CONSEJO PERMANENTE
ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
OEA/Ser.G
CP/ACTA 1215/99
6 diciembre 1999
  

CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACI�N DE LOS ESTADOS AMERICANOS

ACTA DE LA SESI�N EXTRAORDINARIA, CELEBRADA EL 6 DE DICIEMBRE DE 1999

Transcripci�n corregida

En la ciudad de Washington, a las once y cuarenta y cinco de la ma�ana del lunes 6 de diciembre de 1999, celebr� sesi�n extraordinaria el Consejo Permanente de la Organizaci�n de los Estados Americanos. Asistieron el Excelent�simo se�or Roberto Flores Berm�dez, Secretario en el despacho de Relaciones Exteriores de Honduras, y el Excelent�simo se�or Guillermo Arg�ello Poessy, Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua. Presidi� la sesi�n el Embajador Courtney Blackman, Representante Permanente de Barbados y Presidente del Consejo Permanente. Asistieron los siguientes miembros:

Embajador Lawrence Chewning F�brega, Representante Permanente de Panam�

Embajador Denis G. Antoine, Representante Permanente de Grenada

Embajador Lionel Alexander Hurst, Representante Permanente de Antigua y Barbuda

Embajador Mauricio Granillo Barrera, Representante Permanente de El Salvador

Embajador Flavio Dar�o Espinal, Representante Permanente de la Rep�blica Dominicana

Embajador Carlos Portales, Representante Permanente de Chile

Embajador Peter M. Boehm, Representante Permanente del Canad�

Embajador Alfonso Qui��nez Lemus, Representante Permanente de Guatemala

Embajadora Laura Elena N��ez de Ponce, Representante Permanente de Honduras

Embajador Carlos Alberto Leite Barbosa, Representante Permanente del Brasil

Embajador Claude Heller, Representante Permanente de M�xico

Embajador Hern�n R. Castro H., Representante Permanente de Costa Rica

Embajador Patricio Vivanco, Representante Permanente del Ecuador

Embajadora Virginia Margarita Contreras Navarrete, Representante Permanente de Venezuela

Consejera Natasha Halfhuid, Representante Interina de Suriname

Ministro Juan Jos� Arcuri, Representante Interino de la Argentina

Embajador �lvaro Moerzinger, Representante Interino del Uruguay

Consejera Sandra Honor� Braithwaite, Representante Interina de Trinidad y Tobago

Embajador V�ctor M. Silva, Representante Alterno de Nicaragua

Ministra Consejera Cecily Norris, Representante Alterna de San Vicente y las Granadinas

Consejera Sheila G. Carey, Representante Alterna del Commonwealth de las Bahamas

Ministra Elizabeth Astete, Representante Alterna del Per�

Consejero Julio C�sar Arriola Ram�rez, Representante Alterno del Paraguay

Consejera Jasmine E. Huggins, Esq., Representante Alterna de Saint Kitts y Nevis

Embajador Ronald D. Godard, Representante Alterno de los Estados Unidos

Ministro Consejero Alberto Quiroga Garc�a, Representante Alterno de Bolivia

Primera Secretaria Martha Louis Auguste, Representante Alterna de Santa Luc�a

Primera Secretaria Shorna-Kay Richards, Representante Alterna de Jamaica

Primer Secretario Philip St. Hill, Representante Alterno de Barbados

Primera Secretaria Deborah Yaw, Representante Alterna de Guyana

Ministro Consejero Nestor Mendez, Representante Alterno de Belice

Ministro Jaime Casabianca, Representante Alterno de Colombia

Tambi�n estuvieron presentes el Secretario General de la Organizaci�n, doctor C�sar Gaviria, y el Secretario General Adjunto, Embajador Christopher R. Thomas, Secretario del Consejo Permanente.

 

CONSIDERACI�N DE LOS RECIENTES ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS

ENTRE HONDURAS Y NICARAGUA

El PRESIDENTE: I am pleased to call to order this special meeting of the Permanent Council, convened at the request of the governments of Honduras and Nicaragua to address recent developments between these two member states.

Before I call on any speakers, the Chair would like to explain some proceedings at the last meeting of this Council. During that meeting, under the item "Other business," the governments of Colombia and Honduras notified the Permanent Council that they had reached agreement on a long outstanding territorial dispute. The Chair, I suppose almost automatically, congratulated them on this achievement. It is always a source of pleasure for the Chair when member states of the Organization agree on some territorial dispute. I am from a CARICOM country, and there are a number of disputes outstanding among us, so we�re naturally very happy when countries announce that they have agreed on something.

The Chair was totally unaware that Nicaragua was an interested party in those developments. I congratulated the first two speakers before I gave the Representative of Nicaragua the floor because I thought he was raising a new issue under "Other business." I had not been warned that Nicaragua had an interest in the matter. I�m not apologizing for this; I�m just explaining it.

On a more personal note, you know, life is full of strange things. Eight years ago, when I was a consultant, I was asked by the United Nations Development Programme (UNDP) to do a strategic essay on the development of San Andr�s, Providencia, and Catalina. Up to that time in my life I had never heard of these three countries, and I hastened to my globe to find them. I couldn�t find them. I got a small enough map and eventually I did find them, and now here I am; fate is strange.

It always is a pleasure to have foreign ministers visit with us, since they are ultimately our political bosses. I hope that this will be an auspicious occasion.

I now have great pleasure in giving the floor to the distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias, Excelent�simo se�or Presidente del Consejo Permanente, Excelent�simos se�ores Representantes Permanentes, se�oras, se�ores:

El placer y el honor es m�o, se lo aseguro, se�or Presidente, de poder comparecer ante este foro tan importante y tan significativo en la historia de las relaciones del sistema interamericano.

El ingeniero Carlos Roberto Flores, Presidente de la Rep�blica de Honduras, me ha pedido dirigirme a este Consejo Permanente para abordar la reacci�n del Gobierno de Nicaragua a un acto de leg�tima soberan�a de mi pa�s.

El mundo de hoy, cada vez m�s comunicado y entrelazado, ha sido objeto de enormes avances en el campo del derecho internacional p�blico. La relaci�n entre los pa�ses ha debido regularse de manera continua ante la proximidad progresiva que producen el avance tecnol�gico y la propia comunidad de intereses.

La Convenci�n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar constituye un paso significativo en la codificaci�n y en el desarrollo progresivo del conjunto de normas y de pr�cticas que regulan ese campo.

La Convenci�n, suscrita en 1982, fue aprobada por el Honorable Congreso Nacional de Honduras en 1993. Esta Convenci�n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que ya est� en vigor, se�ala que la zona econ�mica exclusiva, as� como la propia plataforma continental, deben delimitarse mediante acuerdo entre los pa�ses vecinos, sobre la base de los principios y normas del derecho internacional. As�, aquellas �reas en el mar Caribe en las cuales existen pretensiones jurisdiccionales de parte de m�s de un pa�s pueden ser objeto de negociaci�n con vistas a lograr acuerdos, como uno de los medios de soluci�n de controversias que establece el derecho internacional.

La Convenci�n de las Naciones Unidas a que hago referencia conduce a varias conclusiones. Primero, que declaraciones unilaterales de soberan�a o de jurisdicci�n especial sobre esas �reas de pretensiones encontradas no surten efectos jur�dicos vinculantes y, por tanto, no obligan a terceros. De ah� la necesidad de que se le d� plena aplicaci�n a las disposiciones del derecho internacional para la soluci�n de controversias. Tal es el caso de nuestra negociaci�n con Colombia.

En segundo lugar, que en el mar Caribe existen traslapes en las proyecciones de la zona econ�mica exclusiva de nueve pa�ses, que convergen en espacios que Honduras comparte con ellos y que, de conformidad con la Convenci�n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, pueden ser objeto de negociaci�n. Evidentemente, ello nos conduce a la necesidad de negociar con los ocho vecinos si queremos observar un principio de orden jur�dico en el mar Caribe.

La tercera conclusi�n consiste en que la delimitaci�n con Colombia se llev� a cabo bajo la plena aplicaci�n de estas disposiciones, ya que el mecanismo de soluci�n de la controversia mar�tima fue precisamente la negociaci�n directa. Dicha controversia se manifest� claramente en 1975, a ra�z de pretensiones encontradas entre ambos pa�ses que despuntaron por aquel a�o. Ante esta situaci�n, en 1978 se inici� el proceso de negociaci�n que culmin� ocho a�os despu�s, en 1986, con la suscripci�n del tratado entre ambos Estados.

Conviene en estos momentos ubicar la delimitaci�n convenida entre Honduras y Colombia en su perspectiva geogr�fica y estrat�gica.

Si observamos el mapa del Caribe, podemos f�cilmente identificar los nueve pa�ses que colindan en un espacio com�n que compartimos y que, por tanto, tiene que ser objeto de una soluci�n, entre ellas, el acuerdo de las partes, de conformidad al derecho internacional, espec�ficamente la Convenci�n de Jamaica.

Aqu� est� nuestra vecina Nicaragua, con la cual en varias ocasiones, especialmente en 1997, se hicieron m�ltiples aproximaciones para convenir y confirmar nuestros l�mites tanto en el Pac�fico como en el mar Caribe. Las se�ales que recibimos fueron negativas. Los resultados fueron infructuosos, a pesar de que nuestros derechos soberanos al norte del paralelo 15 son consuetudinarios, as� como hist�ricos y geogr�ficos.

Nicaragua pretende proyectar una l�nea oblicua al norte del paralelo 15 hasta el paralelo 17, desconociendo aproximadamente 60.000 kil�metros cuadrados de espacio mar�timo leg�timamente hondure�o, as� reconocido consuetudinariamente por Nicaragua. En la consecuci�n de sus nuevas pretensiones, ha iniciado conversaciones con Jamaica, proceso en el cual, seg�n tenemos informaci�n, nuestro vecino est� proponiendo comprometer lo ajeno, es decir, los espacios mar�timos hondure�os al norte del paralelo 15, intentando a la vez obtener el reconocimiento de Jamaica a sus pretensiones en ese sector.

Esta nueva pretensi�n de Nicaragua se manifiesta por primera vez a partir de 1980. Con anterioridad a esa fecha, la conducta de ambos pa�ses, la de honduras y la de Nicaragua, ha sido la de reconocer el paralelo 15 como la l�nea consuetudinaria que nos delimita en el Caribe.

Despu�s de varios a�os y de varios intentos de abrir un proceso constructivo de negociaci�n con Nicaragua, los resultados, como indiqu�, han sido infructuosos y, mientras tanto, Nicaragua inici� conversaciones con Jamaica pretendiendo comprometer lo que es nuestro. Mucho hemos esperado para resolver formalmente nuestro diferendo con Colombia. A estas alturas de nuestras relaciones, ya era tiempo de aprobar el Tratado de 1986.

Si ha habido un adelanto concreto en el lado oriental ha sido con Colombia, mediante la negociaci�n directa que, como he reiterado, culmin� con la suscripci�n del Tratado de Delimitaci�n Mar�tima en agosto de 1986. La aprobaci�n de ese tratado y las reacciones inesperadas del Gobierno de Nicaragua han sido el motivo para convocar esta reuni�n extraordinaria.

