a tener muy poco poder para tomar decisiones sobre los asuntos que afectan su vida y viven a diario la discriminación en el trabajo, en el sistema educativo y en el judicial. Se necesita un esfuerzo concertado para incrementar la aceptación pública de las mujeres que ocupan puestos de liderazgo y, más específicamente, aumentar el número de mujeres representantes electas a posiciones políticas locales y regionales.

Desde 1994, el Fondo de Equidad de Género de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (ACDI) empezó a invertir $850.000 dólares canadienses en un programa de cinco años para promover la participación de la mujer en instituciones locales y cuerpos electorales. Los ocho proyectos que forman parte de este programa han sido puestos en acción por varios grupos diferentes de mujeres, organizaciones comunitarias y una universidad, todas con sede en Colombia.

El programa incluye tres elementos básicos: la toma de conciencia por parte del público en general del valor de elegir a mujeres candidatas como representantes municipales; programas de alfabetización diseñados para facilitar mayor participación en el proceso político de mujeres en desventaja y, por último, la formación de liderazgo para mujeres que quieren presentarse como candidatas.

La campaña de concientización del público fue dirigida a tanto los hombres como las mujeres. Más de 800 hombres han participado en talleres y debates públicos sobre participación política y género. Además, los 2000 manuales del tema que se han distribuído en varias regiones han creado conciencia de los temas sobre igualdad, la mujer y la calidad de políticas locales en general.

Mediante 11 proyectos separados, 500 mujeres indígenas reciben clases de alfabetización para aprender a leer y escribir para que puedan participar más efectivamente en las tomas de decisión a nivel municipal.

Más de 3000 mujeres, incluyendo a la mujer indígena y afro-latina, han aprovechado los cursos de capacitación en liderazgo, cómo negociar, gerencia municipal y oratoría pública, para sentirse lo suficientemente preparadas para presentarse con confianza como candidatas.

Mientras que la participación política de la mujer se mantiene baja en Colombia, en comunidades y regiones asistidas por ACDI, ésta muestra un incremento de 50% entre 1995 y marzo de 1997. En las elecciones municipales de 1997, un gran número de mujeres fueron nominadas para puestos de gobernador, alcalde y concejal. Gracias al incremento en la calidad de las propuestas presentadas por los grupos de mujeres, las necesidades de la mujer están siendo oficialmente consideradas en los planes municipales de 14 comunidades.

Los proyectos están creando nuevas redes de trabajo y fortaleciendo la capacidad de trabajar para el avance de los intereses y necesidades de la mujer por parte de las organizaciones de mujeres de base popular.

Con una voz más efectiva y una mayor parte del poder, la mujer colombiana está logrando los medios para mejorar la calidad de su vida.

Brasil: Abriendo puertas para las Mujeres

La mujer brasilera ha hecho importantes sacrificios y contribuciones para ayudar en la transformación de su país en la mayor fuerza política y económica de suramérica. Millones de mujeres se han integrado a la fuerza laboral en los últimos 30 años.

Sin embargo, las actitudes cambian mucho más lentamente que las realidades económicas. En algunas regiones, así como en la más tradicional zona noreste, las mujeres han tenido mucha más dificultad para conseguir empleo que sea mejor remunerado en el sector industrial. En SENAI, el instituto de capacitacion vocacional principal de Brasil, las actitudes culturales arraigadas desaniman y hasta prohíben a la mujer a que se inscriban en programas tales como electrónica o mecánica. Muchas compañías se niegan a contratar a mujeres cualificadas usando el argumento que podrían quedar embarazadas o que son muy débiles para trabajar con maquinaria pesada.

Hoy en día, como socios de un proyecto de mayor alcance y después de siete años de asistencia por parte de Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (ACDI) y una serie de instituciones técnicas canadienses, la "cara masculina" de la red de entrenamiento vocacional más conocida de Brasil ya no es la misma. SENAI, que mantiene más de 800 centros de capacitación en todo el país, con más de un millón de estudiantes al año y más de 6000 instructores, se ha convertido decididamente en un partidario práctico de trabajar con mujeres. Entre 1990 y 1996, ACDI contribuyó 8 millones de dólares canadienses al Proyecto de Fortalecimiento Institucional de SENAI, el cual fue puesto en marcha por la Corporación CIDE-Ryerson (CRC).

Ahora, SENAI revisa todo el material de capacitación y proyectos de investigación para eliminar los prejuicios por género. SENAI ha tomado un papel de liderazgo en fomentar y asistir a compañías en la contratación de mujeres para posiciones tradicionalmente dominadas por los hombres como operador de maquinaria textil u operador de procesamiento de aluminio. SENAI asegura que mujeres brasileras tengan acceso a oportunidades de estudio en Canadá. Para cuando se complete el proyecto, 39 por ciento de todos los becarios serán mujeres. Además, la cantidad de mujeres que hacen este curso de capacitación técnica es más alto que nunca.

El Programa de creación de conciencia opera en muchos frentes. Se montó una campaña publicitaria para mostrarle a los instructores técnicos, expertos de la industria y estudiantes femeninas potenciales, que la mujer sí puede hacer el "trabajo del hombre". Esto incluyó la distribución de panfletos y afiches mostrando a mujeres exitosas de la localidad que ya trabajan en empleos no tradicionales del sector manufacturero. Las compañías que expresaban el deseo de contratar a mujeres fueron escogidas para ser exibidas como modelo. Las historias también fueron publicadas en los periódicos, aparecieron por televisión y se hicieron presentaciones a los estudiantes de las escuelas secundarias.

Gracias en parte a ACDI, la cultura, prácticas de reclutamiento y materiales de instrucción de SENAI han sufrido una transformación duradera. Para las mujeres en Brasil, los horizontes lucen un poquito más anchos.

Abriendo el Grifo: con agua potable le llega asistencia canadiense a Honduras

El huracán Mitch puso a prueba las habilidades recientes de las comunidades hondureñas de La Mina y Cayo Blanco. Su sistema sanitario y de agua, que fue construido con la ayuda de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (ACDI) y CARE Canadá, ha sido dañado por la caída de árboles y desprendimientos de rocas. El apoyo canadiense ofreció a estas comunidades mucho más que este sistema. Aseguró que la gente misma tuviera la habilidad para reparar el sistema.

Agua y sanidad es una de las prioridades de la asistencia canadiense debido a su impacto en la salud de una comunidad. Más de tres millones de personas alrededor del mundo mueren todos los años por enfermedades como cólera, disentería y tifus, contraidas a través de agua que no sirve para consumo humano.

En Honduras, donde 40 por ciento de la población rural no tiene agua potable, la asistencia canadiense le llegará a 41.000 personas con nuevos sistemas sanitarios y de agua para finales del año 2001.

Los proyectos de CARE Canadá, en el centro de Honduras y a lo largo de la costa caribeña, ofrecen asistencia técnica, capacitación de salud y apoyo para el desarrollo de comunidades responsables del los sistemas de agua. Las comunidades aportan más del 70% de los materiales y la mano de obra.

Para Ana María Cárcamo, que es miembro de la comunidad, abrir el grifo en La Mina es ahora sencillo pero representa un logro mayor para la comunidad.

"Cuando el agua comenzó a correr de los grifos, hasta los niños estaban felices. Estaremos agradecidos de por vida."

"Todos la cuidamos", dice Cárcamo. No nos podemos dar el lujo de perderla. Estas cosas no llegan en la vida con mucha frecuencia."

[Women/tracker.htm][Women/tracker.htm]