ORGANIZACI�N DE LOS ESTADOS AMERICANOS

COMISI�N INTERAMERICANA DE MUJERES

PRIMERA REUNION MINISTERIAL                               OEA/Ser.L/H.7.8

POLMCAS DE LAS MUJERES                                         CIM/MINIS/doc. 13100

27 -28 abril 2000                                                                27 abril, 2000

Washington, D.C.                                                                Original: espa�ol

Palabras del Secretario General de la Organizaci�n de los Estados Americanos, C�sar Gaviria, durante la inauguraci�n de la Reuni�n de Ministras o Autoridades al m�s Alto Nivel, Responsables de las Pol�ticas de las Mujeres en las Am�ricas

Washington, D.C., 27 de abril de 2000

INTERVENCION DEL SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACI�N DE LOS ESTADOS AMERICANOS, C�SAR GAVIRIA, EN LA REUNION DE MINISTRAS 0 AUTORIDADES AL MAS ALTO NIVEL RESPONSABLES DE LAS POLITICAS DE LAS MUJERES EN LAS AM�RICAS

Washington, 27 de Abril de 2000

Les doy la bienvenida a la sede de la Organizaci�n para la celebraci�n de la "Primera Reuni�n de Ministras o Autoridades al M�s Alto Nivel Responsables de las Pol�ticas de la Mujer en los Estados Miembros", organizada por la OEA y la CIM. Es �sta una oportunidad �nica para debatir y avanzar en la promoci�n de los derechos de la mujer, en la profundizaci�n de la perspectiva de g�nero en el Plan de Acci�n de la pr�xima Cumbre de las Am�ricas y para poner los temas de la mujer en el primer plano de nuestras preocupaciones cotidianas. Nos sirve tambi�n al prop�sito de intercambiar vivencias, experiencias e informaci�n sobre las dificultades encontradas y los avances logrados en estas materias en nuestros pa�ses.

Gracias a la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine Albright por su presencia entre nosotros. Es reconocido su liderazgo en los esfuerzos internacionales para promover y proteger los derechos de la mujer, as� como para asegurar su participaci�n plena e igualitaria en el proceso de desarrollo. Nos acompa�a la Canciller de El Salvador Mar�a Eugenla Brizuela de Avila, digna exponente de los grandes avances de la mujer centroamericana, en este periodo de fortalecimiento de la democracia. Nos acompa�a la primera dama de Venezuela, Do�a Marisabel Rodriguez de Chavez, activa participante en la vida pol�tica y social de su pa�s en este periodo de intensos cambios. Contar con la presencia de estas tres personalidades da gran realce a esta reuni�n.

Tambi�n, quiero extender mi especial agradecimiento a todas las Ministras o responsables de las pol�ticas de mujer, la Comisi�n Interamericana de Mujeres, a su Comit� Directivo y a su Secretaria Ejecutiva, para haber coordinado este evento, que anticipo ser� un �xito.

Uds. tienen una muy rica agenda orientada a la consideraci�n y aprobaci�n del "Proyecto de programa interamericano sobre la promoci�n de los derechos de la mujer y la equidad de g�nero", al seguimiento a los compromisos de la Segunda Cumbre de las Am�ricas, y la elaboraci�n de propuestas de lineamientos y estrategias para la pr�xima Cumbre de las Am�ricas, a realizarse en Quebec en abril de 2001. Quiero expresar el respaldo de la Secretaria General para colaborar en todas estas iniciativas.

Se�oras Ministras, Se�oras y Se�ores Delegados:

En este comienzo del siglo, la participaci�n activa de la mujer en las estructuras de poder y su integraci�n en el desarrollo econ�mico son los componentes m�s importantes para lograr la equidad de g�nero y para avanzar en la igualdad de oportunidades en nuestras sociedades.

Hoy no podemos tener dudas que las mujeres son protagonistas de primer orden para la creaci�n de un clima de paz y seguridad en las Am�ricas y para avanzar en los procesos de reconciliaci�n. Ellas est�n especialmente bien dotadas para romper odios ancestrales y dirimir querellas, para generar confianza, para fortalecer la solidaridad, para promover el abandono de pol�ticas desuetas, para transformar instituciones ineficientes, para avanzar en el convencimiento de que tenemos un destino com�n.