Es importante se�alar que la aprobaci�n del Tratado de Delimitaci�n Mar�tima suscrito entre Honduras y Colombia representa una pieza de vital inter�s para Honduras.

Esto que les he expuesto demuestra que desde 1986, a�o de la suscripci�n del Tratado con Colombia, ha habido un desarrollo notable en el derecho del mar, dentro del cual figura especialmente la reafirmaci�n de los mecanismos de soluci�n pac�fica, principalmente la negociaci�n directa. Desde aquella fecha, tambi�n ha habido una evoluci�n de las negociaciones entre varios Estados vecinos, llam�ndonos especialmente la atenci�n las aproximaciones que Nicaragua ha tenido con Jamaica poniendo en riesgo nuestro leg�timo espacio mar�timo. Ha habido tambi�n otro avance importante. El acuerdo que acabamos de suscribir con Colombia en materia de protecci�n y explotaci�n sostenible de los recursos marinos vivos en las zonas delimitadas en 1986, mediante la observancia de buena fe del Tratado que suscribimos ambos pa�ses, todo de acuerdo a lo previsto en la Convenci�n de Jamaica.

Ante la legitimidad con la cual Honduras ha actuado, conforme a los criterios que he querido compartir con los Excelent�simos se�ores miembros de este Consejo Permanente, hemos encontrado una respuesta inusitada e injustificada por parte del Gobierno de Nicaragua.

Dicho Gobierno ha expresado que nuestra actitud es una "pu�alada" a su soberan�a y que, como consecuencia, se retirar�a del Sistema de Integraci�n Centroamericano. Esta es una respuesta que escapa a nuestro sentido de conducta que debe regir a un gobierno, cualquiera que sea. Con esa posici�n, el Gobierno de Nicaragua pretende vincular la leg�tima aprobaci�n del Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia con el proceso de integraci�n centroamericano, medida desproporcionada que va m�s all� de afectar a Honduras. Afectar�a a todos los pueblos de Centroam�rica. En todo caso, afectar�a tambi�n al pueblo de Nicaragua. Lo que es m�s grave a�n, el Gobierno de Nicaragua ha amenazado con la movilizaci�n de sus fuerzas hacia nuestra frontera, en una actitud que escapa a la conducta que debe imperar entre Estados miembros de esta Organizaci�n, que han compartido una rica historia y que, juntos, han definido un mejor futuro para sus pueblos por medio de la integraci�n.

Adem�s, el Gobierno de Nicaragua present� una demanda en contra de Honduras, pidiendo a la Corte Centroamericana de Justicia medidas cautelares que inhibiesen al propio Congreso Nacional de la Rep�blica de Honduras de cumplir con su obligaci�n constitucional, en el sentido de que nuestro Congreso no se pronunciase sobre el Tratado suscrito con Colombia en 1986 en tanto no hayan sido salvaguardados los intereses soberanos del Estado de Nicaragua en sus espacio mar�timos. La acci�n judicial requerida por el Gobierno de Nicaragua no s�lo es contraria al derecho internacional que, como establec� al principio, permite a los Estados resolver sus diferencias mar�timas por la v�a de la negociaci�n directa como uno de los medios de soluci�n, sino que la demanda est� referida a un tema que est� expresamente excluido de la competencia de la Corte, conforme al Estatuto de la misma. A pesar de ello, la Corte resolvi�, contraviniendo una disposici�n que delimita por exclusi�n expresa, aprobar esas medidas cautelares.

La comunicaci�n de la Corte Centroamericana de Justicia, por tanto, es nula. Por otra parte, la demanda fue entregada a Honduras 48 horas despu�s de dictada la comunicaci�n, produciendo una manifiesta indefensi�n, a pesar de que el Embajador de Honduras en la ciudad de Managua pidi� una copia de la misma el propio 30 de noviembre, y esta le fue negada.

Resulta incomprensible c�mo puede relacionarse la aprobaci�n de un tratado de l�mites mar�timos celebrado entre dos Estados soberanos con supuestas violaciones a los instrumentos de la integraci�n centroamericana. El Estatuto de la Corte, repito, expresamente except�a de la competencia de la misma las controversias fronterizas, territoriales y mar�timas, a menos que concurra la voluntad de las dos partes. Que la Corte no tiene competencia en este asunto fue reconocido por el propio Presidente de dicha instituci�n, el 29 de noviembre de 1999.

Adem�s, la interposici�n de la demanda es extempor�nea. Es extempor�nea desde el punto de vista de la aplicaci�n, ya que el Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia fue firmado en 1986. Se trata simplemente de la continuaci�n de un proceso iniciado el 2 de agosto de 1986. La Corte no debe pronunciarse sobre situaciones acaecidas antes de su propio nacimiento y fuera de su competencia.

Tambi�n es extempor�nea en cuanto al procedimiento, ya que la comunicaci�n fue transmitida cuando el Congreso Nacional de Honduras ya se hab�a pronunciado sobre la materia.

No obstante esta actuaci�n judicial claramente viciada de nulidad en cuanto a fondo y forma, el Gobierno de Honduras estar� presentando una acci�n de nulidad absoluta de lo actuado, con el fin de que se rectifique una actuaci�n al margen de la legalidad.

Se�ores miembros del Consejo Permanente, como hemos visto al inicio de esta exposici�n, Honduras se propone delimitar sus espacios mar�timos en el mar Caribe apegado a la Convenci�n de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar. El diferendo entre Honduras y Colombia data de 1975. Desde entonces hasta 1986, y como resultado de negociaciones directas, se logr� convenir un acuerdo de delimitaci�n. Durante los trece a�os que han transcurrido, Honduras ha motivado a Nicaragua para sentarse alrededor de la mesa de negociaciones, pero el Gobierno de nuestro vecino pa�s no ha querido discutir l�mites en el mar Caribe. M�s bien ha intentado negociar con Jamaica a mediados de esta d�cada. As� que, mientras nosotros aguardamos una negociaci�n entre Honduras y Nicaragua, que el Gobierno de Nicaragua nunca abrir�, habr�amos de esperar que el Gobierno de Nicaragua "salvaguarde sus intereses soberanos en sus espacios mar�timos" y se acerque a Jamaica para tratar de delimitar sobre los mismos espacios que tradicionalmente, hist�ricamente, geogr�ficamente y consuetudinariamente nos pertenecen.

As�, sugerir que Honduras posponga la entrada en vigor del Tratado sobre Delimitaci�n Mar�tima con Colombia implica imponerle a Honduras que sacrifique sus leg�timos intereses en el Caribe para que Nicaragua avance sobre los mismos.

Resulta evidente que el Gobierno de Nicaragua est� reaccionando sin contar con base jur�dica. La verdadera soluci�n a sus agravios es recurrir a la Corte Internacional de Justicia demandando a uno, dos o m�s pa�ses a los cuales imputa responsabilidad internacional.

No obstante esta soluci�n tan clara, el Gobierno de Nicaragua ha querido poner sobre Honduras presiones adicionales que escapan a los medios diplom�ticos de soluci�n de diferencias. Para el caso, el Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia nada tiene que ver con el proceso de integraci�n centroamericana. El Tratado es un convenio suscrito por dos sujetos de derecho internacional, en plena observancia de la Convenci�n de Viena sobre el Derecho de los Tratados. El Tratado resuelve, como lo recomienda la Carta de esta propia Organizaci�n de los Estados Americanos, un diferendo, reconocido como tal entre Honduras y Colombia en 1975. A partir de esa fecha ambos Estados iniciaron un proceso de negociaci�n que culmin� en 1986 con la suscripci�n del Tratado. En aquel entonces, ning�n pa�s, ni Nicaragua, identific� la suscripci�n del mismo como una amenaza al proceso de integraci�n.

Cuando Nicaragua intervino en el diferendo lim�trofe que Honduras y el Salvador llevamos de com�n acuerdo a la Corte Internacional de Justicia, Nicaragua pretendi� que la Corte le negara a Honduras su derecho soberano a delimitar sus espacios mar�timos en el oc�ano Pac�fico, y la Corte fall� en favor de Honduras. Sin embargo, Honduras no interpret� aquella posici�n como un acto que atenta contra la integraci�n centroamericana.

Los tratados internacionales en materia de delimitaci�n mar�tima no afectan el proceso de integraci�n. Los tratados internacionales en materia de delimitaci�n mar�tima son temas propios de las relaciones internacionales. Es m�s, el propio Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia excluye ese tema de su competencia. El Tratado de Delimitaci�n Mar�tima tampoco debe afectar las relaciones comerciales comunitarias. Por ello resulta incomprensible que la institucionalidad y las normas de la integraci�n econ�mica hayan sido las v�ctimas de la acci�n de Nicaragua, al imponer unilateral e ilegalmente aranceles a los productos hondure�os.

En efecto, en una acci�n abrupta y emotiva, el Gobierno de Nicaragua ha aplicado un arancel a la mercader�a hondure�a, como si se tratase de mercanc�a de fuera del �rea. Adem�s, ha iniciado el cobro de mil c�rdobas a todo veh�culo con matr�cula hondure�a en tr�nsito por el territorio nicarag�ense. Ayer hemos visto como un avi�n de una aerol�nea peque�a de Honduras fue detenido, en el sentido de no poder usar el espacio a�reo nicarag�ense en un viaje internacional rumbo a la isla de San Andr�s.

Estas son medidas econ�micas en perjuicio del sistema de integraci�n centroamericano dentro del cual se encuentra mi pa�s. Ello implica que el Tratado General de Integraci�n Econ�mica Centroamericana y el Protocolo de Tegucigalpa no han sido aplicados de buena fe, sino, como dice un aviso p�blico en la Aduana de Sapoa, lado de Nicaragua, "esta es una medida de presi�n de Nicaragua para con Honduras�".

A pesar de estos actos ilegales por parte del Gobierno de Nicaragua, el Gobierno de Honduras no ha adoptado medidas similares contra productos nicarag�enses. El Gobierno del Presidente Flores ha querido ofrecer al Gobierno de Nicaragua un espacio para que pueda reflexionar. El Gobierno de Honduras cree que Nicaragua todav�a puede enmendar sus actuaciones ileg�timas y evitar as� darle un tiro de gracia al proceso de integraci�n y a la Corte misma. No obstante su mesura, Honduras se vio en la obligaci�n de interponer una demanda contra Nicaragua por las violaciones del derecho comunitario y del propio derecho internacional.

Esta demanda fue interpuesta ante la misma Corte Centroamericana de Justicia y ser� recibida esta tarde por dicha Corte. Esta acci�n le dar� a ese �rgano judicial una oportunidad para restablecer confianza en su prestigio y que se logre una decisi�n sobre una actuaci�n ileg�tima, como la que ha tomado el Gobierno de Nicaragua en materia comercial. De igual manera esperamos que la Corte rectificar� su comunicaci�n sobre el Tratado de Delimitaci�n Mar�tima suscrito entre Honduras y Colombia. Es necesario que se recobre el camino com�n de los pa�ses centroamericanos hacia una mayor integraci�n.

