Acerca de la Secretaría de Cumbres de las Américas
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La Secretaría de Cumbres de las Américas forma parte de los mecanismos institucionales del proceso de Cumbres de las Américas, y realiza tareas de apoyo en la planeación, implementación, difusión y seguimiento de los mandatos.
El papel de la OEA en el Proceso de Cumbres se ha venido transformando a lo largo de los últimos 10 años. En la Primera Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Miami en 1994, diversas organizaciones internacionales contribuyeron con documentos y sugerencias que fueron consideradas por los organizadores y participantes de la Cumbre. En el caso de la OEA, el Consejo Permanente junto con el Secretario General, prepararon un documento que delineaba las posibles contribuciones de la OEA a la Cumbre de las Américas. El Secretario General, César Gaviria, asistió a la Cumbre y habló sobre la importancia de este evento para las relaciones interamericanas y para la construcción de la confianza entre los países, y las instituciones del Sistema Interamericano.
Este fue el punto de partida del proceso de Cumbres que fue institucionalizado en el marco de las relaciones hemisféricas y que busca acumular experiencias, forjar un lenguaje común y acordar mandatos para la acción colectiva en temas de interés regional.
Posteriormente, la OEA tuvo un rol esencial en la preparación y celebración de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible que se realizó en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia en 1996. Las principales negociaciones de la Declaración y el Plan de Acción de la Cumbre se realizaron en la sede de la OEA, con el apoyo de este organismo como secretaría técnica. Allí, se encomendó a la OEA a realizar importantes tareas en el seguimiento de los mandatos.
La OEA participó de forma activa en el trabajo preparatorio de la Segunda Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Santiago, Chile en 1998, brindando ayuda técnica y organizando reuniones preparatorias en distintas áreas como educación, ciencia y tecnología, participación pública, y drogas, entre otras. El Plan de Acción de la Cumbre de Santiago encomendó a la OEA la implementación de gran parte de los mandatos, y en particular, le asignó la responsabilidad de mantener “la memoria institucional del Proceso de Cumbres y de proveer apoyo técnico al Grupo de Revisión de la Implementación de las Cumbres (GRIC)".
Como resultado de este mandato el Secretario General creó, en julio de 1998, la Oficina de Seguimiento de Cumbres de la OEA (OSFU), establecida como memoria institucional y secretaría del Proceso de Cumbres, seguimiento a la implementación de los mandatos y respaldo al GRIC y a la Presidencia del mismo.
La Tercera Cumbre de las Américas que tuvo lugar en la ciudad de Québec, Canadá en el 2001, reconoció la función central que la OEA cumple en apoyo del Proceso de Cumbres, y la importante labor de la Comisión Especial de Gestión de Cumbres Interamericanas (CEGCI) de coordinar los esfuerzos de la OEA en esta materia y como foro para que la sociedad civil contribuya al proceso de Cumbres de las Américas.
En preparación para Québec, la Oficina de Seguimiento de Cumbres, se encargó del manejo de los documentos de negociación en el sitio Web, y organizó las reuniones de negociación junto con el gobierno de Canadá. En esta oportunidad, los Jefes de Estado y de Gobierno designaron a la Oficina de Seguimiento de Cumbres, como la Secretaría del Proceso de Cumbres, encomendaron a la OEA la implementación de varios de los mandatos en distintas áreas y le encargaron coordinar el trabajo de los organismos internacionales con relación a dichos mandatos.
Para formalizar los compromisos adquiridos en Québec, el Secretario General de la OEA firmó la Orden Ejecutiva No. 02-03, el 31 de mayo de 2002, en la cual se fortalecieron las responsabilidades de la Oficina de Seguimiento de Cumbres y se le cambia el nombre a Secretaría del Proceso de Cumbres. La orden estipuló también la responsabilidad de la Secretaría de coordinar las actividades sobre la participación de la sociedad civil en el Proceso de Cumbres y presidir el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC), conformado actualmente por la Secretaría General de la OEA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización Panamericana de Salud (OPS), el Banco Mundial, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Centroamericano para la Integración Económica (BCIE), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB), la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La Secretaría del Proceso de Cumbres fue llamada a formular sugerencias para la participación de las organizaciones de la sociedad civil en las actividades de la OEA, de conformidad con las directrices que para este fin fueron creadas; a trabajar en la vinculación de las reuniones ministeriales y otras reuniones sectoriales al Proceso de Cumbres, a distribuir la información que emane de éstas a los mecanismos de seguimiento del proceso de Cumbres y a desarrollar actividades específicas para evaluar la implementación.
Dicha Orden Ejecutiva fue reformada mediante Orden Ejecutiva No 05-13 Rev. 3 del 30 de marzo de 2007, la cual reestructura la Secretaría General y precisa la función ante la Secretaría de Cumbres de las Américas frente a los actores gubernamentales, sociales, académicos e institucionales que participan en el Proceso de Cumbres.