Como lo demuestra su presencia hoy aqu�, las mujeres han conquistado un espacio cada vez mayor en las esferas de decisi�n p�blica, y han empezado a marcar su impronta en las pol�ticas y estrategias del estado y la sociedad. Y es que de manera creciente nuestras sociedades est�n reconociendo que las mujeres est�n mejor preparadas para asumir los enormes desaf�os que encaramos. Casi nadie discute hoy que las mujeres tienen mucho mayor sensibilidad para atender los problemas sociales, para mejorar las pol�ticas publicas, para buscar un mejor balance entre estado y mercado, para hacer que �ste cumpla con sus responsabilidades sociales. S�lo si nuestras sociedades incorporan plenamente a la mujer en las esferas de decisi�n, s�lo abriendo espacios para el liderazgo femenino, nos ser� posible alcanzar el primordial objetivo de que Am�rica Latina deje de ser la regi�n m�s inequitativa del mundo. Esta es una afrenta a nuestras democracias y algo que lesiona la dignidad de todos los hogares y por ende de las mujeres de todo el hemisferio.

Con el surgimiento de los fen�menos ligados a la globalizaci�n, las mujeres est�n mostrando su mayor versatilidad, su disposici�n a asimilar los cambios, su rigor, su disciplina, su voluntad de formarse y reentrenarse en las nuevas profesiones que ha tra�do el enorme desarrollo de la revoluci�n inform�tica. Ese reconocimiento se plasma en la participaci�n de la mujer en la actividad econ�mica en las Am�ricas, la cual ha aumentado de manera astron�mica desde la d�cada de los setenta. Se estima que entre 1970 y 1980 la fuerza de trabajo femenina en la regi�n se increment� en un 152 por ciento, en contraste con la tasa de participaci�n masculina que creci� en un 68.4 por ciento. En la �ltima d�cada la participaci�n de la mujer en la fuerza de trabajo ha crecido del 30 % al 40%.

Estos hechos moldear�n de manera fundamental el rol de la mujer en el siglo XXI e indican que su incorporaci�n a la fuerza laboral continuar� en ascenso. Son la consecuencia de un enorme esfuerzo de superaci�n personal y colectiva que ha roto todas las barreras, y que nada tiene que ver con formas de paternalismo en desuso cuando se trata de buscar la igualdad.

A pesar de estos avances, es claro que todav�a tenemos un largo camino por recorrer. Promover el avance de la mujer en todas las �reas de la sociedad deber�a ser una meta prioritaria para la OEA y para la pr�xima Cumbre de las Am�ricas.

En la Cumbre de Miami nos comprometimos a fomentar la participaci�n plena e igualitaria de la mujer en el proceso de toma de decisiones y en todas las esferas de la vida pol�tica, social, y econ�mica; a erradicar la violencia contra la mujer y poner a fin a la discriminaci�n legal; y a incluir el enfoque de g�nero en los proyectos de cooperaci�n y planificaci�n del desarrollo. En Santiago, con ocasi�n de la segunda Cumbre, nuestros pa�ses reafirmaron esos prop�sitos y los de igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres y las pol�ticas para alcanzarlas a trav�s de el acceso a la educaci�n, el fortalecimiento de la democracia, la protecci�n de los derechos humanos la protecci�n de los trabajadores migrantes y sus familias, las pol�ticas laborales, de salud y apoyo a las microempresas.