A pesar de estas explicaciones, resulta conveniente destacar que ahora el Gobierno de Nicaragua nos acusa de precipitaci�n. Es decir que el Gobierno de Nicaragua considera que es una precipitaci�n esperar desde 1975, a�o en que cristaliza la controversia entre Honduras y Colombia sobre espacios mar�timos, hasta 1986, cuando se suscribe el Tratado que recoge el consenso entre ambos Estados, y llegar ahora a finales de 1999, a�o de la aprobaci�n de ese Tratado. Ese argumento, el de la precipitaci�n, carece, a juicio de mi Gobierno, de l�gica. El tiempo transcurrido, es decir veinticuatro a�os, no puede significar una precipitaci�n. Adem�s, el aprobar un tratado por el legislativo es una parte del proceso del perfeccionamiento de los tratados. �Acaso los tratados no se suscriben para luego aprobarlos? Pretender ahora que el Tratado no se perfeccione porque hubo una actuaci�n precipitada es pensar bajo una l�gica incomprensible, como incomprensible resultan las actuaciones del Gobierno de Nicaragua cuando, queriendo vincular un tratado leg�timo que obedece a la voluntad soberana de dos Estados, conforme al derecho internacional, pretende avanzar f�sicamente sobre territorio ajeno y, de paso, violentar el proceso de integraci�n, sacrificando los intereses de todos los pueblos de Centroam�rica a quienes tanto nos ha costado ir hilvanando el tejido de una naci�n centroamericana.

El Gobierno de Nicaragua aduce que mientras no resuelva sus pretensiones con Colombia, Honduras no debe ratificar y perfeccionar su Tratado con Colombia de 1986. Ello pr�cticamente implica esperar a que Nicaragua reciba el archipi�lago de San Andr�s, que seg�n ellos les pertenece, y que el meridiano 82 no es v�lido aunque figure en un tratado internacional, el Tratado B�rcenas Meneses-Esguerra, ratificado por el Gobierno de Nicaragua en 1930 y que est� enteramente v�lido.

Pretender pedir a Honduras que no act�e sobre sus propios intereses mar�timos mientras Nicaragua no resuelva sus problemas, como ese que acabo de mencionar, resulta il�gico, impropio y absurdo.

La opci�n es pedirle al Gobierno de Nicaragua que se mesure y que act�e dentro de las normas leg�timas del derecho internacional.

La opci�n no es pedir al Gobierno de Honduras, el que act�a bajo estricto apego al derecho internacional, que sacrifique sus intereses mar�timos para favorecer al Gobierno de Nicaragua, que reacciona con amenazas a la paz y la seguridad de Centroam�rica. La opci�n es pedir a ese Gobierno, que toma medidas ileg�timas, que guarde la conducta pac�fica que corresponde conforme al derecho y al sistema jur�dico interamericano.

La opci�n, se�ores miembros de este Consejo Permanente, no es pedir a Honduras que deje de aplicar el Derecho de los Tratados establecido en la Convenci�n de Viena y en la Convenci�n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. La opci�n es pedir al Gobierno de Nicaragua que act�e conforme a ese derecho y, por lo tanto, que acuda a la instancia judicial en La Haya contra aquellos Estados que considera que lesionan sus intereses. Nicaragua conoce ese camino e incluso ha tenido experiencias exitosas en ese alto tribunal. En el caso de Honduras, nos reservamos el uso de los recursos de que dispone el mismo derecho internacional.

As� las cosas, la actitud de Nicaragua resulta pol�tica y diplom�ticamente irreflexiva, es l�gicamente incomprensible y es jur�dicamente inaceptable.

Mientras esta actitud no cambie, el Gobierno del Presidente Flores siente que la amenaza del uso de la fuerza por parte de Nicaragua es una amenaza contra la paz y la seguridad regional y, por ello, insta a la Organizaci�n de los Estados Americanos a hacerse presente en nuestro territorio. El Gobierno de Honduras considera que ser�a prudente una reuni�n de Cancilleres cuando las circunstancias as� lo indiquen.

La soluci�n de esta lamentable situaci�n consiste en que el Gobierno de Nicaragua desista de su intento de desviar la funci�n y la competencia de la Corte Centroamericana de Justicia; que renuncie a los actos ilegales en materia comercial que ha impuesto contra Honduras y Centroam�rica; que deje de levantar un esp�ritu alarmante, proclive a las medidas de hecho dentro de su pa�s, y que ventile sus diferencias mar�timas, con quienes considera que la han agraviado, en la Corte Internacional de Justicia.

Se�or Presidente de este Honorable Consejo Permanente, quisiera, con su venia, pedir la participaci�n en este momento, como parte de esta presentaci�n de la Delegaci�n de Honduras, del abogado Carlos L�pez Contreras, a quien he solicitado que haga una presentaci�n muy puntual y breve sobre aspectos bastante importantes que pueden contribuir a una mayor ilustraci�n de los se�ores presentes. Cuando el abogado L�pez Contreras haya concluido, yo har� uso de la palabra, con su venia, se�or Presidente, para un comentario final. Gracias.

El PRESIDENTE: I accede to the request of the distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras, and I do wish that the remarks be brief, as promised. Thank you very much.

El CONSULTOR DE LA SECRETAR�A DE ESTADO DEL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE LA REP�BLICA DE HONDURAS: Muchas gracias. Se�or Presidente, se�ores Representantes Permanentes, en 1906, Su Majestad el Rey de Espa�a dict� un laudo arbitral poniendo fin a la controversia lim�trofe entre Honduras y Nicaragua. Nuestro vecino acat� el laudo en principio, pero ocho a�os despu�s lo impugn�. Tuvimos que esperar cuarenta y tres a�os para que, con la exitosa gesti�n de esta Organizaci�n, compareci�ramos Nicaragua y Honduras ante la Corte Internacional de Justicia para obtener la confirmaci�n de la obligatoriedad del laudo real, el 18 de noviembre de 1960.

El 4 de Febrero de 1980, por otra parte, la Junta de Gobierno de Reconstrucci�n Nacional de Nicaragua emiti� una declaraci�n para referirse a "el conocido como Tratado B�rcenas Meneses-Esguerra, cuya firma le fue impuesta a Nicaragua en 1928, y cuya ratificaci�n, que igualmente obedeci� a razones de fuerza, se efectu� en el a�o de 1930, es decir, ambos actos efectuados bajo la total ocupaci�n pol�tica y militar de Nicaragua por parte de los Estados Unidos de Am�rica� El Tratado B�rcenas Meneses-Esguerra, adem�s de ser lesivo para Nicaragua, implic� la ocupaci�n de una gran parte de nuestro territorio insular, como lo son las islas de San Andr�s y de Providencia..." La declaraci�n citada conclu�a: "Estas circunstancias nos imponen la obligaci�n patri�tica y revolucionaria de Declarar la Nulidad e Invalidez del Tratado B�rcenas Meneses-Esguerra..."

Esa declaraci�n, se�or Presidente, fue formulada hace diecinueve a�os, y de la misma claramente se desprende que los agravios que invoca Nicaragua se dirigen contra los Estados Unidos de Am�rica y Colombia, no contra Honduras.

Han transcurrido setenta y un a�os desde la firma del Tratado nicarag�ense-colombiano y, durante ese largo per�odo, "�no ha salvaguardado los intereses soberanos del Estado de Nicaragua en sus espacios mar�timos�", como lo pide la Corte Centroamericana de Justicia. Nicaragua no ha demandado la declaratoria de nulidad del Tratado nicarag�ense-colombiano en ninguna instancia internacional competente. La pregunta es obligada, se�or Presidente, �cu�ntas d�cadas m�s deber�a esperar Honduras para que esa meta se cumpla y poder concluir tratados con sus vecinos?

El primer pa�s del �rea en suscribir un tratado de l�mites mar�timos con Colombia fue precisamente Nicaragua. De ah� siguieron Panam�, Costa Rica, Honduras, Jamaica, Hait�, Rep�blica Dominicana.

�Ser� acaso admisible que Nicaragua pretenda ejercer un veto sobre la capacidad del Estado hondure�o de concluir tratados en conformidad con el derecho internacional? �Desde cu�ndo un Estado vecino se puede convertir en �rbitro de la pol�tica exterior de otros Estados?

�Lo admitir�an los otros signatarios de tratados de l�mites mar�timos con Colombia? Yo lo dudo sinceramente, se�or Presidente.

Justamente, para evitar el imperio de la arbitrariedad en el mundo de los tratados es que, bajo los auspicios de la Organizaci�n de las Naciones Unidas, se suscribi� la Convenci�n de Viena sobre el Derecho de los Tratados, cuyo art�culo 28 establece la norma de la no aplicaci�n retroactiva de los tratados, vale decir, el principio de la irretroactividad.

Es p�blico y notorio que el Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia se suscribi� en 1986; asimismo es p�blico y notorio que el Protocolo de Tegucigalpa, que establece el Sistema de Integraci�n Centroamericana, del cual la Corte Centroamericana de Justicia es un desarrollo institucional, fue suscrito en 1991, cinco a�os despu�s del c�lebre Tratado hondure�o-colombiano.

Luego, la Corte Centroamericana de Justicia, adem�s de no tener competencia por raz�n de la materia, tampoco est� autorizada a aplicar las normas del Sistema de Integraci�n Centroamericano a situaciones acaecidas con anterioridad a su entrada en vigencia.

Por otro lado, se�or Presidente, Honduras y Colombia, desde 1986, han venido cumpliendo con la obligaci�n de no frustrar el objeto y el fin de un tratado antes de su entrada en vigor, como lo establece el art�culo 18 de la citada Convenci�n de Viena sobre el Derecho de los Tratados; adem�s, conforme a la misma Convenci�n, art�culo 25, ambos Estados le han dado una aplicaci�n provisional mientras entraba en vigor, como lo acredita el acuerdo suscrito entre las partes el 23 de noviembre de 1999, para "concertar dentro de las �reas mar�timas establecidas entre los dos Estados en el mar Caribe por el Tratado del 2 de agosto de 1986, mecanismos que aseguren en dichas �reas un r�gimen de cooperaci�n bilateral para los efectos de coordinar": en los campos de conservaci�n, exploraci�n y explotaci�n racional y sostenible de los recursos vivos migratorios, la investigaci�n cient�fica y la lucha contra el narcotr�fico, adem�s de constituir una comisi�n mixta de asuntos mar�timos responsable de la concertaci�n, aplicaci�n y seguimiento de los referidos acuerdos de cooperaci�n, tal como lo recomienda la Convenci�n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar a los Estados ribere�os de mares cerrados y semicerrados.

Finalmente, se�or Presidente, el 8 de septiembre de 1986, la Canciller�a de Nicaragua dirigi� a la Canciller�a de Honduras una nota por medio de la cual "...rechaza el tratado suscrito entre Honduras y Colombia el 2 de agosto de 1986; manifiesta que no reconoce ni admite efecto alguno al referido instrumento, y reafirma sus derechos soberanos sobre los cayos, bancos e islas que constituyen el territorio mar�timo e insular de Nicaragua a los que se pretende aplicar el tratado en cuesti�n".