En la Cumbre Extraordinaria de las Américas, que tuvo lugar en Monterrey, México en enero de 2004, los gobiernos suscribieron la Declaración de Nuevo León, en la que manifiestan su agradecimiento con la OEA y su Secretaría General, en particular con la Secretaría del Proceso de Cumbres de las Américas y con el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres, por su labor de seguimiento e implementación de los mandatos . Hicieron un llamado a que las organizaciones del Sistema Interamericano profundicen su apoyo y presten asistencia en los preparativos para la Cuarta Cumbre de las Américas .
La Secretaría de Cumbres de las Américas tuvo un papel fundamental en los preparativos para la Cuarta Cumbre de las Américas, celebrada en Mar del Plata, Argentina en noviembre de 2005. En dicha Cumbre, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron para discutir el tema: “Crear Trabajo para Enfrentar la Pobreza y Fortalecer la Gobernabilidad Democrática”. La Declaración y Plan de Acción de Mar del Plata instruyeron a la Secretaría General a que continúe ejerciendo las funciones de secretaría técnica, brinde apoyo a las reuniones del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC), y a las reuniones ministeriales y conferencias especializadas, coordine la participación de la sociedad civil y asegure la divulgación de información sobre el Proceso de Cumbres y los compromisos asumidos por los Estados. En el Plan de Acción de Mar del Plata, las organizaciones del GTCC fueron llamadas a realizar tareas específicas para el logro de los objetivos de crecimiento y gobernabilidad democrática en la región.
La 5ª Cumbre de las Américas, celebrada en Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril de 2009, fue un encuentro en el que los Jefes de Estado y de Gobierno marcaron una nueva era en las relaciones interamericanas. Asimismo se puso de relieve un proceso que se inició en 1994. Ahora, más que nunca, con el renovado compromiso hacia el Proceso de Cumbres, se evidenció la utilidad de contar con un sistema de seguimiento de mandatos que permita a los Estados Miembros de la OEA abordar, de manera integral, los compromisos colectivos asumidos en las diferentes Cumbres de las Américas.
La 5ª Cumbre de las Américas estableció un nuevo tono en las relaciones hemisféricas, armonizando el desarrollo de iniciativas de colaboración multilateral en espera de que produzcan resultados a largo plazo. Ahora es el momento adecuado para iniciar la importante etapa de aplicación de las mismas.
La Sexta Cumbre de las Américas se celebró en la Cartagena de Indias, Colombia el 14 y 15 de abril de 2012. La Séptima Cumbre de las Américas se celebró en la Ciudad de Panamá, Panamá el 10 y 11 de abril de 2015.
La Octava Cumbre de las Américas (Lima, 13 y 14 de abril de 2018) se realizó bajo el liderazgo del Gobierno del Perú. El Compromiso de Lima: “Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción” constituyó el primer documento de mandatos adoptado por las y los Jefes de Estado y de Gobierno en una Cumbre de las Américas desde la Cuarta Cumbre realizada en Mar del Plata, Argentina (2005). La Secretaría de Cumbres brindó apoyo sustantivo y asesoría a la Presidencia en la preparación de la Cumbre, así como en su fase de seguimiento e implementación, incluyendo en el desarrollo del Mecanismo de Seguimiento e Implementación del Compromiso de Lima, aprobado por el GRIC seis meses luego de la Octava Cumbre. A través de este mecanismo, los Estados registran su nivel de avance en la implementación de mandatos de la Octava Cumbre.
La Novena Cumbre de las Américas (Los Ángeles, 6 a 8 de junio de 2022) se realizó bajo el liderazgo del Gobierno de los Estados Unidos, luego de numerosas reuniones de negociación por parte de los Estados, durante tiempos de recuperación de la pandemia del COVID-19. Las y los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en la IX Cumbre adoptaron cinco documentos de mandatos en materia de salud y resiliencia, gobernabilidad democrática, transición energética, futuro verde y transformación digital. El seguimiento de la implementación de esta Cumbre se ha desarrollado mediante el establecimiento de Grupos Técnicos Ad Hoc en el marco del GRIC para cada uno de los cinco ejes temáticos, integrados por expertos gubernamentales, de las entidades del GTCC y representantes de sociedad civil y actores sociales. En su rol de secretaría técnica del Proceso de Cumbres de las Américas, la Secretaría de Cumbres ha provisto continua asistencia técnica y asesoría a la Presidencia y a Estados en este proceso.
La Secretaría de Cumbres, además de apoyar y asesorar al país anfitrión y asistir a los estados miembros, lidera el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres, promueve la participación de la sociedad civil y actores sociales en el Proceso de Cumbres, funciona como memoria institucional del Proceso de Cumbres, entre otras responsabilidades de Cumbres.