Se�oras y se�ores ministros y se�oras delegadas;

Si bien hoy existe un consenso en torno a las metas hemisf�ricas respecto de la situaci�n de las mujeres, y referencias al tema de mujer en los dos Cumbres, debemos proseguir en el empe�o de lograr que la perspectiva de g�nero permee todos los planes, iniciativas y programas en el hemisferio. El papel de la mujer en el desarrollo econ�mico, social y pol�tico, as� como en la b�squeda de sociedades m�s equitativas no puede ser s�lo un tema m�s de la agenda de las Cumbres, tiene que verse reflejado en los enfoques y en el tratamiento de] conjunto de los problemas y desaf�os de la regi�n. En este sentido, las contribuciones, las reflexiones y las conclusiones que surjan de esta reuni�n ser�n de gran importancia en el proceso de preparaci�n de la pr�xima cita de los presidentes y primeros ministros.

Quisiera brevemente se�alar algunos de los aspectos en los cuales considero que queda trabajo por hacer, tomando en consideraci�n las recomendaciones presentadas por varios gobiernos, y por representantes de organizaciones de la sociedad civil.

Primero, es necesario incorporar la perspectiva de g�nero en las actividades de seguimiento de los mandatos, y en particular en las reuniones sectoriales de Ministros. En este sentido celebramos que la reuni�n ministerial de trabajo haya incluido puntos relevantes a la mujer en su agenda. Esta pr�ctica deber�a generalizarse.

Segundo, los mandatos respecto a la mujer en las dos primeras Cumbres han sido muy generales, lo que ha dificultado su seguimiento y evaluaci�n. Es necesario definir iniciativas m�s concretas en todas y cada una de las �reas de� Plan de Acci�n, que cuenten con los recursos adecuados y una metodolog�a para evaluar su impacto. Es tambi�n necesario establecer reuniones de seguimiento de los mandatos sobre pol�ticas de mujer en las Cumbres. Espero que esta reuni�n sirva para avanzar hacia esos fines.

Tercero, dado que los avances en la situaci�n de las mujeres ha sido en buena parte liderado por mujeres representantes de la sociedad civil, considero fundamental el dialogo y colaboraci�n entre estos sectores y los gobiernos en la formulaci�n y seguimiento de los mandatos de las Cumbres.

Por otra parte, la Organizaci�n debe intensificar sus labores y esfuerzos para promover la perspectiva de g�nero e incorporarla en los programas y proyectos de la OEA. Es igualmente imprescindible ascender m�s mujeres a posiciones de liderazgo en la Organizaci�n.

La reci�n creada Agencia Interamericana para la Cooperaci�n deber� contribuir en la incorporaci�n de la perspectiva de g�nero en los programas de la Organizaci�n y en particular a la realizaci�n de los objetivos que se est�n adoptando en el programa que est� sometido a su consideraci�n.

La CIM ha estado en la vanguardia en la lucha por los derechos de la mujer y en el erradicaci�n de la violencia contra la mujer. Es necesario fortalecer la CIM para que cumpla su rol de foro sobre pol�ticas de igualdad de g�nero y para que pueda cooperar con los estados en el cumplimiento de los objetivos de las Cumbres. De nuestra parte, mantendremos la estrecha colaboraci�n que hemos alcanzado con la CIM para darle pleno vigor a la voluntad de nuestros gobernantes, para lograr la plena eficacia de los objetivos que ustedes le est�n trazando a esta Organizaci�n que debe ser el instrumento id�neo de la voluntad colectiva de las mujeres de nuestro hemisferio.

Se�oras y se�ores ministros y se�oras delegadas;

Uds. tienen un conocimiento exacto y profundo de las condiciones y los desaf�os espec�ficos que la mujer enfrenta en cada uno de nuestros pa�ses. Tienen una gran tarea por desarrollar y un gran reto por alcanzar: lograr un hemisferio igualitario, sin discriminaci�n, y lleno de oportunidades para todos los hombres y mujeres de las Am�ricas. Necesitamos sus luces, su experiencia y sus conocimientos para el mejoramiento y el dise�o de las pol�ticas que afectan sus vidas. Estoy seguro que esta reuni�n nos ayudar� a idear los perfiles de lo que ser� nuestra pol�tica en el siglo XXI.

Les deseo mucha suerte en sus deliberaciones. Muchas gracias.

[Women/Ministerial-27-04-00/tracker.htm][Women/Ministerial-27-04-00/tracker.htm]