Esa es, se�or Presidente, t�cnicamente una protesta destinada a "salvaguardar los intereses soberanos de Nicaragua"; a hacer una reserva de derechos con el fin de que el Tratado no le sea oponible a Nicaragua.

Con esa protesta puntual, sin estridencias, Nicaragua, desde 1986, mantiene la "salvaguarda de sus intereses soberanos mar�timos" y, adem�s, la v�a expedita para poner en marcha los medios pac�ficos que considere pertinentes contra el o los Estados que crea que le han agraviado.

Esto nos impone una conclusi�n obligada: que en el fondo, toda la peligrosa acci�n diplom�tica, pol�tica y judicial que Nicaragua ha puesto en marcha con la ruptura del Sistema de Integraci�n Econ�mica Centroamericana, por la v�a de hecho, nacional e internacionalmente tiene motivaciones ajenas a la ratificaci�n del Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia. Muchas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I now give the floor to the distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras to wrap up his case.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias. Se�or Presidente; Excelent�simo se�or Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, presente en esta reuni�n; Excelent�simos se�ores miembros:

Acaban de escuchar las palabras del Consultor nacional, el abogado Carlos L�pez Contreras, sobre un tema puntual que nos ha estado ocupando esta ma�ana.

Quisiera, para terminar, reiterar la vocaci�n pacifista de Honduras, que por ello ha solicitado esta reuni�n y que, en apego a las leyes internacionales, considera que Nicaragua tiene los caminos abiertos en las instancias internacionales que considere convenientes.

Quisiera reiterar que esta, a juicio nuestro, es una reuni�n informativa y que podr�a preceder una reuni�n de Cancilleres cuando las circunstancias as� lo demanden. Con esto concluyo la intervenci�n de Honduras. Muchas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I now have great pleasure in giving the floor to the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Excelent�simo se�or Presidente del Consejo Permanente, Excelent�simos se�ores Representantes Permanentes de los Estados Miembros:

El 30 de noviembre reci�n pasado, el Congreso de la Rep�blica de Honduras ratific� el Tratado suscrito con Colombia el 2 de agosto de 1986. Esta decisi�n hondure�a ha provocado el rechazo del Gobierno y pueblo de Nicaragua por estimarla profundamente lesiva a los intereses nacionales.

La Rep�blica de Nicaragua, de conformidad con el derecho internacional, tiene en el mar Caribe 170.000 kil�metros cuadrados de espacios marinos. Sin embargo, el referido Tratado de Delimitaci�n Mar�tima pretende reducirlos a un �rea de aproximadamente 40.000 kil�metros cuadrados, al imponer a Nicaragua fronteras internacionales sin haberla tomado en cuenta.

Me permito leer lo que en su oportunidad, el 3 de mayo de 1982, expresara la Secretar�a de Relaciones Exteriores de la Rep�blica de Honduras, en carta dirigida al se�or Canciller de Nicaragua, el doctor Miguel Jer�nimo D�Escoto: "Coincido con Vuestra Excelencia cuando afirma que la frontera mar�tima entre Honduras y Nicaragua no ha sido jur�dicamente delimitada. Es, pues, evidente que no existe ninguna delimitaci�n jur�dica de la frontera en el mar entre la Rep�blica de Nicaragua y Honduras. A pesar de ello, tampoco puede negarse que existe, o al menos exist�a, una l�nea tradicionalmente aceptada, que es la que corresponde al paralelo que pasa por el Cabo de Gracias a Dios". Evidentemente, el Canciller de Honduras de la �poca, claramente nos viene a decir que no existe ninguna delimitaci�n de la frontera en el mar entre Honduras y Nicaragua.

Debo decirles, se�ores embajadores, que la Rep�blica de Nicaragua no viene aqu� a remontarse en la historia. En el siglo pasado, el territorio nacional fue v�ctima de las guerras propias de nuestro pueblo, que hoy es un pasado que no queremos revivir. A principios del presente siglo, tuvimos conflictos con nuestra vecina, la hermana Rep�blica de Honduras. Eso es cosa del pasado. Nicaragua desea la paz, quiere convivir en paz con sus vecinos. Los hechos son m�s elocuentes que las palabras. Nicaragua ha reducido su ej�rcito de 90.000 hombres a la quinta parte. Nicaragua es el �nico pa�s que ha empezado la destrucci�n de las minas antipersonal que se encuentran en los almacenes militares. Nicaragua tiene una vocaci�n de paz, y eso quiero reiterarlo en la forma m�s vehemente.

Perm�tame informarle, se�or Presidente, que, por medio del Tratado aludido, los derechos territoriales de Nicaragua se ven afectados en la siguiente forma:

Colombia pretende reconocer a Honduras que su frontera mar�tima con Nicaragua sale del punto terminal de la frontera terrestre, situado en la desembocadura del r�o Coco, en el paralelo 14� 59� 8", y se extiende hacia el este, a lo largo del mismo, desconociendo los espacios mar�timos ubicados al norte de dicho paralelo, sobre los que Nicaragua hist�ricamente ha ejercido soberan�a. No obstante lo anterior, ambos Estados no tienen sus fronteras mar�timas delimitadas, tal como lo expresaba la nota enviada por el Canciller Paz Barnica al Canciller D�Escoto.

Por su parte, Honduras pretende reconocer a Colombia que su frontera mar�tima con Nicaragua es el meridiano 82, desconociendo los espacios mar�timos que le corresponden de conformidad al derecho internacional, particularmente la plataforma continental de Nicaragua, que es la m�s extensa de Centroam�rica, sobrepasando incluso las 200 millas n�uticas. El meridiano 82 dista apenas 89 millas n�uticas de la Costa Atl�ntica nicarag�ense y m�s de 300 millas de la costa colombiana.

Se�or Presidente, ninguno de los Estados aqu� representados aceptar�a ni reconocer�a tratados sobre delimitaci�n de aguas marinas y submarinas, suscritos por terceros Estados, que lesionen su soberan�a e integridad territorial.

Cuando Nicaragua fue notificada que el d�a martes 30 de noviembre el Poder Legislativo de la hermana Rep�blica de Honduras estar�a ratificando el Tratado, procedi� a realizar acciones encaminadas a persuadir a Honduras de abstenerse de tal conducta, utilizando para ello el di�logo centroamericano con los �rganos del Sistema de Integraci�n Centroamericano, los presidentes y cancilleres de la regi�n, diputados del Parlamento Centroamericano y la Secretar�a General del SICA, entre otros.

Confirmada la decisi�n de la hermana Rep�blica de Honduras de proceder a la aprobaci�n y ratificaci�n del Tratado, nuestro pa�s, con amplia trayectoria integracionista, acudi� de inmediato a hacer uso de los medios pac�ficos que ofrece nuestro Derecho de Integraci�n Regional, solicitando a la Corte Centroamericana de Justicia la adopci�n de medidas cautelares para evitar la ratificaci�n del mismo, fundamentado en que dicha acci�n violenta normas jur�dicas que los Estados del istmo centroamericano han creado y se han comprometido a respetar.

La Corte Centroamericana de Justicia, en resoluci�n del d�a 30 de noviembre del presente a�o, acogi� la solicitud nicarag�ense, ordenando a la hermana Rep�blica de Honduras que "suspenda el procedimiento de ratificaci�n y tr�mites posteriores para la puesta en vigor del Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre las Rep�blicas de Honduras y Colombia".

No obstante, Honduras desacat� la decisi�n de la Corte, a pesar de haber sido notificada con anterioridad a la aprobaci�n del Tratado por su Congreso, atentando as� contra el proceso de integraci�n y el ordenamiento jur�dico regionales, ya que las decisiones de la Corte Centroamericana de Justicia son de obligatorio cumplimiento para los Estados involucrados, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 39 del Estatuto de dicho Tribunal, que me permito leer:

Las resoluciones interlocutorias, laudos y sentencias definitivas que dicte la Corte no admitir�n recurso alguno. Son vinculantes para los Estados o para los �rganos u organismos del Sistema de Integraci�n Centroamericano y para las personas naturales y jur�dicas y se ejecutar�n como si se tratara de cumplir la resoluci�n, laudos o sentencias de un tribunal nacional del respectivo Estado, para lo cual bastar� la certificaci�n extendida por el Secretario General de la Corte. En el caso de incumplimiento de los fallos y resoluciones por parte de un Estado, la Corte lo har� saber a los otros Estados para que, utilizando los medios pertinentes, aseguren su ejecuci�n.

Es pues indudable que del texto le�do debemos concluir que la resoluci�n de la Corte, que no puedo ni debo discutir en este foro, es de obligatorio e ineludible cumplimiento para la hermana Rep�blica de Honduras.

Desde la firma del Tratado, Nicaragua present� a las Rep�blicas de Honduras y Colombia su m�s en�rgica protesta, rechazando el Tratado y desconoci�ndole toda clase de efectos jur�dicos. Esta posici�n fue reiterada en d�as pasados, en ocasi�n de la aprobaci�n y ratificaci�n que hiciera el Estado de Honduras. Nicaragua no es parte de ese instrumento y sus normas no le pueden imponer delimitaci�n de sus espacios mar�timos. Sin embargo, por pretender afectar gravemente sus intereses mar�timos, Nicaragua har� uso de todos los derechos y medios pac�ficos que est�n a su alcance para salvaguardar sus leg�timos intereses.

Desde luego, se�or Presidente, en conformidad con el art�culo 25 de la Carta de la OEA y el art�culo 36 de la Carta de las Naciones Unidas, Nicaragua se propone someter este asunto al conocimiento y decisi�n de la Corte Internacional de Justicia.

Sin perjuicio de lo anterior, Nicaragua plantea ante el ilustrado Consejo Permanente de la Organizaci�n de los Estados Americanos y, si as� lo estima procedente, ante la Reuni�n de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organizaci�n, su preocupaci�n por que el desarrollo de la situaci�n pueda generar circunstancias capaces de poner en riesgo la paz de la regi�n.

Reitero la vocaci�n de paz del Gobierno y del pueblo de Nicaragua.

Efectivamente, Nicaragua ha tomado conocimiento de las informaciones emanadas de la misma hermana Rep�blica de Honduras que indican el desplazamiento hacia la frontera terrestre de 2.000 efectivos militares hondure�os, cantidad desproporcionada con el alegado prop�sito de impedir la tala de bosques en la biosfera de la zona.

Consecuente con su prop�sito de evitar cualquier posibilidad de que se produzcan enfrentamientos armados, el Gobierno de Nicaragua se ha abstenido de reforzar sus dotaciones militares en la regi�n lim�trofe m�s all�, de las cantidades normales para resguardar los puestos aduaneros y la seguridad en el campo.

Sin embargo, la situaci�n mar�tima es m�s compleja. Nicaragua mantiene regularmente patrullas y patrullajes mar�timos para reprimir el narcotr�fico y preservar sus recursos pesqueros. Ello implica que si Honduras pretende iniciar por su parte una presencia naval en la regi�n se pueden producir lamentables incidentes de alcances impredecibles, capaces de comprometer la paz y la estabilidad de la regi�n.

Por lo anterior, el Gobierno de Nicaragua solicita al Honorable Consejo Permanente de la Organizaci�n considerar los antecedentes expuestos y arbitrar las medidas conducentes a preservar la paz en la regi�n. Igualmente, si el Honorable Consejo lo estima procedente, solicita que se convoque la Reuni�n de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, de conformidad con el art�culo 61 y siguientes de la Carta de la Organizaci�n.

No puedo terminar sin referirme a la afirmaci�n hecha por el se�or Ministro de Relaciones Exteriores de la hermana Rep�blica de Honduras, cuando se�ala que el Gobierno de Nicaragua ha adelantado acuerdos de delimitaci�n mar�tima con Jamaica. Debo decirles que el Gobierno de Nicaragua no tiene adelantado ning�n convenio de delimitaci�n mar�tima con la Rep�blica de Jamaica. Muchas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I give the floor once more to the Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Quisiera hacer referencia a una desafortunada publicaci�n emanada de un organismo de publicaci�n de la Organizaci�n de los Estados Americanos, en la cual se dec�a que esta Organizaci�n aprobaba, ve�a con complacencia y daba su aprobaci�n al referido Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia.

El Gobierno de Nicaragua solicita que se conforme una comisi�n para que realice una exhaustiva investigaci�n sobre las circunstancias que facilitaron la publicaci�n de ese comunicado. Con gran satisfacci�n, el se�or Secretario General nos ha dicho que se tomar�n las medidas correctivas que sean necesarias.

Solicito respetuosamente a este Consejo que brinde la cooperaci�n que fuera necesaria para que esas investigaciones lleguen a feliz t�rmino. Me permito recordar que para la Rep�blica de Nicaragua esta desinformaci�n es lesiva para los intereses nacionales.

El PRESIDENTE: Before I give the floor to the distinguished Secretary General, I�d just like to repeat what I said earlier, and I trust that the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua will take it in the spirit in which I spoke it.

The Chair takes responsibility for his congratulations to the republics of Honduras and Colombia. I explained the circumstances, and since these meetings are public, then I suppose that�s how it was reported.

I have explained to the Secretary for Foreign Affairs of Honduras and his delegation that the Chair spoke without knowledge of the interest of Nicaragua. So I assure the distinguished Vice Minister that there was nothing malicious in the expressions of congratulations that I made. This meeting was called, quite appropriately, by both the delegations of Honduras and Nicaragua as a means to correct that situation. I just wanted to make that point very clear again to all involved.

The Chair is not very knowledgeable about this issue and is quite impartial about it, and the Chair hopes that the whole issue will be resolved in a peaceful and satisfactory manner.

I now give the floor to the Secretary General.

El SECRETARIO GENERAL: Gracias, se�or Presidente del Consejo. Quisiera, en primer lugar, referirme a la situaci�n que ha mencionado el se�or Viceministro de Nicaragua, para expresar que desde el viernes pasado, y despu�s de una charla con el se�or Canciller de Nicaragua, la Secretar�a General expidi� un comunicado en el cual, de manera clara y contundente, se�ala que la OEA no se ha pronunciado en ning�n sentido en lo que se refiere al Tratado de Delimitaci�n Mar�tima entre Honduras y Colombia y los eventos que en torno de �l han ocurrido. Con toda claridad hemos se�alado que esa interpretaci�n err�nea surge de un comunicado incorrecto que la OEA ha expedido y que se�ala que el Organismo habr�a respaldado o aprobado lo que actuaron los dos pa�ses.

El Secretario General lamenta la informaci�n equivocada que se ha dado y va a tomar en Informaci�n P�blica las medidas correctivas necesarias. Desde luego, parto de que en Informaci�n P�blica tiene que haber gran profesionalismo y de ninguna manera se puede informar sobre lo que no ocurri�.

No tengo preocupaci�n sobre las declaraciones que hizo el se�or Presidente del Consejo, porque desde luego el comunicado podr�a decir que lo hab�a dicho el Presidente del Consejo, pero los funcionarios de la Organizaci�n saben c�mo se pronuncia la Organizaci�n, y se pronuncia por resoluciones que son aprobadas por el Consejo o por la Asamblea. De tal manera que yo no entiendo c�mo pudo haberse dado una informaci�n equivocada.

Efectivamente, hemos relevado a la persona que ven�a asumiendo las funciones de director del Departamento de Informaci�n P�blica, porque como todos lo saben, la direcci�n no existe en el presupuesto. Fue suspendida por los �rganos pol�ticos de la Organizaci�n. La persona que ven�a desempe�ando el cargo, que es una persona de carrera, ha sido reemplazada por el nuevo Consejero de Relaciones Externas, el doctor Eduardo del Buey.

Tambi�n el funcionario que redact� la noticia es un funcionario de carrera, y por esa raz�n nosotros vamos a proceder de acuerdo a los procedimientos a que estamos obligados por las Normas Generales de la Organizaci�n.

De tal manera que yo quiero decirle a la Delegaci�n de Nicaragua que van a tomarse esas medidas, que va haber una investigaci�n severa, que vamos a indagar hasta d�nde pudo haber una intenci�n deliberada de producir una informaci�n equivocada o si fue sencillamente un problema de criterio equivocado o de decisi�n equivocada. De todas maneras, la Secretar�a considera que este es un caso grave que amerita sanciones y la investigaci�n m�s estricta. Creo que esto es suficiente con relaci�n a este asunto.

Con respecto a la materia que nos ocupa, quiero se�alar que el Secretario General de la Organizaci�n considera que este es un asunto que pone en peligro la paz regional, y que el Consejo Permanente de la Organizaci�n tiene que hacerle un seguimiento supremamente cuidadoso, a diario si fuera necesario, para ver en qu� momento es procedente actuar o tomar una decisi�n de naturaleza colectiva.

La Secretar�a, como ustedes lo vieron por las intervenciones de los dos pa�ses, no se considera autorizada para enviar observadores o tener una presencia permanente. Podr�a, eventualmente, escoger una persona para que realice all� una misi�n de buenos oficios y para que no se vaya a producir un incidente de naturaleza militar, lo cual ser�a francamente desastroso, tanto para Centroam�rica como para todo nuestro hemisferio.

De manera que, s�, cree la Secretar�a que en alg�n momento, no s� si en esta misma sesi�n de hoy, si en una sesi�n por la tarde, si en una sesi�n ma�ana, vamos a tener que examinar cu�les son los mecanismos, cu�les los medios para que la Organizaci�n de los Estados Americanos act�e. No creo, de ninguna manera, que podemos sustraernos a nuestras obligaciones, a nuestras preocupaciones.

Como ya lo hemos visto, como est� en los comunicados, como est� en informaciones de distinta naturaleza que se han venido produciendo en los �ltimos d�as, creo que es nuestra obligaci�n examinar todas las posibles alternativas, todos los medios que est�n a nuestro alcance y que permita nuestra Carta, para actuar en este caso y para evitar que una situaci�n, que ya de suyo es grave y preocupante, pueda tener un deterioro mayor y puedan presentarse incidentes que puedan tener consecuencias dif�ciles de reparar.

Quisiera establecer esto con toda claridad, se�alar que el Secretario General considera que debemos actuar, que tenemos que ayudar a aliviar las tensiones y a encontrar un camino que nos permita evitar incidentes sin que la Secretar�a ni la Organizaci�n se inmiscuya en los temas de fondo. Creo que eso no es lo que se nos reclama ni es competencia nuestra, pero s� debemos hacer todo lo que est� a nuestro alcance para evitar que se vaya a presentar un incidente de naturaleza militar, que como ya he mencionado, ser�a bastante lesivo para los intereses de todos los pa�ses representados en esta Organizaci�n. Gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: The distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras has the floor to speak once again, and hopefully briefly, on this matter.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias, se�or Presidente. He participado exhaustivamente en esta reuni�n. Tendr�a algunas cosas m�s que decir, pero le ruego que me permita el uso de la palabra en un momento posterior en esta reuni�n. Mientras tanto, ser�a conveniente poder escuchar a aquellos otros miembros que quisiesen intervenir en este foro. Gracias.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I give the floor to the distinguished Representative of Mexico.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DE M�XICO: Muchas gracias. Se�or Presidente, mi Delegaci�n desea, en primer lugar, agradecer la informaci�n proporcionada por el Canciller de Honduras, as� como por el Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, sobre una cuesti�n que separa a ambos Gobiernos amigos de M�xico. Consideramos esta sesi�n como una sesi�n de car�cter informativo, hemos escuchado con mucha atenci�n los argumentos que han sido presentados y los haremos del conocimiento de nuestras autoridades para su debida informaci�n y evaluaci�n.

Esperamos, sin embargo, que ambos Gobiernos realicen todos los esfuerzos posibles para resolver esta controversia por medios pac�ficos, de conformidad con los art�culos 24 y 25 de la Carta de la Organizaci�n de los Estados Americanos y de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Hacemos, al mismo tiempo, un llamado para que las partes se abstengan de cualquier medida o acci�n que pudiera vulnerar esta situaci�n de crisis que se presenta en la regi�n centroamericana y en las relaciones bilaterales entre ambos pa�ses.

Coincidimos con el Secretario General en que este Consejo haga honor a su naturaleza de permanente, siendo convocado en su oportunidad, cuando alguna de las partes as� lo juzgue pertinente. Muchas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: I give the floor to the distinguished Representative of Canada.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DEL CANAD�: Thank you, Mr. Chairman, but I did notice that the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua has raised his hand. I don�t know whether he would want to speak ahead of me.

El PRESIDENTE: You have the floor, Mr. Vice Minister, since the Representative of Canada has yielded his position.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Gracias, se�or Presidente, y gracias, se�or Representante de Canad�. �nicamente quer�a solicitarle que, despu�s de escuchar a los representantes de los pa�ses de Am�rica sobre este tema y del se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras, se me permita expresar la opini�n del Gobierno de Nicaragua. Gracias.

El PRESIDENTE: You can be assured that you will have the opportunity, Mr. Vice Minister. I now give the floor back to the distinguished Representative of Canada.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DEL CANAD�: Thank you very much, Mr. Chairman.

My delegation has listened carefully to the interventions of the distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras and the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua. The Canadian Government is very aware of the current situation between Honduras and Nicaragua, and we are closely monitoring developments on the ground on the isthmus.

In particular, Canada is concerned over the tensions that have obviously arisen. We have for years encouraged the peace process in Central America; we have worked closely with all parties in this regard, as well as in the groundbreaking demining efforts that continue to advance steadily. We would not wish to see the substantial progress made in that region undone in any way. Canada is calling on all parties to exercise restraint and to continue talking to one another.

We have taken careful note of the expressions of the Secretary General regarding what this Permanent Council can do, and I agree entirely with my distinguished colleague from Mexico that we should continue to monitor and discuss the politics of this situation. The Charter and the Pact of Bogot� refer to good offices that this organization can undertake, if so requested by parties.

Mr. Chairman, Central America has made great strides toward regional integration in recent years. We sincerely hope that this movement will continue. Constructive and peaceful settlement of disputes is the key to progress, not only in Central America, but in our entire hemisphere.

Thank you.

El PRESIDENTE: I thank you, Ambassador, and I now give the floor to the distinguished Representative of the United States.

El REPRESENTANTE ALTERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS: Thank you very much, Mr. Chairman.

My delegation greatly appreciates the information provided today by Secretary for Foreign Affairs Flores Berm�dez and Vice Minister for Foreign Affairs Arg�ello on this very delicate situation. The information they provided has been very helpful to us in understanding this problem between two brother republics.

My government, of course, has been following the problem in Central America very closely. We�re very pleased to hear today from both parties of their intent to seek a peaceful solution to this problem.

This dispute, occurring while Central America is recovering from the effects of Hurricane Mitch, comes at a particularly unfortunate time. The international community, including my own government, has been heavily engaged in assisting both Honduras and Nicaragua in the recovery effort. Unless quickly resolved, a dispute of this nature can only delay recovery and divert attention and resources from the vitally important work of rebuilding infrastructure and getting people�s lives back to normal.

The United States urges a permanent peaceful solution to this dispute, which has long troubled the relations between two otherwise friendly member states of the Organization of American States. We encourage Honduras and Nicaragua to maintain dialogue bilaterally with assistance from their neighbors or any international body acceptable to both parties, as this may help to lessen tensions and arrive at a solution. We strongly encourage both governments to cease all military movements that may be interpreted as threatening by the other side. We also urge both governments to refrain from inflammatory rhetoric. Contentious public statements may inflame the people of both countries and reduce the two governments� maneuvering for a peaceful solution.

Mr. Chairman, if both parties are agreeable, my government could also support some form of OAS presence to help facilitate a solution to this problem.

Thank you, Mr. Chairman.

El PRESIDENTE: I thank the distinguished Representative of the United States, and I appreciate very much the offer to assist�I presume you mean�in the funding of an OAS presence in that region, should the Secretary General and the OAS think it feasible.

I now give the floor to the distinguished Representative of Argentina.

El REPRESENTANTE INTERINO DE LA ARGENTINA: Muchas gracias, se�or Presidente. Por su intermedio, perm�tame extender el agradecimiento de la Delegaci�n argentina a los dign�simos Representantes de Honduras y Nicaragua por la valiosa informaci�n que han tenido a bien brindar a este Consejo en la ma�ana de hoy sobre esta cuesti�n.

Estamos convencidos de que, tal como lo expresaron el se�or Canciller de Honduras y el se�or Vicecanciller de Nicaragua, los Gobiernos de ambos pa�ses resolver�n esta controversia por los medios pac�ficos a su alcance, de conformidad con la Carta de la Organizaci�n y con el derecho internacional, especialmente en momentos en que otras prioridades acuciantes que afectan a todos los pa�ses de nuestro hemisferio, y en particular a algunos pa�ses de Centroam�rica, requieren la atenci�n y los recursos a la disposici�n de esos Gobiernos.

En la l�nea de lo expresado por el Secretario General, estamos a la disposici�n de ambas Delegaciones para darle a la Organizaci�n y a este Consejo, en el caso de que as� fuera, el grado de participaci�n que de conformidad con las normas ambos Gobiernos juzguen oportuno que podamos brindar. Much�simas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much. Before the representatives of Nicaragua and Honduras speak again, I offer the floor to any other delegations to take this opportunity to make their contribution. The distinguished Representative of Antigua and Barbuda has the floor.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DE ANTIGUA Y BARBUDA: I thank you very kindly, Mr. Chairman.

We thank both the Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua and the Secretary for Foreign Affairs of Honduras for their remarks this morning and for informing the Council of a potentially very dangerous situation that has developed between both countries.

As you know, Mr. Chairman, my own country is an archaepelagic state comprised of three large islands and is neighbor to several other islands within the Caribbean whose metropolitan states have not yet worked out baseline agreements with Antigua and Barbuda. We have, on a number of occasions, begun negotiations with France and the United Kingdom, with the expectation that we can settle this question of the Exclusive Economic Zone (EEZ) between Antigua and Barbuda and the United Kingdom and Antigua and Barbuda and France. That has not yet come to fruition. It is of great importance to us.

We understand the difficulties that neighboring Central American countries would experience among themselves on a matter as important as this. We share their concerns, and we are hopeful that this matter can be resolved peacefully, much as Antigua and Barbuda has with great effort attempted to resolve peacefully its difficulties with its neighbors.

Mind you, there have been some reports of violence between fishermen from Antigua and Barbuda and neighboring Guadeloupe. On a number of occasions, we have made peace with our friends from Guadeloupe, Montserrat, and Saint Kitts and Nevis, especially when there is evidence that there might be mineral wealth beneath our seas. This is always a concern to those of us whose territorial seas extend to contiguous zones of other neighbors.

And so we take great concern with this matter between Nicaragua and Honduras, and we�re hopeful that it will be resolved peacefully. We are thankful to those member states with the wherewithal to provide the kinds of assistance that will ensure that these states will attempt to settle their problem peacefully, as the Charter compels.

Thank you very much, Mr. Chairman.

El PRESIDENTE: Thank you very much, Mr. Ambassador.

I now give the floor to the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Perdone, se�or Presidente, yo no he solicitado la palabra. Lo har� luego que el se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras nos haga conocer sus punto de vista.

El PRESIDENTE: The distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras has the floor.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias, se�or Presidente, no tengo ning�n problema en hacer uso de la palabra en este momento.

Quisiera ante todo dar la bienvenida a lo que hemos escuchado aqu�, en esta mesa, por parte del distinguido Representante de la Rep�blica de Nicaragua, quien en nombre de su Gobierno ha expresado que es el inter�s del Gobierno de Nicaragua ahora ventilar, ante la Corte Internacional de Justicia, las diferencias que tiene con algunos Estados en cuanto a los espacios mar�timos en el mar Caribe.

Nos parece que esa es la actitud apropiada en las circunstancias actuales. Nos parece que este cambio de actitud por parte de Nicaragua viene a favorecer una distensi�n que en estos momentos tanto necesita la regi�n centroamericana.

Claro, necesitamos que este ofrecimiento, que esta actitud que ha sido expresada en el seno de este Consejo Permanente hoy, vaya acompa�ada por las medidas que lo avalan. Una actitud de esa naturaleza, de ventilar sus diferencias ante la Corte Internacional de Justicia con los Estados con los cuales las tiene, debe ir avalada, a su vez, por aquellas medidas que confirmen que esa es una actitud verdadera y as� esperamos que sea.

Me refiero, entonces, a que el Gobierno de Nicaragua suspenda las medidas ilegales que ha impuesto en el marco del proceso de integraci�n econ�mica centroamericana: que no tase los productos de Honduras con medidas unilaterales que escapan a la legislaci�n, a las leyes, a las normas del proceso de integraci�n; que permita el sobrevuelo de las aeronaves comerciales de Honduras sobre su territorio; que reabra el tr�fico de veh�culos con placas de Honduras por su territorio, libre de costas ilegales; que act�e, como ha actuado Honduras, sin introducir elementos que puedan distorsionar una situaci�n que est� alejada de la tem�tica de la integraci�n, que tiene una vinculaci�n exclusiva en el marco del derecho internacional y que pueda, por lo tanto, resolverse acudiendo Nicaragua a la Corte Internacional de Justicia, como bien lo acaba de anunciar.

Igualmente, se�or Presidente y se�ores Delegados, es importante, como una muestra de confianza de que en efecto esta es una se�al de lo que va a ser realizado por el Gobierno de Nicaragua, que se modere el lenguaje. Es necesario que la prudencia prevalezca en la manera en que el Gobierno se expresa al abordar este tema. Estamos seguros de que con medidas como las que acabo de se�alar y conduciendo sus asuntos en el marco del derecho internacional, Centroam�rica toda se va a fortalecer. Estamos seguros de que, con una actitud como esta, el �nico ganador va a ser el propio pueblo de Centroam�rica.

Quisiera referirme, ya que fue objeto de referencia en el marco de esta reuni�n, sobre un desplazamiento de efectivos militares de Honduras hacia la zona fronteriza de Nicaragua. Quisiera reiterar en este momento la absoluta falsedad de esa informaci�n. Honduras se conduce dentro del plano del derecho internacional, haciendo valer sus derechos en la plena aplicaci�n del Derecho de los Tratados a trav�s de negociaciones directas, habiendo abierto un di�logo con la hermana Rep�blica de Nicaragua para que podamos resolver diferencias. Por muchos, muchos a�os estuvimos a la disposici�n para un di�logo y seguimos est�ndolo.

Quisiera tambi�n mencionar que, en efecto, como bien lo dijo el se�or Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, la delimitaci�n mar�tima o, mejor dicho, los espacios mar�timos entre Honduras y Nicaragua no est�n delimitados por tratado, aunque lo est�n por la costumbre internacional, por la conducta reiterada de ambos Estados, por las concesiones petrol�feras, por los derechos hist�ricos de pesca, por el patrullaje naval, es decir, lo est�n porque hist�rica y geogr�ficamente as� ha sido determinado. En base a esos derechos es que Honduras va a continuar, entonces, haciendo uso de los derechos que le competen en esos espacios mar�timos.

Se�or Presidente, quisiera concluir esta intervenci�n dando una anticipada bienvenida a la actitud que Nicaragua ha expresado aqu� en este d�a, esperando que las palabras que se han vertido sean acompa�adas por los hechos que as� las confirmen y a los que me he referido. Muchas gracias.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I now give the floor to the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Se�or Presidente, se�ores Embajadores, es para m� una profunda satisfacci�n escuchar al se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras referirse a mi pueblo como su pueblo hermano.

Agradezco al se�or Canciller sus expresiones de hermandad con Nicaragua. Tenemos un pasado com�n. Tenemos un presente y tenemos un futuro que debemos compartir trabajando juntos contra el �nico enemigo com�n que tienen nuestros pueblos: el desarrollo y la pobreza. Le agradezco al se�or Canciller que nos ha venido a recordar con sus propias palabras que somos pueblos hermanos unidos en un destino com�n.

En una nota enviada al se�or Secretario General el 2 de diciembre de este a�o, la Secretar�a de Relaciones Exteriores de la hermana Rep�blica de Honduras solicita "una decisi�n tendiente al env�o de una misi�n de observadores a la frontera de mi pa�s con la hermana Rep�blica de Nicaragua".

Es una solicitud bien clara hecha por el honorable se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras. Me gustar�a saber si esa sigue siendo la tesis que sostiene la hermana Rep�blica de Honduras o si ha modificado esa solicitud de observadores en las zonas en conflicto. Gracias.

El PRESIDENTE: The distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras has the floor.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias, se�or Presidente. Quisiera expresar que en base a las opiniones vertidas por el se�or Secretario General, don C�sar Gaviria, y por el se�or Representante de los Estados Unidos en el curso de las conversaciones que se han tenido aqu�, en esta mesa, nos parece muy atinado tener la posibilidad de poder contar, a la menor advertencia, con la mayor rapidez posible, al llamado m�s urgente que pudiese hacer mi pa�s, con un desplazamiento inmediato de observadores a la zona que delimita Honduras y Nicaragua en nuestro territorio.

Expreso esto sobre la base de los elementos de confianza que debemos ir nutriendo ambos pa�ses, elementos de confianza que �ltimamente, debido a algunas expresiones que se han vertido en los �ltimos d�as, es necesario restablecer.

Considero que para el Gobierno de Honduras ser�a muy importante contar con una capacidad de respuesta por parte de esta Organizaci�n, para que esta confianza que estamos procurando reconstruir a ra�z de lo ya expuesto aqu�, ante el prestigio que tiene el Consejo Permanente de la Organizaci�n de los Estados Americanos, pueda llegar a una r�pida normalizaci�n de las relaciones entre Honduras y Nicaragua.

Quisiera ahora contestar la pregunta del se�or Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua con optimismo. Somos optimistas en cuanto a que la paz y la tranquilidad se afianzar�n, pero tambi�n, debido a lo que expres� en mi presentaci�n inicial, considero, s�, muy prudente que, como una medida de confianza adicional, la Organizaci�n estuviese dispuesta a hacer una gesti�n en alg�n momento, si las circunstancias as� lo exigieran, de acuerdo a los t�rminos del propio se�or Secretario General de la Organizaci�n y del Representante de los Estados Unidos.

Con esto no quiero quitarle ning�n m�rito a lo que ha mencionado el se�or Viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua. Son palabras que nos llenan de aliento; son palabras que sabemos que, proviniendo de �l, son absolutamente sinceras, y nosotros esperar�amos ver los resultados de esas gestiones a trav�s de los hechos, en los t�rminos en que lo mencion� en mi intervenci�n anterior. Muchas gracias.

El PRESIDENTE: The Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua has the floor again.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Gracias, se�or Presidente. Por lo expresado por el se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras, debo entender que est� retirando su solicitud para que se env�e �y cito textualmente� "una misi�n de observadores a la frontera de mi pa�s con la hermana Rep�blica de Nicaragua".

Quiero advertir que la presencia de observadores en la regi�n tendr�a definitivamente el efecto de darnos confianza, de evitar cualquier enfrentamiento armado en la zona, sobre todo en la zona mar�tima, como lo expres� anteriormente. Cualquier incidente de tipo b�lico que se suscite en las fronteras terrestres o en la zona mar�tima en discusi�n traer� consecuencias que debemos evitar. Si la hermana Rep�blica de Honduras considera que es apropiado retirar su solicitud hecha anteriormente de una misi�n de observadores, la posici�n del Gobierno de Nicaragua es �nicamente se�alar a este Consejo la necesidad que tenemos de evitar un conflicto fronterizo.

Quisiera que las medidas que se acordaran tuvieran el consenso de la hermana Rep�blica de Honduras. Sin embargo, quisiera reiterar que cualquier conflicto o incidente de tipo militar que suceda en las aguas o en tierra firme tendr�a consecuencias que todos lamentar�amos, en especial el pueblo nicarag�ense que, reitero, desea la paz con su hermana Rep�blica de Honduras. Con esto s�lo deseamos poder transmitir a ustedes nuestra preocupaci�n de que ocurra en ese lugar un incidente fronterizo.

Quiero mencionar brevemente la solicitud que ha hecho el se�or Canciller para que Nicaragua considere las acciones econ�micas que est� tomando y que se encuentran en conocimiento de la Honorable Asamblea Nacional de la Rep�blica de Nicaragua.

Ya que el se�or Canciller nos ha hablado del esp�ritu centroamericanista, evoco hoy el esp�ritu de Moraz�n para que nos lleve a un entendimiento justo, pero a un entendimiento sobre todo pac�fico.

El Gobierno de Honduras tiene la palabra. Hay una sentencia, y no voy a analizar si tiene o no la raz�n, una sentencia que es de ineludible cumplimiento en un tribunal aceptado por la hermana Rep�blica de Honduras para tratar de evitar da�os al sistema de integraci�n. Ese tribunal ha dictado una resoluci�n que el Gobierno de la Rep�blica de Honduras se niega a acatar y reitera su negativa.

Hago una �ltima exhortaci�n para que el Gobierno de Honduras, en aras de esa integraci�n so�ada por Moraz�n, desista de su actitud y cumpla con lo que le ordena la resoluci�n interlocutoria dictada por la Corte Centroamericana de Justicia. Su no cumplimiento a lo ordenado por un �rgano de integraci�n pone en grav�simo peligro la integraci�n misma. Gracias.

El PRESIDENTE: Thank you very much. I give the floor to the distinguished Representative of Ecuador.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DEL ECUADOR: Gracias, se�or Presidente. El se�or Canciller de la Rep�blica de Honduras y el se�or Vicecanciller de Nicaragua, en sus diversas intervenciones en la ma�ana y tarde de hoy, han informado al Consejo Permanente de la Organizaci�n de lo delicado de la situaci�n que se vive en ese diferendo. El Consejo Permanente, se�or Presidente, debe asumir con absoluta responsabilidad este cometido y la Misi�n del Ecuador considera, que tal vez lo m�s conveniente es de que nos declaremos en sesi�n permanente, para ir evaluando el desenvolvimiento de las circunstancias existentes frente a la informaci�n dada.

Considero que, como se ha advertido ac�, es necesario que la OEA est� informada y haga un seguimiento de las circunstancias del momento.

Creo por lo tanto, se�or Presidente, que si nos declaramos en sesi�n permanente, podemos hacer igualmente un receso a efecto de que las misiones podamos comunicarnos con nuestras canciller�as y a las cuatro de la tarde, si usted lo considera conveniente, as� como los se�ores embajadores, podr�amos reinstalarnos a efectos de tener ya una posici�n clara, definida al respecto.

La Misi�n del Ecuador no hace m�s que invocar los elementos de paz y de solidaridad que han sido la tradici�n hist�rica de los pueblos de Nicaragua y Honduras. Sin embargo, consideramos que este Consejo Permanente est� en la ineludible responsabilidad de asumir, como lo ha hecho en el pasado, sus responsabilidades frente a estas circunstancias e ir analizando de manera permanente esta situaci�n. Gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: I thank you very much for that suggestion. I recognize the Secretary for Foreign Affairs of Honduras.

El SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE RELACIONES EXTERIORES DE HONDURAS: Muchas gracias, se�or Presidente. Agradezco la intervenci�n del se�or Embajador Representante del Ecuador.

Sobre lo que acaba de mencionar el se�or Viceministro de Relaciones Exteriores hace un rato en cuanto a la Corte Centroamericana de Justicia, he sido bastante exhaustivo en mi presentaci�n. La posici�n de Honduras ya la conocen y est� recogida en la intervenci�n que hice.

Quisiera dar la bienvenida a la iniciativa del se�or Representante Permanente del Ecuador, en cuanto a la posibilidad de que esta se convierta en una sesi�n permanente. As� las cosas, para el Gobierno de Honduras ser�a importante, entonces, que nuestra solicitud de contar con la presencia de observadores en Honduras, en la l�nea fronteriza, se mantenga. Quedar�a a criterio de este Consejo si este env�o es necesario o no, sobre la base de la evoluci�n de los acontecimientos por parte de Nicaragua en cuanto a las medidas comerciales, al tr�fico de veh�culos, a las diferentes instancias que mencion�. Esto s� constituir�a una muestra de buena voluntad y s� reflejar�a que, en efecto, se tiene el deseo de acudir a las instancias internacionales, a la Corte Internacional de Justicia, como �l lo mencion�, a fin de presentar ante esa instancia su caso, presentar sus diferencias con los otros Estados que considera que lesionan sus intereses. Gracias.

El PRESIDENTE: The distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua has the floor.

El VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NICARAGUA: Se�or Presidente, comparto lo expresado por el se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras en cuanto a que la presencia de observadores en la regi�n ser�a positiva para dar una distensi�n y para preservar la paz. Sin embargo, el Gobierno de Nicaragua solicita la presencia de observadores no solamente en la frontera terrestre, sino y principalmente, ineludiblemente, dir�a yo, en la zona mar�tima en disputa. Es decir, evitar un enfrentamiento entre naves nicarag�enses y hondure�as en la zona mar�tima, que es el mayor riesgo de confrontaci�n que existe.

De tal manera que nos adherimos totalmente a la petici�n que hace el se�or Canciller de la hermana Rep�blica de Honduras en cuanto a que, en las partes donde pueden surgir conflictos, que es la parte mar�tima, se env�en tambi�n observadores para salvaguardar la paz en la regi�n.

Debo decirles que no tenemos en la frontera terrestre ninguna diferencia con la hermana Rep�blica de Honduras; nuestra diferencia est� en el mar y es ah�, en esa zona disputada donde pedimos observadores de la manera m�s vehemente. Gracias.

El PRESIDENTE: I give the floor to the Secretary General.

El SECRETARIO GENERAL: Gracias, se�or Presidente. Veo que hay alg�n punto de acuerdo entre los dos pa�ses que tienen esta desavenencia. Quisiera se�alar, un poco para efectos de claridad y de la necesidad de una ulterior discusi�n, que la decisi�n de enviar observadores con ese car�cter, solicitud hecha en una carta dirigida al Secretario General por la Canciller�a de Honduras y apoyada por la Delegaci�n de Nicaragua, implica una decisi�n o de este Consejo o de una reuni�n de Ministros de Relaciones Exteriores.

La Secretar�a siente que este es un asunto que va m�s all� de su competencia, como quiera que se trata de observadores que de alguna manera tienen que evitar que se vaya a presentar un incidente de car�cter militar. La Secretar�a, aun para el env�o de observadores de naturaleza puramente civil, que ser�a lo que podr�a hacer la Secretar�a, obviamente quisiera o�r la opini�n de los pa�ses, y me parece a�n mejor que los pa�ses tomaran una posici�n y respaldaran una decisi�n de esa naturaleza.

Podr�a la Secretar�a �y para eso, desde luego, lo que fundamentalmente requerir�a es el acuerdo de los dos pa�ses� enviar una especie de mediador, una persona que sobre el terreno ayude a estimular alg�n tipo de acuerdo que ayudara a evitar un incidente de naturaleza militar. Me parece relativamente dif�cil en este momento enviar una misi�n de observadores con la funci�n que han expresado tanto el Canciller como el Vicecanciller, sin un mandato claro y sin saber qu� es lo que estar�a tratando de hacer.

Creo que en la parte terrestre podr�a llegar a ser claro que alguien �y no s� exactamente si ser�a la Organizaci�n� puede enviar unas personas a verificar o a tratar de evitar que se presente un desenlace como el que hemos mencionado. En la parte mar�tima, desde luego, eso ser�a much�simo m�s dif�cil, porque all� est� la materia de controversia. S�lo si los Estados aceptan alg�n tipo de auto restricci�n y as� la comunican, podr�a un grupo de pa�ses o la Organizaci�n examinar la posibilidad de tener all� esos observadores.

Creo que el tema amerita m�s trabajo por parte de este Consejo. Amerita seguramente que las delegaciones obtengan instrucciones de sus Canciller�as para examinar este asunto con mucho m�s detenimiento. Quisiera dejar claro que la Secretar�a no est� en capacidad de atender esa solicitud en este momento, sin escuchar a los pa�ses, sin conocer exactamente la naturaleza de la misi�n de observaci�n que enviar�amos all� y cu�l ser�a la funci�n espec�fica que cumplir�a.

Si los pa�ses, tanto Nicaragua como Honduras, consideran apropiado que avancemos en este examen, yo sugerir�a que el Presidente del Consejo, haciendo las consultas que crea procedente realizar, cite una nueva reuni�n del Consejo para examinar estas materias con la oportunidad que lo considere. Gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much, Mr. Secretary General. The Chair now feels that we have come to a point where we have to agree on the next step.

Before I do this, let me thank, on behalf of all members here, both the distinguished Secretary for Foreign Affairs of Honduras and the distinguished Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua for coming here this morning to explain to us their perspectives on this very delicate matter. I would not like to think that it is a dangerous matter, so I prefer to think of it as a delicate matter.

I think that this step by both countries confirms the growing importance of the Organization of American States. Members have heard me remark on many occasions that the democratization of this hemisphere in recent years has enhanced the potential of the Organization in the region, because it is much more conventional among democratic states than among non-democratic states to solve their problems in a peaceful manner. As a matter of fact, it is frequently remarked that the governments of democratic countries seldom go to war against each other.

The Secretary for Foreign Affairs of Honduras requested the presence of the OAS in the area and perhaps an eventual meeting of ministers. The Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua requested a meeting of ministers and an investigation of the communiqu�. The Secretary General commented quite exhaustively in an earlier intervention, and I hope to the satisfaction of the Vice Minister of Foreign Affairs of Nicaragua, on the matter of the communiqu�. I hope that we can now put that behind us.

The members of the Council do not appear to feel confident that they can address this matter immediately. As the Secretary General suggested, most of them will need some kind of contact with their capitals. At this late time of the day, it is unlikely that they will get a response regarding resumption of these discussions later in the evening. I would therefore recommend that we meet again on this matter tomorrow at 9:00 a.m. I think it is appropriate that we treat the matter as urgent, and that is why I recommend that we call another meeting tomorrow morning to discuss it further.

In the meantime, the Chair will consult with the Secretary General on issues such as a presence of the OAS in the area, a possible meeting of ministers, a possible dispatch of a mediator, the logistics of observation, and so on. In that way, we can come back tomorrow in a position to respond to your suggestions/wishes and have an intelligent discussion.

I wish that these two republics that call each other brother and sister will take note of the very friendly and wise advice of those countries that have spoken and the deep concern of this body over this matter. It would be a matter of grave distress to us all if this dispute were to become violent. And so, this Council urges both parties to practice the maximum restraint.

I recognize the distinguished Representative of Mexico.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DE M�XICO: Muchas gracias, se�or Presidente. Escuch� con inter�s su intervenci�n, pero creo que no debemos quemar etapas. Creo que empezar a hablar de misiones de observadores y consultas con el Secretario General es un poco prematuro. Creo que aqu� debemos distinguir muy bien qu� es lo que estamos discutiendo.

Por un lado, hay una controversia de fondo entre Nicaragua y Honduras. �Va a hacer algo el Consejo a ese respecto? Tiene algunas propuestas que debe examinar. Este es un tema, es el tema de fondo. Un segundo tema tiene que ver, como yo lo entiendo, con prevenir lo que ser�a una escalada o un deterioro mayor en la relaci�n bilateral. Aqu� mi Delegaci�n ha escuchado con sumo inter�s los pronunciamientos, tanto del Canciller de Honduras como del Viceministro de Nicaragua, en el sentido de su compromiso con la paz y de realizar todas las medidas que ellos consideren necesarias para ese fin.

Debemos ser claros en cuanto a qu� es lo que estamos discutiendo y qu� es lo que nos proponemos hacer. Un primer elemento de claridad ser�a ver con toda certeza cu�l es la solicitud que nos est�n formulando los Gobiernos de Honduras y Nicaragua. Honduras ha hecho menci�n de una solicitud fechada el 2 de diciembre, que creo que tiene un objetivo un poco distinto en cuanto a su alcance de lo que plantea Nicaragua. Creo que en la medida en que las partes puedan ir precisando cu�l es su solicitud, nosotros estar�amos en mejores condiciones de responder.

A juicio por lo menos de mi Delegaci�n, tenemos que tener muy en claro, se�or Presidente, que el Consejo no puede dirimir una controversia de orden jur�dico ni emitir opini�n sobre un pronunciamiento como el que tuvo la Corte Centroamericana. Para eso existen instancias jurisdiccionales a nivel regional.

No creo que sea ah� donde podamos nosotros resolver algo. Creo que podemos ser �tiles en la medida en que las partes, como lo dec�a el Secretario General, definan un objetivo preciso, un mandato muy claro, para que se pueda actuar. Gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: The Secretary General has the floor.

El SECRETARIO GENERAL: Gracias, se�or Presidente. El se�or Embajador de M�xico acaba de introducir la claridad que conviene en esta oportunidad. Creo que est� fuera de todo orden considerar que la OEA pueda mediar o intervenir o pronunciarse sobre los temas de fondo. Esa no es la materia de la Organizaci�n ni del Consejo y eso lo damos por descartado.

Lo que s� puede hacer la Organizaci�n �y frente a las circunstancias que se nos han presentado debe hacer la Organizaci�n� es intervenir para evitar que se llegue a presentar un incidente de naturaleza militar. Es decir, actuar de la manera como lo consideren los pa�ses, a trav�s del Consejo o a trav�s de los Ministros, e intervenir para evitar que una situaci�n como esa llegue a presentarse.

Estoy de acuerdo tambi�n con el Embajador de M�xico que ser�a muy conveniente que antes de la reuni�n del Consejo de ma�ana, las dos Delegaciones nos informen exactamente c�mo ven ellos el problema, c�mo consideran que la Organizaci�n puede ser �til y bajo qu� modalidades.

Al Secretario General, por lo menos, le gustar�a saber eso y tener alg�n tipo de respuesta, de propuesta o de sugerencia antes de hacer ma�ana la reuni�n del Consejo. Le gustar�a tener esta tarde una reuni�n, tal vez por separado, yo no dir�a una reuni�n conjunta con las dos Delegaciones, y empezar a mirar cu�l puede ser una actuaci�n de la Organizaci�n que pueda ser �til en esta circunstancia y ver si podemos traer ma�ana al Consejo alg�n tipo de propuesta sobre la cual los pa�ses puedan trabajar mejor y hacer las consultas del caso.

Creo que tiene raz�n el se�or Embajador de M�xico en que en este momento no hay mucho que consultar, o sea, con la informaci�n que tenemos es muy dif�cil pedir instrucciones a las Canciller�as, porque no es claro qu� es lo que nos est�n pidiendo los dos pa�ses. Me imagino que todas las delegaciones van a informar a sus Canciller�as sobre este tema, pero todav�a no podemos presentar una situaci�n que sea clara y que permita a las Canciller�as dar instrucciones.

Ser�a muy �til para la Secretar�a que en el curso de esta tarde podamos avanzar en mirar cu�l puede ser una intervenci�n de la Organizaci�n que sea �til en esta circunstancia y traer una presentaci�n m�s clara para el d�a de ma�ana, traer opciones, exponer el problema con m�s claridad, de tal manera que las misiones puedan transmitir un cuadro mucho m�s claro sobre el papel que puede desempe�ar la Organizaci�n en esta situaci�n.

Quisiera reiterar que le gustar�a al Secretario General tener esta tarde alg�n tipo de charla, de intercambio de ideas y de precisiones, para ver si podemos traer al Consejo una presentaci�n m�s clara ma�ana sobre lo que los pa�ses consideran que debe ser el papel de la Organizaci�n en esta circunstancia. De esta manera tendr�amos el d�a de ma�ana una propuesta o algunas opciones de lo que puede hacer la Organizaci�n en medio de la situaci�n que se nos ha creado. Gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: Thank you very much, Mr. Secretary General.

I think that the Secretary General has answered the concerns of the distinguished Ambassador of Mexico. We need a little more time before we can get a clear hold on this. I support the suggestion of the Secretary General that he hold discussions with both parties�either separately or as he sees fit�and with the Chair, of course. Then we can resume tomorrow at 9:00 a.m.

I recognize the distinguished Representative of the Dominican Republic.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA REP�BLICA DOMINICANA: Muchas gracias, se�or Presidente. Es simplemente para informarle e informar a las dem�s delegaciones que la Comisi�n de Seguridad Hemisf�rica tiene planeada una reuni�n ma�ana para examinar una serie de asuntos.

Bajo ning�n concepto, por supuesto, yo, como Presidente de la Comisi�n Hemisf�rica, voy a poner una reuni�n normal de la Comisi�n por encima de un tema tan prioritario como �ste. Sin embargo, se trata de una reuni�n a la que vendr�n incluso personas de fuera de la ciudad a hacer exposiciones sobre, entre otros temas, precisamente el referente a Centroam�rica y el desminado.

En la medida de las posibilidades, se�or Presidente, quisi�ramos poder coordinar con usted los horarios, de modo que la reuni�n de la Comisi�n de Seguridad Hemisf�rica no se pierda y que tampoco se sacrifique la prioridad de este tema, la urgencia del mismo. Quisiera, entonces, fijar con usted los horarios de las reuniones de modo que ambas puedan llevarse a cabo. Muchas gracias, se�or Presidente.

El PRESIDENTE: I certainly will discuss it with you.

The Secretary General has the floor.

El SECRETARIO GENERAL: Si la reuni�n del Consejo se hace un poco m�s tarde, �podr�an ustedes evacuar parte de su agenda? Hacerla, digamos a las once en vez de las nueve.

El PRESIDENTE: The Representative of the Dominican Republic has the floor.

El REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA REP�BLICA DOMINICANA: Nuestra reuni�n est� convocada para las diez de la ma�ana, hora en que podr�amos comenzar a sesionar y cubrir por lo menos un tema, que es el que est� m�s preparado. Levantar�amos entonces la sesi�n para dar paso a la del Consejo Permanente, as� el Consejo empezar�a un poco m�s tarde, lo cual incluso dar�a m�s de tiempo a las delegaciones para continuar con el proceso de consultas, tanto aqu�, como con nuestras capitales. Muchas gracias.

El PRESIDENTE: I recommend that you meet later, because I think that this is a more important issue. So I would wish the Council to meet at 9:00 a.m., and I trust that since we�re more knowledgeable and we have had all these long speeches this morning, we won�t be as effusive tomorrow. Thank you very much.

This meeting is adjourned.


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